Varapalo en el peor momento
24 de septiembre de 2016. Hasta esa fecha hay que retroceder para ver perder a la Unión Deportiva Logroñés por dos goles de diferencia. Sucedió en Zamudio ante el colista. Esta vez fue contra un rival directo, una Real Sociedad B lanzada y que se afianza entre los cuatro mejores. Un sitio al que aspira un cuadro blanquirrojo que en Zubieta retrocedió en sus intenciones. 24 puntos de por medio y 6 de diferencia con la cuarta posición. Mucho que recortar. Sobre todo cuando las sensaciones exhibidas ante el filial guipuzcoano no fueron las mejores. Primeros veinte minutos a merced del contrario. Arreones visitante antes del descanso para creer. Gol encajado, expulsión de Paderes. Dos ocasiones para empatar. Impotencia y sentencia de Calvillo, que acertó a la tercera.
No estuvo cómodo el equipo de Sergio Rodríguez. Hubo fases en las que parecía que sí, pero fue más una esperanza que una realidad. El bloque local maniató a los riojanos. Lo hizo con las mismas estrategias que los logroñeses; la pelota y la presión. Ahí se cortocircuitó una UDL superada, a la que le costó reaccionar. Los blanquiazules estaban con una chispa más. Se anticipaban. Los visitantes, expectantes. Confiando en una genialidad. No las hubo porque este equipo lleva ya varias semanas sin completar un partido redondo, mostrando su potencial pero evidenciando lagunas. Y la Real Sociedad B, pese a que perdonó, no desperdidició la oportunidad para dejar tocado a un rival directo en la pelea por el 'play off'. Quizá ahora, con mucho por recorrer no haya tanta presión como parecen imponerse los jugadores cuando llega el momento de la verdad.
Porque en Zubieta, después de veinte minutos de baile, la UDL dio señales de vida. Tres acercamientos que sirvieron para constatar que los riojanos no habían ido de mera comparsa a Lasarte. No fueron acciones de pausa, calma, elaboración, fueron tres jugadas en las que todo comenzó con un robo de balón en campo contrario. A partir de ahí, apertura a la derecha, centro de Arnedo y remate de cabeza de Marcos André. Interceptación, pase a Ñoño dentro del área y no se entiende con el delantero brasileño para al menos chutar a portería. Y transición en superioridad, en la que Rayco elige mal -Ñoño aparecía por la izquierda con ventaja- al ceder a la derecha al ‘9’ blanquirrojo para que en su tiro se pusiera en medio Lapeña mandando el cuero a córner.
Tres llegadas que dieron esperanzas a los más de doscientos aficionados logroñeses que se desplazaron a Zubieta en un partido de puertas abiertas. Espejismo o no sirvió para que al filial blanquiazul le entrara el respeto. Previamente, los de Imanol Alguacil debían haberse colocado por delante en el marcador. Ya en el arranque, otra vez más en una acción a balón parado, córner nada más comenzar, Olaizola se encontró con el larguero y en rechace un compañero, con todo a favor aunque en posición forzosa, mandó la pelota fuera. Si el aviso no fue suficiente, Sanz chutó al poste acto seguido.
Es más, la lesión de Ramiro -mala suerte la del aragonés que regresaba al once tras varias jornadas y recaía de sus molestias en la rodilla izquierda-, ese minuto que estuvo tirado en el campo, enfrió los ánimos de una Real Sociedad B decidida a someter a una UDL que sólo corría detrás del balón y que era incapaz de dar dos pases seguidos, mucho menos hacia delante. Aun con todo, el capitán de los locales volvería a probar con otro lanzamiento, ahora sí más desviado. Corría el minuto veinte y los de Sergio Rodríguez estaban siendo superados por la presión alta de su oponente que obligaba a golpeos, principalmente al costado diestro del ataque riojano, y por el acoso de los donostiarras cuanto el esférico les pertenecía.
Con esas tres aproximaciones, la dinámica se equilibró. El filial guipuzcoano ya no estaba tan conectado, ya no parecía jugar tan de memoria. La UDL le había quitado el balón, por momentos, y la presencia en el área de Zubiaurre era más constante. Pese a ello, Le Normand, antes del descanso tras un saque de esquina, le ganó la partida a su defensor y remató fuera.
EQUILIBRIO, GOL, EXPULSIÓN Y ADIÓS
La segunda parte, de entrada, fue una lucha de poderes. De tener la pelota para quitársela al contrario y así dominar la situación y, al menos, el control del juego. Faltaba profundidad en ambas escuadras pese al equilibrio reinante. La UDL adoptaba más ese papel de dejarse querer. No sufría como en el comienzo del encuentro y sabía que si robaba podía generar peligro.
Lo intentaba la Real Sociedad B con dos faltas casi consecutivas sin premio, mientras que el entrenador de los anfitriones refrescaba a su ariete. A los riojanos se les veía más metidos, más concentrados y concienciados en dar continuidad a sus pases, en encadenar acciones positivas. Sin embargo, Muguruza encontró el hueco, por su perfil diestro. Le ganó la partida a Paredes y picó con maestría ante la salida de Miguel.
Un tanto que debía haber variado el rumbo del choque. No hubo tiempo a saberlo porque lo que sí lo modificó, y bastante, fue la expulsión de Paredes que vio dos cartulinas amarillas seguidas. Palo para una UDL que se rehízo cuando Sotillos estuvo a punto de empatar e incluso cuando Rayco, al recoger un rechace, vio como un defensor taponaba su tiro.
Claro que los anfitriones pudieron finiquitar la contienda. Al lateral Gorosabel se lo impidió el poste. A Celorrio echar el cuerpo hacia atrás, en primera instancia, y después que su remate de cabeza en el primer palo, tras un córner, no encontró portería con todo casi hecho. Sergio Rodríguez intentó que el duelo se rompiera, a poder ser a su favor. Rubén Martínez ejercía de ‘3’, mientras que Arnedo y Salvador ocupaban la medular, Rayco y Marcos André eran los extremos y Espina el referente.
Escasos diez minutos en los que la UDL le puso corazón, poco más. La Real Sociedad B, con espacios, resultó fulminante. Calvillo, a la tercera, fue el que liquidó a los riojanos. Ya para ese momento, Rayco había dejado el césped por un golpe en el tobillo. Otro infortunio en un choque en el que los logroñeses nunca estuvieron cómodos y en el que dieron un retroceso en sus aspiraciones de fase de ascenso, ya que la cuarta posición queda a 6 puntos con 8 jornadas por delante. El problema es que un día en el que había que ser fiel a la identidad plasmada desde la pretemporada se optó por dejar la iniciativa y confiar porque siempre se hace alguna ocasión de gol. En este sentido, la UDL tiró por la borda una gran oportunidad de ser protagonista.
FICHA TÉCNICA
Real Sociedad B: Zubiaurre; Gorosabel, Le Normand, Lapeña, Muñoz (Sola, min. 82); Guevara, Sanz; Muguruza, Capilla, Olaizola (Calvillo, min. 73); y Dávila (Celorrio min. 58).
UD Logroñés: Miguel; Sotillos, Caneda, Ramiro (Zubiri, min. 12), Paredes; Arnedo, César Remón (Rubén Martínez, min. 71), Salvador, Ñoño (Espina, min. 79); Rayco y Marcos André.
Goles: 1-0, min. 62: Muguruza. 2-0, min. 84: Calvillo.
Árbitro: Bueno Prieto (Comité Madrileño). Expulsó al visitante Paredes por doble amonestación (mins. 64 y 66). Amonestó al visitante Sotillos (min. 57).
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