Ha pasado una semana desde que se produjeran los primeros disturbios en la ciudad de Urumqi, y la situación parece estar lejos de calmarse. Más bien todo lo contrario, la tensión entre la etnia han y los uigur es cada vez mayor y el temor ante nuevos enfrentamientos está presente en la población y las autoridades.
Los enfrentamientos entre ambos grupos, que por el momento han dejado casi 190 muertos y más de mil heridos, están sobrepasando a las autoridades chinas que se ven incapaces de controlar la región. El gobierno de Urumqi ha tomado una nueva medida para intentar frenar los choques étnicos. Las autoridades chinas de esta región han optado por suspender el derecho de reunión.
“Asambleas, marchas y las protestas en lugares públicos están prohibidas a no ser que cuenten con el permiso de la policía”, informó un boletín de la Oficina de Seguridad Pública de Urumqi.
Esta medida coincide con la celebración del séptimo día de luto de los han, una tradición que podría incrementar aún más la tensión en la ciudad, donde los disturbios entre uigures y han dejan hasta el momento 184 fallecidos, según cifras de la agencia oficial de noticias Xinhua.
Además, el gobierno de la ciudad china de Urumqi ha anunciado que los familiares de los civiles fallecidos en los disturbios del domingo 5 de julio en Urumqi recibirán una compensación de 200.000 yuanes [casi 21.000 euros] por víctima.
La directora del buró municipal de asuntos civiles de Urumqi,Wang Fengyun, explicó que el método de compensación ha sido ya acordado y que será dado a conocer en breve. El Ejecutivo de Urumqi ofrecerá a los familiares de los fallecidos 100.000 yuanes [casi 11.000 euros] para cubrir los gastos de los funerales y otros 100.000 de “pensión de consuelo” por cada víctima mortal.