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Los bandazos de Zapatero
José Luis Rodríguez Zapatero, a día de hoy, no es un valor en el PSOE. Más bien, es una rémora, porque siguen muy presentes entre los ciudadanos y los militantes socialistas sus bandazos políticos, su reforma constitucional pactada con el PP, su promesas incumplidas, y su giro económico sin precedentes tras haber anunciado dos meses antes que había una salida de la crisis por la izquierda. Y una larga lista de agravios que la ciudadanía no entendió.
Por ello, tal vez, al más que posible aspirante a la Secretaría General del PSOE, Eduardo Madina, le ha hecho todo un favor desmarcándose de su lado y convirtiéndose ahora en todo un activista de Susana Díaz.
Pero, como en su vida política, Zapatero ha vuelto a dar una muestra más de elasticidad política tras haber estado varios años alentando al joven diputado vasco para que se atreviera a que fuera su sucesor, a que tomara la riendas del partido y, curiosamente ahora, cuando estaba decidido a hacerlo, el expresidente vuelve a cambiar de bando.
Zapatero se lo dijo a Madina en varias ocasiones, lo comentó en numerosas reuniones privadas con periodistas e importantes dirigentes políticos, lo colocó en la Ejecutiva Federal y lo propuso para el 38º Congreso. Era Madina quien debía dar el paso y liderar un nuevo PSOE.
Pero, a día de hoy, Zapatero se ha colocado con el poder establecido del partido e, incluso, intenta convencerle de que lo mejor es Susana Díaz por el bien del todos. “Me cueste lo que me cueste”, dijo aquel mayo de 2010, sin saber aún de cuánto era la factura que debía pagar el PSOE.
En el fondo, el PSOE no quiere primarias, quiere una operación al estilo Joaquín Almunia frente a Borrell -pero que ahora les salga bien-, levantando la bandera de la unidad del partido para que nadie se mueva. Flaco favor le están haciendo a Susana Díaz.
Y están los mismos que entonces. Los que velan por las esencias del partido y que no se han enterado de que esto ha cambiado mucho. Felipe González, Manuel Chaves, José Bono o el propio Alfredo Pérez Rubalcaba -aunque más discretamente-, con el apoyo de Zapatero y toda su vieja guardia del aparato, con José Blanco al frente. Todos ellos han tomado la decisión de que lo mejor para el PSOE es Susana Díaz. Y si tenemos la moda ahora de votar, lo mejor es que se vote pero, a ser posible, con una sola candidata.
Todo apunta a más de lo mismo en el PSOE si sale finalmente la operación que, en teoría, saldrá. Tiene la china en el zapato de Madina, que se va a presentar y hasta la actitud de Zapatero es un aliciente para hacerlo. Pero el aparato del PSOE lo considera una pequeña molestia.
José Luis Rodríguez Zapatero, a día de hoy, no es un valor en el PSOE. Más bien, es una rémora, porque siguen muy presentes entre los ciudadanos y los militantes socialistas sus bandazos políticos, su reforma constitucional pactada con el PP, su promesas incumplidas, y su giro económico sin precedentes tras haber anunciado dos meses antes que había una salida de la crisis por la izquierda. Y una larga lista de agravios que la ciudadanía no entendió.
Por ello, tal vez, al más que posible aspirante a la Secretaría General del PSOE, Eduardo Madina, le ha hecho todo un favor desmarcándose de su lado y convirtiéndose ahora en todo un activista de Susana Díaz.