Ningún proyecto terminó con éxito. Es el balance del año que el líder de Vox, Santiago Abascal, dirigió una fundación de la Comunidad de Madrid sostenida con fondos públicos. Los documentos presentados tras decretarse la extinción a principios de 2014 de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, que adelantó infoLibre y a los que ha accedido eldiario.es, acreditan que el organismo no llevó a cabo las actividades planificadas para su último ejercicio (2013), que corresponde con el único que estuvo Abascal al frente. Por este trabajo sin resultados, que desembocó en el cierre definitivo, el actual líder de Vox percibió un salario de 82.491 euros del erario público.
La fundación recibió 183.600 euros en concepto de subvenciones en 2013, además de beneficiarse de un local cedido por el Gobierno regional. Con este presupuesto, que fue gastado e incluso condujo a pérdidas, solo se pudo concluir un objetivo con éxito, según la última memoria de actividad económica: un patrocinio directo con Servimedia para una beca de periodismo en la agencia de noticias. A este proyecto, consistente en la publicación de “dos reportajes semanales sobre la actividad social en la Comunidad de Madrid”, se dedicaron 9.000 euros. En el resto de previsiones anuales también se invirtió dinero pero todas resultaron frustradas.
La memoria económica revela que el organismo solo tenía tres actividades más en el calendario de 2013. Una de ellas, llamada “fomento del patrocinio social”, consistía en la organización de una gala de premios a la Responsabilidad Social Empresarial que nunca llegó a celebrarse “por falta de medios” y en un acuerdo con Bancos y Cajas para lograr promocionar con sus bolígrafos y otras “piezas de papelería” el Instituto Madrileño de la Familia y el Menor. Este último patrocinio tampoco pudo hacerse realidad por “la falta de disposición de las entidades”.
Los esfuerzos para captar patrocinios fueron igualmente infructuosos, según el balance anual al que ha accedido eldiario.es, porque no se “encontró el necesario respaldo de la iniciativa privada”. Se intentó sin éxito que IKEA financiara la puesta a punto de un inmueble de la Consejería de Asuntos Sociales para abrir una Unidad de Acogimiento Familiar y un Centro de Atención Temprana y se trató de “captar colaboración empresarial” para editar una guía de enfermedades raras. Entre los planes también estaba “patrocinar un equipo de fútbol de discapacitados” y editar un “estudio sobre Innovación Social”. Las previsiones en donaciones para todas estas cuestiones se fijaron en 30.000 euros pero se obtuvieron cero y nada salió adelante.
La fundación, por último, aspiró a recaudar los ingresos de las actuaciones del Coro de Mayores de la Comunidad de Madrid a través de un convenio ad hoc y en coordinación con el Servicio General de Bienestar Social. “Por diferentes circunstancias, no se consiguió la firma de dicho convenio”, detalla la memoria. En este caso se contaba con un ingreso de 10.000 euros que finalmente quedó reducido a 1.000. Ninguna de las actividades enumeradas se reflejaron en la web de la fundación, que tiene un espacio vacío en el periodo 2013-2014.
El líder de Vox era el único alto cargo del organismo. Fue colocado en el puesto por la expresidenta Esperanza Aguirre en abril de 2013, tras el cierre de la Agencia Madrileña de Protección de Datos donde era gerente. Otro cargo público ocupado por Abascal. Cesó como director de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social el 17 de diciembre, el mismo día que fundó el partido Vox. Según la documentación oficial, en el organismo solo trabajaba él y una asesora técnica que ahora es diputada en la Asamblea de Madrid, Anka Moldovan.
El salario de los dos sumaba 116.362 euros, aunque Abascal recibía el grueso (82.491,80 euros al año). Moldovan aseguró a este medio que “estuvo muy pocos meses” trabajando en la fundación y que su función era “buscar contactos y tratar de informar a las empresas de las posibilidades de colaboración con la administración”. La fundación gastó también 73.080 euros en “otros gastos de actividad”, que sirvieron para pagar “honorarios de asesores externos” o “auditores profesionales de mantenimiento de servicios informáticos”.
Casi 35.000 euros de pérdidas
El propio Santiago Abascal dijo en noviembre de 2013, un mes antes de que se disolviera la fundación, que el trabajo de la entidad, centrada en captación de patrocinios, estaba “siendo verdaderamente dificultoso”. “La labor ha sido ardua y ha sido infructuosa en muchos casos por el contexto de crisis económica”, añadió. En una entrevista en Antena 3, admitía directamente que la fundación era innecesaria en 2013 porque “en aquellos años” recabar fondos de las empresas privadas “para contribuir en materia social a los gastos públicos” era “imposible”.
La Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, el órgano encargado de controlar el gasto público en la región, advirtió que la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social fue opaca al menos desde 2011. Un informe de 2018 refleja que el organismo no pudo fiscalizar la actividad por la “insuficiencia de datos aportados”. El análisis de la Cámara sí aporta un dato: el montante de liquidación en el momento en que la fundación desapareció. Esta cantidad asciende a 229,49 euros.
La cifra en positivo contrasta con la información económica incluida en la última memoria del organismo público. Según la memoria, la fundación finalizó su actividad dejando un excedente negativo de 34.846 euros: gastó 226.190 euros en cerrar estos patrocinios cuando solo disponía de algo más de 191.344 euros (aquí está incluido el valor anual de la sede cedida por el Gobierno regional).
El dato de pérdidas sí es coherente con los balances negativos de los años anteriores: 112.988,28 euros en 2012; 35.043,32 en 2011 y 226.270,92 en 2010. El único ejercicio que registró superávit fue 2009.