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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Inditex compra parte de sus productos en Bangladesh desde una subsidiaria suiza

Nadie se sorprendió. Cuando en abril Forbes hizo pública su lista de los mayores millonarios del mundo, Amancio Ortega, propietario del 60% de Inditex era ya el tercero. Sus 43.000 millones de euros sólo son superados por el mexicano Carlos Slim y por Bill Gates. Su fortuna es mayor que las del gurú financiero Warren Buffett o el patrón de Louis Vuitton, Bernard Anault.

La fortuna de Ortega creció 15.000 millones de euros en 2012. Los analistas lo atribuyen al aumento de la cotización de Inditex, superior al 50% en el último año gracias a sus espectaculares resultados. Los resultados son fruto de la gestión del nuevo presidente, Pablo Isla, que está optimizando los costes del grupo con una política de compras centrada en economías emergentes y realizada en buena medida desde una subsidiaria suiza, según facturas de proveedores a las que ha tenido acceso eldiario.es.

Las facturas, como la que se muestra en esta información, prueban que Inditex compra en Bangladesh a través de ITX Trading SA, domiciliada en Friburgo, capital del cantón suizo del mismo nombre, a pesar de que la entrega de la mercancía debe realizarse en el Polígono Inditex en la localidad barcelonesa de Tordera. Fuentes del sector aseguran que la misma compañía, filial al 100% de Inditex, es también la encargada de realizar buena parte de las compras en China. Porque Inditex apenas produce. Diseña sus productos en España, pero encarga la mayor parte de la fabricación de sus productos a proveedores de economías emergentes.

ITX Trading es una de las únicas cuatro compañías del grupo Inditex, compuesto por cerca de 320 subsidiarias, dedicadas a las compras. Las otras tres están domiciliadas en España: Uterqüe y Nikole en A Coruña y Comditel en Barcelona. Portavoces oficiales de la compañía, cuando este diario preguntó por qué Inditex realiza sus compras en países como Bangladesh o China a través de su filial suiza, se limitaron a afirmar que las empresas de compras del grupo tienen “actividad en todo elmundo”.

Fiscalistas consultados por eldiario.es tienen una explicación más específica: “La fiscalidad suiza no sólo es más favorable para este tipo de transacciones internacionales, sino que, además, hace años, la Confederación Helvética, y en particular algunos cantones como Friburgo, ofrecía a corporaciones transnacionales como Inditex beneficios y exenciones tributarias si se instalaban en su territorio, de manera que es una doble manera de optimizar costes, comprando a economías emergentes a precios inconcebibles en Occidente y, además, sin apenas tributar por ello. Ahora Suiza ya no ofrece esas condiciones, pero las mantiene para los que se instalaron en su día atraídos por esos incentivos”.

Según la memoria anual de Inditex de 2012, Inditex posee en Suiza seis compañías subsidiarias: Temple Trading, dedicada a la distribución de calzado; Zara Suisse, que gestiona las tiendas del buque insignia de Inditex; Bershka Suisse y Massimo Dutti Suisse; y dos compañías bajo las siglas ITX, la ya citada ITX Trading e ITX Holding, que es una sociedad de cartera, donde aparentemente se aparca buena parte de la autocartera de Inditex.

Lo llamativo es que todas las sociedades suizas de Inditex están domiciliadas en Friburgo y que emplean a 770 personas. La cifra podría resultar desproporcionada si la misión del personal fuera sólo atender las 18 tiendas que el grupo gallego tiene en el país: 10 de Zara, seis Massimo Dutti y dos Bershka. Pero, en realidad el volumen de personal que Inditex tiene en Suiza también incluye a los empleados de ITX Holding, la sociedad de cartera, y ITX Trading, la encargada de compras en países en vías de desarrollo y, en todo caso, demuestran la importancia estratégica de estas dos compañías para el grupo.

Es cierto, sin embargo, que, en términos relativos, los 770 empleados de Inditex en Suiza apenas representan un pequeño porcentaje de los 120.314 trabajadores que tiene el grupo en todo el mundo, o de los casi 40.000 que tiene en España. Pero constituyen un colectivo enorme, comparado con el personal que tiene destinado en países de los que proceden buena parte de la producción que el imperio de Amancio Ortega comercializa en su red de tiendas. En Bangladesh, por ejemplo, Inditex sólo tiene 37 empleados a pesar de que proveedores del país asiático realizan una parte importante de la fabricación de los productos que el emporio gallego diseña y comercializa.

Los aludidos portavoces de Inditex se mostraron incómodos por el interés mostrado por este medio en sus actividades en Bangladesh. El incendio en abril del complejo Rana Plaza dedicado a la fabricación de productos de moda para marcas occidentales y que causó un millar de muertos preocupó especialmente a la industria textil del primer mundo por las repercusiones que el siniestro pudiera causar en su imagen. Porque las medidas de seguridad de los trabajadores eran mucho más que deficientes. A pesar del acuerdo alcanzado tras aquel incendio entre las empresas occidentales, la primera semana de este mes se produjo otro incendio en Bangladesh que causó 10 muertes. El país asiático es objetivo de las ONG que reclaman un salario digno para los trabajadores que fabrican productos de moda para el consumo occidental.

Programas de ayuda

Programas de ayudaInditex, sin embargo, se había puesto la venda antes de la herida. En su memoria anual de 2012 destaca que promueve en Bangladesh programas de patrocinio y mecenazgo y de desarrollo comunitario. El informe anual del año pasado de Inditex asegura que el grupo gallego invirtió medio millón de euros en este tipo de actividades en Bangladesh.

“La salud y seguridad de los trabajadores continúa siendo una prioridad para el clúster de Bangladesh. En particular, durante este ejercicio se ha intensificado la actividad dirigida a la prevención de incendios y se ha participado activamente en distintas plataformas como Buyers Forum Bangladesh e ILO/BETTER WORK, sindicatos locales y Bangladesh Garments Manufacturers and Exporters Association (BGMEA) para unificar criterios y trabajar de manera conjunta para mejorar las condiciones de seguridad de las fábricas y velar po rlos derechos de los trabajadores en Bangladesh”, asegura el informe anual de Inditex correspondiente a 2012.

El grupo textil cerró 2012 con un beneficio neto de 2.361 millones de euros, un 22% más que el año anterior. Pablo Isla, presidente y consejero delegado de Inditex desde la jubilación de Amancio Ortega, de 76 años, en 2011, destacó durante la junta de accionistas de la compañía en julio el papel “dinamizador” que el grupo textil ejerce en la economía española a través de las exportaciones y de la creación de empleo. Y llamó la atención sobre el esfuerzo tributario que el grupo dueño de Zara realiza en España, donde paga 818 millones de euros por el impuesto de sociedades, por encima del volumen de negocio que realiza en el país.

Durante el primer semestre de 2013, Inditex ganó 951 millones de euros, un 1% más de lo que ganó en el mismo periodo del año pasado. Y el viernes pasado, 18 de octubre, volvió a cerrar la Bolsa con un máximo histórico en su cotización, 118,35 euros por acción, con lo que la fortuna de Amancio Ortega vale hoy aún más que cuando Forbes hizo pública su lista de mayores millonarios del mundo.

Nadie se sorprendió. Cuando en abril Forbes hizo pública su lista de los mayores millonarios del mundo, Amancio Ortega, propietario del 60% de Inditex era ya el tercero. Sus 43.000 millones de euros sólo son superados por el mexicano Carlos Slim y por Bill Gates. Su fortuna es mayor que las del gurú financiero Warren Buffett o el patrón de Louis Vuitton, Bernard Anault.

La fortuna de Ortega creció 15.000 millones de euros en 2012. Los analistas lo atribuyen al aumento de la cotización de Inditex, superior al 50% en el último año gracias a sus espectaculares resultados. Los resultados son fruto de la gestión del nuevo presidente, Pablo Isla, que está optimizando los costes del grupo con una política de compras centrada en economías emergentes y realizada en buena medida desde una subsidiaria suiza, según facturas de proveedores a las que ha tenido acceso eldiario.es.