Veto a las terrazas en Logroño: proponen su cierre a las 00:30 horas en verano y a las 00:00 en invierno los días festivos

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La asociación vecinal Demanda Casco Antiguo continúa luchando porque el derecho al descanso del vecindario de la zona sea una realidad. Razón por la que han presentado una serie de propuestas a la Ordenanza de Terrazas que está elaborando el Ayuntamiento de Logroño. Propuestas encaminadas a garantizar el descanso de las personas residentes ya que consideran que “Logroño se ha convertido en Las Vegas de las terrazas” y es que la capital riojana “gana por goleada en horarios y superficies a las capitales cercanas, incluyendo Madrid”.

Por esta razón exigen que una reducción de horarios, similares a los de Vitoria, así como la inclusión de de restricciones para las zonas de protección acústica especial (ZPAE) e inspecciones de oficio que garanticen que se cumplen las normas.

La asociación vecinal ha realizado un estudio y comparativa sobre la situación en Logroño y en otras ciudades cercanas, estudio del que se desprende que “Logroño cuenta con creces con los horarios más permisivos para las terrazas de hostelería respecto a las ciudades cercanas e incluso a Madrid, reconocida como paradigma del apoyo administrativo a la hostelería”.

Además aseguran que Logroño cuenta “con los márgenes más amplios, tanto de la temporada de invierno como en verano, con el agravante además de que el jueves, laborable a todos los efectos, es reconocido como víspera de festivo, hecho que no sucede en ninguna de las otras ordenanzas contrastadas”.

Así, y según el horario de esta asociación, “Logroño puede cerrar sus terrazas a las 2 de la madrugada todos los jueves, viernes y sábados, más las vísperas de festivos, durante todo el año, permisividad que únicamente se tolera en Pamplona, aunque con una diferencia sustancial: en la capital navarra sólo se consideran días de horario especial los sábados, domingos y festivos (ni siquiera los viernes), con lo que en realidad es mucho más restrictiva respecto a los horarios máximos”.

Y además, explican que “la ordenanza logroñesa tolera media hora adicional para el cierre real de las terrazas (para el desmontaje), cuando otras normativas en vigor, como la madrileña o la de Zaragoza, exigen que todo debe estar recogido para la hora exacta, con lo que son claramente más restrictivas”. En Madrid y en otras capitales, son las juntas de distrito y/o organismos responsables los que tienen la facultad para de reducir más los horarios y espacios en las Zonas de Protección Acústica Especial, como ha sido recientemente reconocido el casco antiguo logroñés al constatar la saturación de terrazas y el incumplimento generalizado de los umbrales máximos de ruidos permitidos, por lo que así deberá regularse también en la futura ordenanza de terrazas de Logroño“.

En cuanto a las superficies, la limitación en Logroño, aseguran, “se lleva la palma con respecto al resto, hasta 120 metros cuadrados, sin densidades de ocupación por mesas ni control de número de veladores y con la ocupación de hasta el 50% de la acera además de permitir el almacenaje en la calle de sillas y mesas en la calle, sin restricción alguna de mayo a octubre y tolerada también todo el año para terrazas con cerramientos a tres caras (casi todas), mientras que ciudades como Bilbao o Vitoria obligan a su recogida y otras, como Madrid, Donosti o Zaragoza sólo conceden autorizaciones excepcionales”.

Propuestas para dar respuesta a las necesidades de los vecinos

Por todo ello, Demanda Casco Antiguo ha presentado una batería de propuestas al proceso abierto por el Ayuntamiento para recoger sugerencias de cara a la nueva ordenanza con el objetivo de “volver a la normalidad y acercar la legislación de Logroño a la de ciudades vecinas porque Logroño es Las Vegas para las terrazas y, de hecho, la propia ordenanza en vigor, en su exposición de motivos, reconoce expresamente que se aprobó para atender las demandas del sector de la hostelería”. De forma que la modificiación actual “debe dar respuesta a las necesidades del vecindario y a la consecución del bien común, evitando un uso indebido del espacio público como pedimos no sólo los residentes del Casco Antiguo, sino de toda la ciudad”.

Así, plantean unos horarios máximos de apertura similares al modelo de Vitoria y limitarlos a las 23h (invierno) y 23.30h (verano) y a las 0 horas (viernes y sábados invernales) y 0.30 (viernes y sábados estivales), sin el margen de recogida de media hora: “Son horarios razonables y generosos, con margen suficiente para el negocio hostelero, aunque ahora escucharemos de nuevo los lloros de sus representantes anunciando el fin del mundo. Hay que recordarles que la terraza no es un derecho de propiedad, sino un suplemento excepcional a su actividad económica que ya realizan en el local.”

La asociación reclama asimismo como “principio irrenunciable e inmediato la aprobación de medidas urgentes más restrictivas para las zonas reconocidas como de protección acústica especial (ZPAE), como es el centro histórico, al conocer el ayuntamiento, con mediciones externas y acreditadas, que los umbrales de ruido superan con creces los niveles máximos previstos por las legislaciones europea, nacional, regional y local”

Demanda Casco Antiguo pide igualmente el control del desorden del uso de mesas altas y barricas en las zonas de la calle Laurel y San Juan. Exigimos la eliminación en primer lugar de las baldas y estanterías que se autorizaron de forma temporal por la pandemia y que deberían haberse retirado tras el estado de alarma. También proponemos la limitación de las mesas altas al tamaño de las barricas y de su número por establecimiento y/o fachada, sin que puedan en ningún caso sobrepasar la del establecimiento en

cuestión.

El colectivo vecinal propone además medidas para la necesaria reducción de superficies de forma generalizada en favor del viandante. “No apoyamos la medida propuesta del gobierno local de relacionar la extensión de la terraza con el interior del local, ya que sólo beneficia a los grandes negocios, sino que cualquier cálculo de la superficie ocupada debe basarse en las propiedades urbanísticas de la zona donde se adscribe”. Y para esta reducción plantean medidas como un límite máximo para veladores (dos filas como en Vitoria), límites de aforo y densidad, el almacenamiento obligatorio del mobiliario en el interior de los locales y el reconocimiento de la excepcionalidad del centro histórico como ZPAE con medidas restrictivas adicionales“. Menos terrazas y más tasas por ocupación de espacio público ”incluyendo una especial para zonas turísticas, para la protección del patrimonio y el bienestar del vecindario que más sufre la afluencia de turistas que beneficia al hostelero“.

Por último, esta asociación advierte de que cualquier normativa que se apruebe “quedará en agua de borrajas si no se implementan inspecciones de oficio dados los reiterados incumplimientos de las ordenanzas con los rebasamientos generalizados de superficies, el almacenaje en la vía pública de elementos prohibidos, el maltrato al mobiliario y arbolado urbano, no asunción de la obligación de autolimpieza y muchas otras cuestiones que venimos denunciando desde hace meses y que siguen repitiéndose con total impunidad”.