Hoy hace dos años que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, tomó el bastón de mando del Ayuntamiento. Superado el ecuador del mandato, el también portavoz nacional del PP no ha dejado pasar ni un minuto para iniciar la precampaña para las elecciones de 2023. Martínez-Almeida avanza que aspira “a conseguir lo mismo que ha conseguido Ayuso en las elecciones de mayo” y se abre ya a integrar a personas de Ciudadanos y de Vox en un futuro Gobierno que espera que sea en solitario.
“Si compartimos espacio político, primero unifiquemos el espacio electoral”, ha señalado en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. Sus palabras reactivan la opa hostil lanzada por Génova 13 a las filas de Ciudadanos, de la que hasta ahora Almeida se había mantenido al margen para salvar el Gobierno municipal tras la implosión del equipo autonómico y la convocatoria de elecciones anticipadas. Con Ciudadanos al borde de la desaparición, en una situación de franca debilidad, el regidor anticipa una guerra entre partidos que ganará en intensidad y dureza según se acerquen los comicios municipales.
El comentario no ha gustado a Ciudadanos. En un acto posterior que precisamente ha reunido a todos los concejales para escenificar la unidad de la corporación en el ecuador del mandato, la vicealcaldesa ha asegurado irónicamente que Almeida “tiene buen sentido del humor”. “No voy a poner en riesgo el Gobierno. Nos une más que lo que nos separa. Que no cuenten con el alcalde”, ha matizado el primer edil entonces.
El regidor no ha hecho ningún anuncio de proyectos futuros para la ciudad, pero ha asegurado que Madrid “está en la rampa de salida” tras dos años en el Gobierno y una pandemia mundial. ¿Qué lo demuestra? La apertura de “dos hoteles de lujo” o el interés de fondos de inversión en la capital que hacen que la “imagen global de Madrid se haya reforzado”, a juicio del alcalde, decidido a barrer -ya sin miramientos en sus declaraciones públicas- a Ciudadanos y Vox en las próximas elecciones con las recetas de siempre, las de la Comunidad en dos décadas. “Tenemos un modelo definido de políticas liberales que durante décadas se han puesto en marcha en Madrid: seguridad jurídica, estabilidad institucional, confianza en la sociedad, baja presión fiscal”.
A Ayuso, a quien se ha dirigido como “Isa”, le ha agradecido “mantener el pulso” y “sus convicciones” ante el “boicot del Gobierno”. El alcalde se afana en mostrar su sintonía con su homóloga, pese a que sus posturas se encaminan a un choque de trenes por el liderazgo del PP de Madrid, pero este martes ha vuelto a corregir sus palabras. “Haga lo que haga, el rey estará en tela de juicio”, ha dicho la presidenta esta mañana. Unas horas después, el primer edil y portavoz del PP ha replicado: “El rey no está en tela de juicio”.