Traspaso en la sombra a un mes de las elecciones: Garrido cede a Rollán la presidencia de la Comunidad
Ángel Garrido se ha marchado de la presidencia de la Comunidad de Madrid sin hacer ruido. El sucesor de Cristina Cifuentes y jefe de la institución durante el último año ha comunicado por carta su dimisión como diputado a la presidenta de la Asamblea de Madrid este jueves para incorporarse a las listas del PP al Parlamento Europeo.
La persona que toma el relevo de una autonomía que gestiona 20.000 millones de presupuesto al año y aporta a España el 18% del PIB, el hasta ahora vicepresidente Pedro Rollán, no protagonizará ningún acto de bienvenida. No habrá toma de posesión ni escenificación de la cesión de poderes. Fuentes de su equipo justifican que “el proceso es automático” porque es “presidente en funciones”.
El PP de Pablo Casado pone ahora todos sus esfuerzos en promocionar a su apuesta para la Comunidad de Madrid, que no es ninguno de los dos. Ni Garrido ni Rollán son candidatos y el segundo, pese a que será presidente durante un mes y medio, aún no tiene ni siquiera garantizado su futuro político.
La elegida por Casado para revalidar la presidencia regional, Isabel Díaz Ayuso, aseguró hace unos días que contaría con él sin precisar si sería “en listas o en un futuro gobierno”. “Cuando el PP hace listas, lo pasa muy mal porque hay tanta gente... No tenemos que estar buscando por ahí. Tenemos a los mejores gestores y a los mejores parlamentarios. Hay que saber unificar, coger lo mejor de los mejores y reforzar con nuevas personas los equipos”, dijo este miércoles en un desayuno informativo en el que anunció que su número tres sería la diputada y portavoz de Familia Ana Camins, muy cercana ideológicamente a la candidata.
La incompatibilidad de ser diputado regional con participar en las listas europeas han obligado al tercer recambio en la Comunidad en una legislatura muy convulsa. Primero, con la dimisión del factótum del PP en Madrid, Cristina Cifuentes; y después con la renuncia de su sucesor a la presidencia como consecuencia de no ser elegido por el PP de Casado para intentar preservar el Gobierno regional en mayo. Si hubiera sido designado candidato a la Comunidad, y no como parte de la lista del Parlamento Europeo, podría haber continuado como jefe del Ejecutivo hasta el último día.
El paso de Rollán, el presidente más desconocido, por el mejor despacho de la Puerta del Sol será el más breve de la historia de la institución y supone también el fin de una etapa en la región. Muy cercano a la expresidenta (fue fichado por ella), este último mes y medio cerrará sin solución de continuidad cuatro años de cifuentismo.