Aída Castillejo (Rivas Vaciamadrid, 1985) puede respirar ya tranquila. La candidatura Izquierda Unida-Más Madrid-Equo lograba en las elecciones municipales del 28 de mayo 9 concejales –dos más que en 2019– y podrá revalidar mandato como alcaldesa con el apoyo del PSOE. Izquierda Unida vuelve a gobernar en el municipio de 96.690 habitantes, situado de sur de Madrid, tras tres décadas ininterrumpidas en el poder. La alegría es agridulce porque, por primera vez en la historia de Rivas, el Partido Popular ha sido la fuerza más votada, algo que Castillejo achaca al declive de Ciudadanos, al “efecto Ayuso” y a la división de la izquierda. “Partíamos con el objetivo de que el bloque progresista tuviera la posibilidad de seguir gobernando esta ciudad y que ese bloque estuviera liderado por la candidatura que yo represento. Y ese objetivo está cumplido”, celebra.
Su candidatura estuvo a punto de cerrar un acuerdo de coalición que incluía a Podemos, pero en el último momento el pacto se rompió por órdenes de la dirección nacional del partido que lidera Ione Belarra, defiende Castillejo. Tras esta fractura, Podemos no logró el pasado domingo superar la barrera del 5% necesaria para obtener representación y se queda fuera del Consistorio. “Estamos viviendo un tiempo de cambio también en la izquierda alternativa y esa izquierda alternativa está abogando mucho por la unidad”, analiza la alcaldesa en funciones sobre la desaparición de Podemos en el municipio. Castillejo aboga por aprender de los errores de las municipales y que todo ese espacio apueste por la unidad. “Espero que hagamos la lectura correcta y esto el 23 de julio no nos pase”, desea.
Por primera vez en la historia, el PP es el partido más votado en las municipales de Rivas. ¿Cómo se ha llegado a eso?
El día de cierre de campaña nos presentamos con un objetivo y era que el bloque progresista, sabiendo cuál iba a ser el auge del Partido Popular en toda la Comunidad de Madrid siguiera gobernando la ciudad de Rivas y que además ese bloque progresista estuviera liderado por nuestra candidatura. Y ese objetivo está cumplido. El efecto del Partido Popular se explica primero porque se come todo lo de Ciudadanos y segundo, por un 'efecto Ayuso' que se ha llevado por delante muchas alcaldías, no solo de izquierdas y progresistas, sino mayorías absolutas que tenía el Partido Socialista.
¿Y cuál es el 'efecto Ayuso' del que habla?
Un 'efecto Ayuso' que ha hecho que no habláramos de lo verdaderamente importante de estas elecciones que eran nuestros municipios. Ha conseguido que se hablara de otras cosas que hace mucho tiempo que en nuestro país ya no existen. Ha conseguido sacar el debate a lo nacional en vez de a lo municipal, y creo que es de alguna forma una licencia que le hemos dado quienes somos municipalistas y entendemos que lo municipal es la primera pata de la política y quizá una de más importantes para nuestros vecinos y vecinas. Ahí le hemos regalado un espacio.
¿Cómo logra que por ejemplo hablar de ETA o Bildu acabe beneficiándola? ¿Por qué, como defienden algunos alcaldes que han perdido ayuntamientos el 28M, ha pesado más eso que su gestión?
Al final no hemos hablado de los municipios ni de cómo está la sanidad pública en todos y cada uno de nuestros municipios. ¿Qué le pasa a mis vecinos del barrio de la Luna? 25.000 vecinos sin un centro de salud. ¿Qué les pasa a las familias que se vienen a vivir a mi ciudad cuando tienen que escolarizar a sus hijos y no tienen una plaza pública? Al día siguiente de las elecciones, la Comunidad de Madrid ha subido el precio del comedor. En Rivas desde hace mucho tiempo venimos becando a todos los niños y niñas para que ninguno se quede sin esa parte fundamental de una comida, y que al menos esté garantizada por la administración. No hemos hablado de los problemas reales. No hemos hablado de todos esos problemas que se encuentran mis vecinos día a día. Mis vecinos no se encuentran con ETA porque ETA no existe.
Hace autocrítica entonces.
No hemos sido capaces de incluir en el debate estas otras cuestiones. Ha faltado por parte de los que nos consideramos también municipalistas y defensores del municipalismo hablar de qué implicamos los municipios, hablar de que Ayuso como presidenta no nos ha recibido a los alcaldes y alcaldesas, hablar de que ha sido imposible verse incluso con sus consejeros. Recordarle a nuestros vecinos de quién son algunas competencias, porque a mí me encantaría poder construir el instituto que necesita mi ciudad, el cuarto centro de salud, pero no puedo. A pesar de que intentamos llegar a convenios para que el Ayuntamiento adelante los fondos y sea quien pague esas obras, ni siquiera nos atienden para llegar a algunos acuerdos.
Pese al auge de la derecha, la candidatura encabezada por usted puede sumar con el PSOE para formar gobierno, con quienes ya han estado en coalición esta legislatura. ¿Hay ya contactos para repetir la fórmula?
Nosotros tenemos ya la experiencia previa, por lo tanto hay un contacto hecho. La unidad ya la tenemos trabajada, ya tenemos un bagaje detrás. Sabemos que podemos gobernar de manera conjunta y eso es lo que nos da de alguna forma también la tranquilidad de saber que se puede hacer. Ambas organizaciones estaremos negociando lo que haga falta. Pero primero, por supuesto, hay que respetar los tiempos políticos de cada organización, las elecciones fueron el domingo. Las organizaciones tenemos que hacer nuestros análisis y ver cuál es nuestro objetivo de futuro y estoy completamente segura de que todas las organizaciones compartimos que el primer objetivo será que la derecha no gobierne nuestra ciudad.
Podemos también formó parte de ese gobierno. Con ellos, se estuvo negociando para una candidatura de unidad, que finalmente no pudo ser lo que ha hecho que se haya quedado fuera del Ayuntamiento de Rivas. ¿Esta división ha influido en que hoy el PP sea la primera fuerza del municipio?
Sí, por supuesto. De hecho, solo la suma ya nos daría a la izquierda como vencedora de las elecciones. No soy muy de mirar atrás porque no se puede volver. Ya lamentamos en su momento mucho la decisión que tomó Podemos, teníamos un acuerdo también a nivel local y regional. Sabíamos que ambas direcciones de los partidos de Podemos estaban de acuerdo con la coalición, con ir juntas. Teníamos el bagaje y la experiencia. Podemos fueron los primeros en entrar al Gobierno en esta legislatura y además con un trabajo muy serio y muy responsable por parte también de las personas que entraron de Podemos. Por lo tanto, de cara al futuro, que es a donde tenemos que dirigir nuestra mirada, solo espero que hagamos la lectura correcta y esto el 23 de julio no nos pase.
¿Por qué cree que no hubo acuerdo?
Esa respuesta no la tengo yo. Mi organización política hizo todo lo posible. Yo lo que sé es que Podemos en Rivas también estaba por el acuerdo y el regional también. Por lo tanto, esa respuesta la tendrá que dar la organización que finalmente no pudo ir en coalición. Yo agradezco a mi organización y agradezco al resto de organizaciones que hicieron el esfuerzo.
Usted asegura que las bases de Podemos en Rivas estaban de acuerdo y que la dirección regional también, pero la dirección lo niega.
Yo soy militante de Izquierda Unida y yo puedo responder sobre mi organización política y no por otras organizaciones, tengo muchísimo respeto a sus procesos.
Pero usted asegura que ese acuerdo estaba cerrado y avalado por la dirección local y regional.
Es lo que han dicho ellos y lo que también materializamos en las mesas de negociación. Sabemos que la asamblea de Podemos Rivas estaba de acuerdo. También sabemos que a nivel regional se peleó mucho por esto. Pero insisto, las explicaciones las tiene que dar la organización política a la que corresponde. Y yo no puedo ser portavoz de algo a lo que no represento.
En las anteriores municipales tampoco hubo acuerdo con Podemos, pero sí consiguió representación. ¿A qué achaca que en estas elecciones se hayan quedado por debajo del 5%?
Estamos viviendo un tiempo de cambio también en la izquierda alternativa y esa izquierda alternativa está abogando mucho por la unidad y terminamos castigando a quienes no apuestan por ella. El trabajo de Podemos Rivas ha sido en la parte institucional el de dedicar todos sus esfuerzos para los vecinos y a las vecinas.
Dice que la gente quiere unidad. Nos vamos a unas elecciones generales en mes y medio y toda esa izquierda alternativa tiene poco más de una semana para cerrar un acuerdo.
Mi experiencia es distinta. Yo he estado negociando con asambleas municipales, entiendo que a gran escala ni se le acercará. Seguramente a Yolanda y su equipo les encantaría tener una negociación como la que nosotros hemos tenido. Entiendo que ni se le acerca. Lo que sí que creo es que la reflexión que tenemos que hacer de las municipales es ésta, ver cuántos municipios hemos perdido la izquierda o la parte un poco progresista, analizarlo y saber que esto no es lo que nos puede pasar para el país. Necesitamos ir de manera unida y tener un proyecto de país que al final es lo importante.
¿Qué es lo más complicado en estas negociaciones?
A veces nos aferramos mucho a las siglas. En mi caso siempre hemos puesto por delante a Rivas, siempre, y en este caso lo que hay que poner por delante es un proyecto de país, más allá de las siglas de donde militemos cada una. Eso no nos lo va a borrar nadie, yo voy a seguir militando en Izquierda Unida, por muy comprometida que esté en el proyecto de Sumar, y creo que esa parte también es la reflexión que deberían hacer otras organizaciones. Esto no va de nombres, esto no va de siglas, esto va de un proyecto de país que nos haga sentirnos orgullosas. Y creo que además ya tenemos esa experiencia, no hubiéramos salido de esta legislatura igual, si no hubiera estado esta parte fundamental en el Gobierno.
Ante esas dificultades, ¿es posible el acuerdo?
Soy positiva y espero que lo haya. Espero que hayamos aprendido muchas lecciones. La última, la de hace unos cuantos días en las elecciones municipales. Y espero que sí, que todas las organizaciones aprendamos de esta lección y pongamos de verdad en el centro lo que importa que es un proyecto de país.
Alberto Garzón da un paso al lado y no volverá a concurrir en las elecciones. Seguirá como de momento como coordinador federal de Izquierda Unida. ¿Qué piensa de esa retirada y cuál es el futuro para Izquierda Unida a partir de ahora?
Alberto lo explica perfectamente en su carta. Primero, todo mi reconocimiento a la labor que ha hecho Alberto, tanto en la parte institucional como en la parte de mi organización. Alberto nos da un ejemplo y vuelve a poner encima de la mesa la renovación de cargos, algo en lo que creemos en mi organización política. Y en la parte personal, también es necesario poner en evidencia lo que significa dedicarte a una cuestión como la vida pública. Es mucho sacrificio, mucho de quitarle tiempo a tu familia, a todo tu entorno y eso Alberto también lo ha puesto de relieve. Al final estamos en política un cachito de nuestra vida, pero ese cachito es muy intenso.
Alberto nos da también un ejemplo de cómo la vida política no es solo la parte institucional, sino que se puede hacer yendo a recoger a tus hijas al cole o demostrando que no todos los ministros tienen que vivir en la A-6 y que también se puede vivir en otras zonas de la Comunidad de Madrid. Aún así, yo sé que Alberto va a seguir siendo de momento nuestro coordinador federal y yo estoy muy orgullosa. Todo empezó un poquito con él y con nuestra dirección federal, con el acuerdo de los botellines que finalmente nos llevó a estar por primera vez en el gobierno.
¿Hay relevo en Izquierda Unida cuando Alberto Garzón dé también un paso atrás de la coordinadora federal?
Claro que hay relevo. En mi organización tenemos a cuadros políticos reconocidos y cuadros políticos menos conocidos. En el municipalismo, que al final es la raíz un poco de mi organización, tenemos a cuadros políticos maravillosos que podrían desempeñar un papel maravilloso.
El lunes estuvimos en Rivas para preguntar a los vecinos por los resultados electorales en el municipio y muchos se quejaban del carril bici. ¿Cree que ha influido en los resultados?
Los cambios de hábitos son difíciles, está claro. Las ciudades somos también responsables en lo que tiene que ver con la contaminación y somos las primeras que tenemos que dar pasos. En 2025 todas las ciudades tenemos que tener una red ciclista. El coche no va a desaparecer, el coche lo vamos a seguir necesitando en Rivas y en todas las ciudades, porque hay gente que necesita desplazarse en coche, pero cuando le preguntamos a nuestros vecinos y vecinas por qué no utilizaban las bicicletas que pusimos a su disposición, el problema es que no había una infraestructura segura. Nadie manda a su hijo o a su hija al instituto si sabe que es peligroso ir en bicicleta.
Ahora lo que tenemos es una forma segura de movernos por la ciudad y un cambio de hábito al que también tenemos que acostumbrarnos. En todo caso, la movilidad sostenible y el debate al que estamos llamados todas las ciudades no es solo el carril bici, tiene que ver con muchas otras cuestiones en las que también estamos avanzando como rutas de autobús que puedan ser útiles, rutas escolares que puedan llevar a los peques a sus coles y que de alguna forma también vengan a ponerle un parche a lo que supone las zonas únicas implantadas por la Comunidad de Madrid en las ciudades. La movilidad sostenible no es solo bici, sino que hay todavía muchos más espacios que sobre los que indagar y estudiar.
¿Qué le espera a Rivas estos próximos años ahora que revalidan la alcaldía?
Nos esperan muchos proyectos y muy ilusionantes, el más ilusionante es el de 'Rivas párate a pensar'. Cuando paramos las licencias urbanísticas y paramos el crecimiento porque veíamos que el modelo de ciudad del que estábamos tan orgullosas ya no estaba tan claro, y preguntamos a nuestros vecinos y les dijimos si seguíamos creciendo de forma desmedida o si parábamos y decidíamos cómo queríamos que fuera la próxima década de Rivas, en la consulta más numerosa que ha tenido en nuestra ciudad, más del 80% de los vecinos y vecinas nos dijeron que parásemos, que lo que veían a futuro ya no era el modelo de Rivas que les hizo venirse aquí o que nos ha hecho quedarnos en la ciudad.
Lo que viene es empezar a hacer realidad todos esos sueños y deseos que hemos hecho de manera participada con nuestros vecinos y nuestras vecinas. Y nos espera finalizar el acceso a la M-50, que es una de las grandes reivindicaciones de nuestra ciudad y que sin duda alguna la tenemos a escasos meses de que finalice y será también un triunfo. Y nos quedan proyectos tan apasionantes como el cubrimiento del Metro y todas las posibilidades que ello traerá. Por lo tanto, nos quedan no solo cuatro, sino muchos más años de proyectos ilusionantes sobre cómo va a ser la próxima década de Rivas.
Ha hablado con su antecesor, Pedro del Cura, de los resultados del domingo. ¿Le ha dado algún consejo para esta nueva legislatura?
Hablo con Pedro casi todos los días. Tengo la suerte de que mi predecesor no se ha ido a ningún sitio, sino que le tengo al lado y eso es una suerte que no todo el mundo puede tener. Yo hablo con él casi todos los días. Ha sido mi director de campaña. Por lo tanto, los resultados no solo los hemos analizado, sino que estábamos juntos la misma noche de las elecciones. Nosotros partíamos con el objetivo de que el bloque progresista tuviera la posibilidad de seguir gobernando esta ciudad y que ese bloque estuviera liderado por la candidatura que yo represento. Y ese objetivo está cumplido.