Las inspecciones realizadas por la Policía Municipal en las residencias de la ciudad de Madrid durante las peores semanas de la pandemia desvelan la situación desesperada en la que se encontraban esos centros durante lo más duro de la pandemia. Falta de personal sanitario y de equipos de protección, que se sumaban a una ausencia de respuesta por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso. Al menos cinco de esos centros detallaron a los agentes cómo fueron ignoradas sus llamadas de socorro mientras sumaban infectados, fallecidos y trabajadores en cuarentena.
El relato de la desatención por parte del Ejecutivo regional en los momentos más críticos, cuando los muertos se contaban por cientos y las residencias estaban siendo duramente golpeadas, ha quedado por escrito en las actas que cubrió la Policía Municipal de Madrid tras aquellas visitas a los geriátricos. eldiario.es ha podido acceder a 12 de esos documentos, que se suman a los publicados por infoLibre y la Cadena Ser.
“Sugieren abandono por parte de las instituciones”, recoge el informe realizado por los agentes municipales el 17 de abril en la residencia Hermanas Merecedoras de la Caridad. En esa fecha ya habían fallecido tres mayores en ese centro y cuatro de los nueve trabajadores se encontraban de baja por presentar síntomas compatibles con la COVID-19. No contaban con ningún médico. “No han recibido visita de UME, ni bomberos ni nadie hasta nuestra llegada”, escriben los agentes municipales en el informe.
La directora del centro relata en esa conversación con los policías el abandono que estaban sufriendo. La Comunidad de Madrid llamó para interesarse el 16 de abril, un día antes de la llegada de estos agentes, pero nada más. La situación sanitaria de la región había mejorado desde hacía días tras semanas de colapso en los hospitales, pero esta residencia no fue atendida hasta el 16 de abril pese a que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, llevaba días anunciando el “repliegue del sistema sanitario” y el Ayuntamiento de Madrid incluso había enviado refuerzos del SAMUR a Castilla y León, una ayuda que no llegó a muchas de las residencias de la región.
No es este el único centro que en abril relató el abandono al que estaba siendo sometido por parte del Gobierno regional. Hasta cuatro residencias más contaron a la Policía local que no obtuvieron “respuesta alguna” tras vivir situaciones similares y tras haber pedido auxilio a la Comunidad de Madrid.
Es el caso de la inspección realizada el 11 de abril en el centro Conjunto Residencial las Fuentes. Una responsable cuenta a los agentes que desde el centro solicitaron todo tipo de ayuda al Gobierno regional. “No obteniendo respuesta alguna”, escribe el atestado. El policía que realiza la inspección detalla que la residencia solicitó servicio de desinfección cuando se tuvo conocimiento de un positivo. “No obtuvieron respuesta alguna”. También reclamaron médicos. En vano. Esta residencia demandó además “todos los días a la Comunidad de Madrid” tests rápidos para residentes y trabajadores, “no obteniendo respuesta alguna”.
Esa fue la tónica durante semanas. La residencia Santísima Virgen y San Celedonio, una de las más atacadas por el virus, registraba 34 fallecidos y 25 residentes infectados cuando los agentes se personaron el 3 de abril. La situación era crítica porque además la mayoría de los trabajadores se encontraban de baja tras haberse infectado.
“El personal que se observa es deficiente en número”, recogió el agente municipal en su informe tras comprobar que el centro solo contaba con una enfermera y dos médicos para 120 residentes. Esta residencia que contaba por entonces decenas de fallecidos e infectados manifestó “haber solicitado ayuda a las diferentes autoridades sanitarias y sociales, no habiendo recibido ninguna contestación”.
Un relato similar ofreció la directora de la residencia Rafael Alberti. Esta inspección se produjo el 4 de abril, cuando el centro contaba con 23 residentes aislados con síntomas y 18 profesionales de baja. La responsable del geriátrico lamentó no haber tenido el soporte de las autoridades: “No se han personado nadie, ni UME ni Comunidad de Madrid. En definitiva, nadie”. La directora solicitaba “urgentemente”, y así quería que constara en el documento, todo tipo de equipos de protección.
Otros geriátricos vivieron situaciones igualmente angustiosas. Daba igual que las inspecciones se hubieran realizado a principios de abril o en las semanas siguientes, cuando la presión asistencial en los hospitales ya había bajado. Así lo refleja el acta de una visita a la residencia Santa Genoveva Torres el 2 de abril, a la que ha tenido acceso eldiario.es y que ha adelantado la Cadena Ser. Los trabajadores contaron a los agentes que habían solicitado “concentradores de oxígeno a la Fundación Jiménez Díaz y al Centro de salud Ventura Rodríguez pero sin respuesta”, así como “medios humanos (enfermeros, geriatras,...)” y medios de protección sin que nadie les contestase.
El personal del centro denunció que se encontraba “en situación de desamparo por las instituciones públicas” y que lo único que habían obtenido hasta el momento era “material donado”. La residencia sumaba hasta esa fecha cuatro ancianos fallecidos, 20 ancianos con síntomas y 16 trabajadores de baja.
Sin material de protección
Además de la falta de respuesta, los agentes constataron una carencia generalizada de equipos de protección que se tradujo en plantillas mermadas. En la inspección que realizaron el 4 de abril al centro Dos de Mayo, la Policía Municipal refleja cómo estaban bajo mínimos de material. Los profesionales demandaban gafas, batas, pantallas, mascarillas FFP2 y FFP3 y también requerían gel desinfectante. “El centro solicita ayuda”, añadieron los agentes, que entre paréntesis destacaron la necesidad de “enfermería y auxiliares”. Seis trabajadores de los 27 trabajadores con los que cuenta el recurso asistencial estaban de baja.
Una situación parecida está documentada en el centro Domus Vi Madrid Sur el 6 de abril. Este centro además ya registraba 17 muertes entre sus 122 residentes. “Hay coordinación con [el hospital] Infanta Leonor para medicación de residentes”, destacaron los agentes, que certificaron que los usuarios “con síntomas” estaban en habitaciones individuales.
A esta residencia también acudió la Unidad Militar de Emrgencias del Ejército, que –según consta en los documentos a los que ha accedido eldiario.es– estuvo “todo el fin de semana desinfectando”. En la visita de la Policía Municipal se deja constancia de que se precisan “medios de protección individual ya que no han contado nunca con ellos”. Entre las peticiones, incluyen “oxígeno, bandejas isotérmicas, concentradores, cámaras de inhalación, test para plantilla y residentes, buzos impermeables”. Material básico también es demandado: “Necesitan urgentemente mascarillas buenas FPP2 y FPP3”.
La escasez de profesionales queda patente en todas las inspecciones pese a que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, defendía aquellos días que las residencias de la Comunidad de Madrid ya estaban medicalizadas.
La directora del centro Domus Vi Madrid Sur indica que “necesita personal sanitario, médicos, DUE, auxiliares”. La situación en la residencia de mayores Hermanitas Ancianos Desamparados también era crítica, con la mitad de sus residentes contagiados, 23 de 46. “Actualmente solo se encuentran seis personas trabajando en el centro entre trabajadores, voluntarios y hermanas”, escriben los agentes en el documento fechado el 2 de abril. “No dan abasto con el personal que son para atender bien [a los residentes]”, reseñan.
En las actas también figuran las peticiones de algunos centros para que acudiese la UME a desinfectar o la confirmación de que este destacamento militar ya había pasado por allí. Por ejemplo, en el caso del centro Dos de Mayo, los agentes anotaron que habían solicitado de manera “urgente” su visita y destacaron que “al parecer les dijeron que pasarán esta semana”.
En el caso de la residencia geriátrica Las Rosas, los expertos en emergencias del Ministerio de Defensa pasaron el 31 de marzo, como figura en el acta fechada a 7 de abril. En él también plantean que en este centro 38 residentes tenían síntomas, cuatro dieron positivo y seis habían fallecido en ese momento. “Faltan EPI, guantes, mascarillas y pruebas”, indicaban.
Todos los documentos que obran en poder de esta redacción indican que las llamadas de socorro de estos centros fueron ignoradas durante semanas, al igual que había ocurrido al inicio de la crisis en la residencia Montehermoso, donde fallecieron 17 ancianos en cuatro días, como desveló este diario.
6.007 personas han muerto en las residencias de Madrid con coronavirus o con síntomas compatibles con la enfermedad desde que estallara la crisis sanitaria. Todos fallecieron en la cama de los centros en los que residían –los datos no incluyen los que perecieron en los hospitales–. Los días previos a estas inspecciones que desvela eldiario.es, un protocolo enviado a residencias y hospitales, adelantado por infoLibre, restringió al máximo el traslado de los pacientes a los centros sanitarios. Por aquel entonces Ayuso negaba el colapso de la sanidad y aseguraba que las residencias estaban medicalizadas. Las actas desmienten de nuevo a la presidenta regional.