La muerte, hace un año, del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, a consecuencia de la huelga de hambre que mantenía desde diciembre de 2009, sigue siendo motivo de ataque contra el régimen de Raúl Castro. Cuando se cumple el primer año de su fallecimiento, el gobierno de Estados Unidos ha aprovechado la ocasión para recordar a Zapata y pedir el fin de la “intimidación continua” que sufre la disidencia y, en especial, la familia del fallecido opositor.
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, P.J. Crowley, ha recordado en un comunicado que Zapata falleció “defendiendo el derecho universal a la libertad de expresión”. En este sentido, ha deplorado la “intimidación continua y el acoso al que somete el gobierno cubano a activistas y miembros de la familia de Zapata, incluida su madre, Reina Luisa Tamayo, que trabajan para promover los Derechos Humanos en la isla”.
Al menos un centenar de opositores han sido detenidos este miércoles en Cuba para impedir la celebración de actos conmemorativos de la muerte de Zapata. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), estos arrestos se enmarcan en una ola de “represión preventiva” para impedir actos conmemorativos.
El presidente de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, ha confirmado en declaraciones telefónicas a Europa Press que se han producido “al menos 46 detenciones arbitrarias” y “56 arrestos domiciliarios ilegales” de “opositores pacíficos”.
Sánchez, líder de una organización ilegal pero tolerada por el régimen de Raúl Castro, ha denunciado esta “represión política preventiva” y ha mostrado su temor a que, una vez concluida la jornada, el balance de opositores asediados sea mayor.
Sin embargo, la madre del opositor fallecido, Reina Luisa Tamayo, ha podido realizar sin contratiempos el homenaje que tenía previsto a su hijo y se ha acercado al cementerio de la localidad de Banes donde se encuentran los restos de Zapata, según Elizardo Sánchez.