Con la moderación y templanza que les caracterizan, políticos y periodistas nos advierten de la llegada de las siete plagas si no les hacemos caso.
ABC: Twitter y la serpiente
ABC da este jueves un nuevo salto en su campaña contra los “comentarios ofensivos” en las redes sociales a raíz del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. En su portada, el periódico dirigido por Bieito Rubido incorpora una serpiente (elemento también presente en el anagrama de ETA) a la 'arroba' con la que se identifca a los usuarios de Twitter para ilustrar el titular “El odio envenena las redes sociales”. De hecho, esta información relega a un segundo plano las noticias relativas al crimen, como la confesión de la asesina.
En un editorial titulado “Delitos a través de la red”, ABC considera que en los “comentarios ofensivos” amparados por el anonimato de las redes se “refleja el daño causado por actitudes antipolíticas que justifican acciones violentas”. El diario de Vocento considera “muy acertada” la instrucción del Ministerio del Interior “para perseguir con todos los instrumentos que ofrece el ordenamiento jurídico”.
En caso de que esos “instrumentos” no sean suficientes para perseguir y castigar a los autores de los comentarios, ABC considera que “es urgente cambiar la legislación”. De hecho, el rotativo señala que “si hay dificultades insalvables para precisar con certeza la autoría de estos hechos inaceptables, debería establecerse la responsabilidad subsidiaria de los proveedores de servicios”, es decir, empresas como Twitter o las operadoras.
ABC da este jueves un nuevo salto en su campaña contra los “comentarios ofensivos” en las redes sociales a raíz del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. En su portada, el periódico dirigido por Bieito Rubido incorpora una serpiente (elemento también presente en el anagrama de ETA) a la 'arroba' con la que se identifca a los usuarios de Twitter para ilustrar el titular “El odio envenena las redes sociales”. De hecho, esta información relega a un segundo plano las noticias relativas al crimen, como la confesión de la asesina.