Una tesis doctoral desarrollada en la Universidad de La Rioja pronostica para 2050 una significativa persistencia de la ‘Lobesia botrana’ -una plaga que afecta al cultivo de la vid-, que por efecto del cambio climático podría ampliarse a 38 países, la mayoría de ellos situados en el norte de Europa.
Yuliana Grisel García Martínez ha obtenido el grado de doctora por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis doctoral -que evalúa el impacto del cambio climático en las sus plagas asociadas al cultivo de la vid ((Vitis vinifera’)-, por la que ha logrado la calificación de sobresaliente.
Desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la UR -en el marco del programa de Doctorado 783D Doctorado en Enología, Viticultura y Sostenibilidad- esta tesis ha sido dirigida por Daniel Jiménez García, del Centro de Agroecología y Ambiente; Ignacio Pérez Moreno y Vicente S. Marco Mancebón, de la Universidad de La Rioja.
En su investigación doctoral, Yuliana Grisel García ha evaluado el impacto del cambio climático sobre la distribución de la vid y de la plaga de la polilla del racimo ‘Lobesia botrana’ y ‘Eupoecilia ambiguella’.
El aumento de las temperaturas influirá en importantes rasgos de la morfología, biología y ecología, así como en la distribución geográfica de esta plaga, con importantes consecuencias en los ámbitos económico, social, cultural y ambiental-paisajístico.
En el caso de la vid, si bien los resultados predicen una persistencia de las condiciones ambientales adecuadas para su cultivo en gran parte del territorio europeo, también estiman notables pérdidas de superficie con idoneidad ambiental en regiones europeas con climas cálidos, en concreto, regiones pertenecientes a países mediterráneos (Portugal, España, Italia, Grecia y Chipre).
Por otro lado, se prevé un incremento notable de superficie con idoneidad ambiental para el cultivo de la vid en algunas regiones del centro y norte de Europa (en Suiza y Austria, concretamente).
Además, ha encontrado que, en amplias zonas montañosas en las que actualmente predomina la vegetación natural, se prevé que aumente la idoneidad ambiental para el cultivo de la vid, de modo que la viticultura y la protección de los recursos naturales serán realidades enfrentadas en estos espacios, hecho con implicaciones sociales y ambientales muy sustanciales.
Previsión de plagas en la vida
En el caso de ‘Lobesia botrana’, las proyecciones para el año 2050 pronostican una significativa persistencia de esta plaga en regiones vitivinícolas muy importantes de varios países europeos con relevancia mundial en el sector, como Portugal, España e Italia.
Por otro lado, se prevé la aparición de zonas con incremento de idoneidad ambiental en 38 países, la mayoría de ellos situados en el norte de Europa y en regiones importantes en el sector vitivinícola, como algunas de Alemania, Austria, República Checa y Suiza.
Los usos del suelo predominantes en estas zonas favorecen el aumento de la humedad relativa lo que, por el contrario, evita mortalidades elevadas de sus etapas de desarrollo especialmente sensibles a valores bajos de la misma. La expansión de la plaga se ve facilitada al ser capaz de alimentarse de la vid, pero también de un número significativo de otros huéspedes alternativos.
En el caso de la ‘Eupoecilia ambiguela’, también estudiada por Yuliana Grisel García en su tesis doctoral, por las conclusiones de su tesis estima que la mayor parte de Europa dejará de ser idónea para el desarrollo de esta plaga; quedando restringida su área de distribución a las regiones más septentrionales y a algunas zonas aisladas del centro.
Esta polilla constituirá una plaga clave en aquellas zonas en las que se implante de forma novedosa el cultivo de la vid y en las que existan condiciones ambientalmente idóneas para ella, aunque estas superficies serían cuantitativamente mucho menores que en el caso de ‘Lobesia botrana’.
Yuliana Grisel
Natural de Puebla (México), Yuliana Grisel García Martínez disfrutó durante su investigación doctoral de una beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y desarrolló una estancia en el Centro de Agroecología y Ambiente del Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México).