Asociaciones ecologistas subrayaron que para conseguir una Semana Santa sostenible tienen que primar las relaciones personales “por encima del consumo” y coincidieron en que “es mejor” quedarse en un lugar cercano a la residencia habitual que viajar lejos ya que “cuanto menor sea el desplazamiento, menor será el impacto medioambiental”.
El responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, aseguró que es “mejor” no elegir el avión ni el coche para el transporte porque contaminan mucho y abogó por llevar a cabo prácticas sostenibles sin realizar consumos supérfluos como, por ejemplo, utilizar las videoconsolas de forma “intensiva”.
Por su parte, la responsable del área de residuos de Amigos de la Tierra, Alodia Pérez Muñoz, subrayó que hay que tener en cuenta el impacto medioambiental que causará cada decisión que se tome, ya sea relativa al transporte o a qué hacer durante estas fechas, y sugirió no utilizar este período para consumir porque “no es saludable que el ocio se limite a los centros comerciales y al gasto”.
Además, aconsejó viajar en transportes sostenibles “siempre que sea posible”, primando el transporte público, como trenes y autobuses, por encima del privado, como el coche, aunque, “si no queda más remedio, mejor que vayan cinco ocupantes que dos”. Si se decide pasar un día en el campo, insistió en llevar envases reutilizables “que no se queden tirados en el parque” y, en el caso de pasar un día en la ciudad, “mejor moverse a pie”.
El portavoz de Greenpeace, Julio Barea, también optó por los transportes colectivos y por destinos “donde la conciencia por el medio ambiente sea mayor” así como por no acudir a lugares “donde se hayan creado grandes infraestructuras que hayan alterado la costa”. Asimismo, sugirió controlar el consumo “absolutamente descontrolado” e inclinarse por “productos de proximidad y ecológicos”.
Por último, la responsable de Cambio Climático de WWF, Mar Asunción, subrayó que el hecho de salir de vacaciones a un hotel o un apartamento no debe significar “despilfarrar” la energía ni perder los “buenos hábitos” que cada persona lleva a cabo en su casa porque, según apuntó, “aunque no se pague directamente y el precio sea el mismo tanto si se gasta mucho o poco, al final repercute en el Planeta y las consecuencias son para todos”.
Asimismo, apostó por viajar en tren para evitar “tanto colas de entrada como de salida y atascos” e indicó que la “mejor” opción es el turismo rural porque “acerca más a la naturaleza además de estar menos saturado que un destino costero”.