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De 30.000 a 241.000 euros: Madrid multiplica el precio de venta del suelo de antiguas viviendas de protección oficial

Ángeles Toribio (55 años) lleva décadas queriendo comprar el suelo de su vivienda. Vive en San Blas, en un piso que se construyó hace más de 30 años con el 'Plan 18.000', un programa del Ayuntamiento de Madrid que permitía edificar viviendas de protección oficial (VPO) en barrios humildes de la ciudad. Toribio es “propietaria de superficie”, es decir, pagó una entrada para el piso y la hipoteca durante décadas, pero nunca pudo hacerse con el 100% de su vivienda. Incluso ahora, que el Ayuntamiento ha publicado un pliego con los requisitos que deben cumplir los vecinos si quieren comprar el suelo de las casas en las que viven desde hace años, se ha quedado fuera de esta posibilidad. “Solo venden el suelo de las viviendas que ya no son de protección oficial. Pero ni siquiera es ese el problema”, explica Toribio: “El drama es que los precios que piden son de tres a ocho veces mayores de los que pedían hace cinco años”.

A principios de 2023, el Área de Gobierno de Desarrollo Urbano aprobó un pliego para la compra de suelo de las parcelas municipales cedidas en derecho de superficie a través del 'Plan 18.000' de 1984. La última vez que dichas parcelas tuvieron la posibilidad de salir a la venta fue en diciembre de 2017, cuando el pleno municipal acordó por unanimidad publicar un nuevo documento. “Los precios eran justos. Los vecinos estaban dispuestos a comprar. Pero han dejado pasar el tiempo y el concurso no se convocó nunca con ese acuerdo. Ahora muchas viviendas han dejado de ser de protección y el suelo se vende al precio del mercado libre”, explica Toribio.

Tras una comparativa entre los precios establecidos en 2017 y los de las 21 parcelas que se encuentran a la venta ahora, se comprueba que el coste del suelo se ha multiplicado de forma exponencial. Así, una vivienda en Moratalaz que hace cinco años costaba 39.649 euros, ahora está a la venta por 131.737 euros, el triple. Hay casos incluso peores. En la calle de Derechos Humanos (Ciudad Lineal) han pasado de 29.537 a 241.000 euros, es decir, su valor se ha multiplicado por ocho.

“Esto es una especulación total por parte del Ayuntamiento. Han esperado 30 años para que las viviendas dejaran de ser de protección oficial y poder vender el suelo a precio de mercado”, denuncia Martín Arroyo, presidente de la Plataforma Afectados por el Suelo del Plan 18.000. Desde que las familias se enteraron de los precios “exorbitantes”, han empezado a organizarse para intentar resolver el problema. En una semana y media, más de 900 vecinos se han sumado al recurso de reposición que van a presentar al Ayuntamiento de Madrid.

“Hablamos de entre 6.000 y 8.000 viviendas afectadas”, contabiliza Arroyo. “Algunas ya dejaron de ser VPO, pero a muchas otras les faltan unos pocos años. ¿Y entonces qué va a pasar? ¿Vamos a tener que poner otra hipoteca para pagar el suelo? ¿Vamos a perder las viviendas? ¿Se las vamos a poder dejar en herencia a nuestros hijos?”.

Estas son las dudas que han convencido a Silvia Campos (54 años) de la necesidad de actuar. Madre soltera de tres hijos, teme ver cómo se esfuman los sacrificios de toda una vida. “Me ha costado caro pagar la hipoteca, pero lo he hecho porque siempre pensé que esta casa iba a ser la hucha para mi hijo mediano, que tiene una discapacidad grave reconocida”, lamenta esta vecina.

Se enteró de la venta de los suelos a través de unos cartelitos que otros vecinos habían dejado en los portales. Junto al mensaje “¡Alerta! Venta suelo plan 18.000”, había unos códigos QR para acceder a toda la documentación oficial y unirse a los chats de WhatsApp para organizar el recurso. “Quise concienciar a mi comunidad de vecinos y organicé una reunión con todo el mundo. Es un asunto muy serio, y dramático. En mi caso el precio ha subido de 40.000 a 147.000, pero yo no tengo este dinero. Aquí viven familias humildes, nadie se puede permitir pagar estas cifras”, denuncia.

Desde el Área de Gobierno de Desarrollo Urbano aseguran que el pliego está hecho dando cumplimiento a los acuerdos De la Villa que se aprobaron en julio de 2020, donde se incorporó una cláusula que decía que el Ayuntamiento no puede vender ningún suelo ni vivienda protegida. “En los pliegos anteriores todas las promociones permanecían calificadas y limitadas. Las promociones de ahora están descalificadas, ya no están protegidas, son libres y se tienen que valorar a precio de mercado. Si el Ayuntamiento vendiera a un precio inferior estaría incumpliendo la ley”, explica una portavoz.

Sin embargo, los vecinos afectados avanzan dudas incluso sobre los precios de mercado que el Ayuntamiento ha aplicado a las viviendas. “No se han tenido en cuenta las diferentes casuísticas de cada edificio. Ponen precios de viviendas nuevas, cuando nuestras casas tienen más de 30 años”, explica Andrea Valdés Pérez (32 años), que vive en Barajas. Compró el piso en 2018, cuando había sido descalificado por el propietario anterior. Pagó 170.000 euros y ahora le tocaría gastar otros 240.000 para el suelo. “¿De verdad me estás diciendo que un piso en Barajas vale casi medio millón? No me lo creo. Nosotros lo que vamos a hacer es quedarnos aquí hasta que acabe la protección del suelo. Luego si nos quieren echar, que nos echen. No voy a pagar estas cifras abusivas”, concluye.

Miedo a perder la vivienda

Pilar (65 años) vive en una de las promociones en Moratalaz, uno de los distritos con más parcelas a la venta con el nuevo pliego. La noticia de que el Ayuntamiento había vuelto a permitir comprar el suelo le ha pillado fuera de Madrid, y reconoce por teléfono que el asunto le pone muy nerviosa. “Tengo muchísimo miedo. Hace años que todos los vecinos queremos comprar los terrenos. Pero a precios normales, que podamos pagar”, explica.

A lo largo de los años, el Ayuntamiento intentó en más de una ocasión venderle el suelo a los vecinos. La primera vez fue en 1996, unos años después de que se formaran las promociones. Sin embargo, la venta no tuvo mucho éxito porque se exigía como requisito imprescindible que el acuerdo fuera adoptado por unanimidad en las comunidades de propietarios. En esta primera venta –se consiguieron vender solo ocho parcelas– se aplicaron los precios máximos vigentes de vivienda protegida y el 15% de repercusión del suelo. Operaciones similares se repitieron en 2009 y 2013, esta vez sin el requisito de unanimidad.

Esta vecina aún no puede comprar el suelo de su vivienda, ya que a su piso le queda un año y medio antes de dejar de ser reconocido como protegido. Sin embargo, ya se ha hecho una idea de lo que podría llegar a pagar una vez que pase este tiempo. En 2017 su piso fue catalogado por 21.800 euros. Otras viviendas que tenían este mismo precio ahora están a la venta por 120.000 y 140.000 euros. “Después de tantos sacrificios, pensar que puedo perder mi casa es una pesadilla. No es normal lo que nos están haciendo”, se queja.