Jaleado por la mayoría de los aficionados que abarrotaron el frontón, el delantero de Aspe, Yves Xala, sacó a relucir su maravillosa zurda sacando fuerzas de donde no las tenía aunque espoleado sin duda por la rabia acumulada después de que estuvieran a punto de dejarle fuera de esta final debido a su operación de apendicitis.
Sin secuelas de aquella intervención a la que fue sometido el 6 de junio, y a pesar de que no se había vestido de pelotari desde el 21 de mayo, el zurdo de Lekuine dio un recital de juego en un tramo final de partido espectacular en el que acabó arrollando a un Olaizola II impotente.
El delantero de Goizueta dominó la primera parte de la final apoyado en su saque. Xala llegó a voltear un 0-3 inicial con un parcial de 6-0, pero Olaizola II se refugió en su material, más tosco, para tomar la iniciativa con la jugada inicial y a partir de 9-9 ensanchar la brecha en el luminoso.
Se le notaba al navarro mucho más fresco sobre la cancha y de hecho los síntomas de cansancio de Xala fueron evidentes hasta ese 10-17 en el que la final dio un giro inesperado. El vascofrancés recuperó el saque y, consciente de que ya tenía poco que perder, comenzó a arriesgar.
Llevó el partido a los cuadros delanteros y, como si de un partido del 'cuatro y medio' se tratara, se fue fabricando los tantos uno tras otro con milimétricos zurdazos que desactivaron por completo al de Asegarce.
Olaizola II no cometía fallos, simplemente era incapaz de llegar a unas pelotas imposibles que, con el paso de los tantos, fueron engrandeciendo la figura de Xala. 20 de los 22 puntos sumados fueron obra del ganador. Sólo dos errores cometió en todo el partido un Aimar que lo intentó hasta el último tanto, pero a quien no le quedó más remedio que rendirse a la evidencia y felicitar al nuevo campeón. TANTEO: 3-0, 3-3, 3-6, 4-6, 5-6, 5-9, 9-9, 14-9, 17-10,17-14, 18-15, 18-18, 18-19, 18-20, 19-20, 19-22.