Encontrar una vivienda actualmente es un proceso complicado y hacerlo si tienes una mascota es casi imposible en Logroño. Una situación que se ha vuelto insostenible para una mujer que tuvo que salir de su domicilio porque estaba siendo víctima de violencia machista.
Después de dos meses sin éxito para encontrar una vivienda, “no me quiero dar por vencida. Yo quiero recuperar mi vida, no tengo culpa de nada”. Y para eso necesita a su “bebé”, Luca, “sé que es un perro, pero es mi familia, mi compañero de camino, lo quiero como un hijo”.
Ha llamado a muchas viviendas pero en todas, lo mismo, no admiten perros. También se ha puesto en contacto con el IRVI aunque es consciente que tardará y que las familias con hijos tienen prioridad.
Ahora Luca está en casa de la madre de su dueña, está no puede sacarlo a pasear y el perro solo puede estar ahí hasta finales de este mes de agosto. Esta mujer siente mucha impotencia ya que el perro ha estado en los momentos más complicados de su vida durante los últimos dos años: “tengo un incluso un informe psiquiátrico que es recomendable que esté con mi perro”.
Esta mujer ha estado los últimas cuatro años de su vida sin apenas salir de casa. Ha sufrido violencia psicológica, económica y sexual. “La gente pensará cómo es posible que aguante tanto pero es que yo no mi cuenta”, recuerda emocionada. Al hablar con una amiga y contarle su situación, esta llamó al 112 de forma inmediata. Tuvo que salir de su casa y ahora necesita una nueva vivienda para recomenzar su vida, pero necesita estar con su mascota.