Almeida aprueba su Madrid Central que permite 45.000 coches más con los votos de cuatro díscolos de Más Madrid
La Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la tarde de este lunes la Ordenanza de Movilidad Sostenible que pone en marcha una nueva zona de bajas emisiones en la capital similar a Madrid Central, pero con algunas modificaciones como el permiso para que los comerciantes vuelvan a cruzar el distrito centro con sus vehículos, algo que supondrá que puedan entrar 45.000 vehículos más. El Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha conseguido sacar adelante la medida gracias a los votos del grupo mixto formado por los cuatro ediles que rompieron con Más Madrid el pasado mes de marzo. La nueva ordenanza se aprueba solo unos días antes de que Madrid Central decaiga tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que declaró ilegal la medida de Manuela Carmena como y que el Supremo ratificó tras un recurso de Almeida cuando estaba en la oposición.
Con la nueva ordenanza, que entrará en vigor cuando se publique en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) los próximos días –previsiblemente entre el viernes y el martes de la semana que viene–, la corporación dirigida por Almeida hace propia prácticamente la totalidad de la regulación de Madrid Central. ¿Qué cambia? El área que abarca se mantiene intacto y también las limitaciones generales para entrar, pero hay dos modificaciones, todas de bajo calado: pasará a llamarse Distrito Centro, y se abrirá al acceso de los 15.000 comerciantes con tres invitaciones por establecimiento que tengan comercios en su interior con los mismos derechos que los residentes.
La ordenanza también establece otra nueva nueva zona de bajas emisiones en Plaza Elíptica, otro punto crítico en cuanto a la contaminación en la capital. En esta nueva ZBE se limitan la entrada de los vehículos sin etiqueta ambiental (A), los más contaminantes, en 17 calles. El resto de vehículos podrán entrar sin restricciones, algo diferente al nuevo Madrid Central.
“Es necesario imponer restricciones, pero creemos que es mejor imponer restricciones selectivas. Prohibiremos a partir del 1 de enero la circulación de coches A dentro de la M-30. Esto evitará 14.000 desplazamientos en la ciudad; se crean dos nuevas zonas de bajas emisiones, una en Plaza Elíptica, el punto negro de la contaminación en Madrid. Con esta medida, se reducirán un 10 % emisiones de dióxido de mitrógeno”, ha asegurado el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante. Carabante ha puesto en valor que se han aprobado el 33% de las enmiendas presentadas por la oposición.
“Madrid Central se mantiene casi en lo esencial porque Madrid Central ha mejorado la calidad de la ciudad”, ha asegurado el concejal de Ciudadanos durante su intervención. Luego, la vicealcaldesa Begoña Villacís, también de Ciudadanos, se ha atribuido el mérito de que Almeida desistiera con acabar con la zona de bajas emisiones. “No íbamos a permitir que Madrid fuera la única capital europea sin su zona de bajas emisiones”, ha defendido.
Un debate bronco
El optimismo de Carabante y Ciudadanos no lo comparten sin embargo en Más Madrid, PSOE y Vox. Y el debate ha sido bronco este lunes en Cibeles. Las tres formaciones han votado en contra de la ordenanza: Más Madrid y PSOE porque consideran la medida un “retroceso”; Vox porque Almeida no cumpla su promesa electoral de acabar con la zona de bajas emisiones. Los de Javier Ortega Smith reclaman la eliminación del área de bajas emisiones que circunscribe el distrito de Centro. La formación de extrema derecha ha hecho un alegato negando la crisis climática y ha propuesto un modelo similar al de Londres, que cobra a los ciudadanos por entrar en la zona centro de la ciudad, a la vez que defendía que la nueva ordenanza perjudica a los más vulnerables.
En el caso de Más Madrid, Rita Maestre, ha criticado el “retroceso”, que a su juicio, supone la iniciativa impulsada por el Gobierno de PP y Ciudadanos. Maestre ha defendido que con el Gobierno de Almeida la ciudad “va para atrás” y ha asegurado que es “un mandado perdido” que está “chapado a la antigua”.
El PSOE también ha criticado la medida que, consideran, supone un regreso al “pasado”. “Es un alcalde cuya máxima aspiración es volver al pasado. No seremos cómplices de su locura porque Madrid no se merece esto. Madrid está a punto de retroceder cuatro décadas”, ha asegurado el concejal socialista Ignacio Benito, que también ha señalado a los ediles del grupo mixto por apoyar la ordenanza: “A Tamayo y Sáez se les recuerda diez años después. No sabemos cuánto tiempo tardarán en olvidarse de usted”.
Todas las miradas –y muchas críticas– se han dirigido a la bancada de Recupera Madrid, el grupo mixto formado por ediles próximos a Manuela Carmena que este lunes han permitido que la medida salga adelante. Y en concreto a José Manuel Calvo, exdelegado de Urbanismo, que ha defendido el voto favorable. Calvo ha asegurado que los ediles han votado a favor por “convicción y responsabilidad” y para asegurar que “vuelven las políticas de (Manuela) Carmena”.
“Se le acabaron las políticas de chantaje y le doy la razón –a Vox–, las políticas de Carmena han vuelto para quedarse porque es una ordenanza continuista, que profundiza en la limitación del tráfico”, ha defendido Calvo destacando que el texto fija la prohibición de circular a vehículos no etiquetados desde el 1 de enero de 2025. El edil ha defendido que sus votos “salvan Madrid Central” y ha puesto el foco en que aunque hay cuestiones que no les gusta, es PP y Ciudadanos quien gobierna“.
Almeida hará borrado de marquesinas, logotipos y señales de Madrid Central, pese a que la medida que ha aprobado es casi idéntica a Madrid Central en perímetro y restricciones. Se gastará 185.000 euros para llamarlo Distrito Centro y tener su propia zona de bajas emisiones pese a que prometió en campaña que acabaría con ella.
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