La candidata de Vox a las elecciones de la Comunidad del próximo 4 de mayo, Rocío Monasterio, y su marido y también dirigente de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, han logrado solventar la regularización de su vivienda de lujo en el distrito de Chamartín, al norte de la capital. El Ayuntamiento de Madrid que dirige José Luis Martínez-Almeida ordenó el desalojo y el precinto del chalé de cuatro plantas para octubre de 2019 después de que el matrimonio viviera ilegalmente en el inmueble durante cinco años, como adelantó elDiario.es. ¿La razón? Que la casa carecía de licencia de primera ocupación y funcionamiento: la construcción incumplió los compromisos de la licencia de obra que solicitaron. La residencia no cumplía los permisos. Hasta ahora, cuando el Ayuntamiento ha dado por cerrado el expediente tras unas obras en la mansión. Todo esto, a las puertas de la campaña electoral que comienza el 18 de abril.
Los dirigentes de la formación de extrema derecha levantaron un chalé mucho más grande de lo permitido en la licencia y añadieron otros elementos nuevos que no estaban en el proyecto inicial, que realizó la propia Monasterio. La diputada regional de Vox y Espinosa de los Monteros evitaron in extremis la clausura de su chalé presentando un nuevo proyecto. El Consistorio dio entonces un año –hasta septiembre de 2020– para que el matrimonio acometiera las obras necesarias, un plazo que fue ampliado unos meses más por la pandemia, explican desde el Consistorio de la capital.
Hace una semana, el 17 de marzo, los técnicos municipales realizaron la última inspección después de que Monasterio y Espinosa de los Monteros hayan realizado esas obras “para restablecer la legalidad”, confirman a elDiario.es fuentes del área de Urbanismo del Ayuntamiento de la capital, en manos de Ciudadanos. “Los técnicos hicieron la inspección el pasado 17 de marzo y parece que está correcto, se ha solicitado el certificado final de obra visado y fotos para hacer el informe favorable de primera ocupación, solo falta redactarlo”, aseguran estas fuentes.
Los dirigentes de Vox compraron en 2010 una vivienda con jardín en una de las mejores zonas de la capital, para lo que solicitaron una hipoteca de 1,2 millones de euros, según figura en el registro de la propiedad. Espinosa de los Monteros adquirió un inmueble con una planta baja y una principal y la transformó en una casa de cuatro alturas y 545 metros cuadrados que equipó con ascensor, gimnasio, garaje y una piscina con solárium en la terraza, donde también hay una zona verde. La arquitecta de aquel proyecto fue la propia Rocío Monasterio. Luego trató de venderla por tres millones de euros sin éxito.
Al no poder venderla, se convirtió en la vivienda habitual del matrimonio de Vox. Los problemas llegan en 2014, con Ana Botella (PP) al frente del Ayuntamiento de Madrid, cuando tras la denuncia de un particular, los técnicos municipales hacen una inspección de la vivienda que da como resultado que el chalé carece de la licencia de primera ocupación, señalan a elDiario.es fuentes de Urbanismo.
La vivienda afectada es la misma por la que Espinosa de los Monteros ya fue condenado por no pagar parte de las obras a una de las empresas que la edificó (63.184 euros de gastos no abonados). El diputado recurrió la sentencia de segunda instancia ante el Tribunal Supremo.
“Laberinto burocrático”
Los dirigentes de Vox Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio achacaron a un “laberinto burocrático” la orden de clausura y precinto de su chalé de cuatro plantas programada para el 8 de octubre de 2019 después de que elDiario.es adelantara la resolución del Ayuntamiento de Madrid. Pero la decisión tomada por el departamento de Urbanismo del Consistorio solo daba cumplimiento a una sentencia que determinó que Espinosa de los Monteros debía abandonar su mansión porque “el uso de vivienda y el ejercicio profesional solo cabe si existe la licencia de primera ocupación”, un permiso que los parlamentarios de la formación de extrema derecha no lograron durante cinco años porque lo construido en la finca no se correspondía con los planos presentados al Ayuntamiento.
Aunque el diputado nacional de Vox había solicitado previamente hasta en cuatro ocasiones la licencia, nunca aportó la documentación necesaria, según figura en el expediente urbanístico. El 7 de junio de 2016, el Ayuntamiento, todavía gobernado por Manuela Carmena, decidió no concederle la licencia a Espinosa de los Monteros. El dirigente de Vox recurrió ante el Contencioso-administrativo la resolución de la corporación municipal, pero el Juzgado lo desestimó el 23 de noviembre de 2017. Los intentos de legalizar la obra venían de muy atrás: ya en 2014, cuando todavía gobernaba Botella, solicitó por vez primera la licencia de ocupación.
La sentencia partió del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 14 de Madrid y dio la razón al Ayuntamiento frente al recurso presentado por el diputado de Vox en 2017. Como avanzó este periódico, la clausura y precinto de la edificación fue acordada el 11 de julio por el actual equipo municipal presidido por José Luis Martínez-Almeida y que Vox apoya desde fuera. La decisión era obligada después de que Espinosa de los Monteros perdiese la batalla judicial contra el Ayuntamiento, con el que pleiteaba durante un lustro cuando aún estaba al frente del Consistorio Ana Botella. La ejecución de una sentencia es un trámite que las administraciones están obligadas a seguir si no quieren incurrir en un delito de prevaricación. Entre 2017 y 2019, el área de Urbanismo del Ayuntamiento instó a Monasterio y Espinosa de los Monteros a regularizar las licencias pendientes. Nunca lo hicieron hasta ahora, según el Ayuntamiento de Madrid.
Ahora, tras algo más de año y medio y a las puertas de la campaña electoral, el matrimonio Monasterio-Espinosa de los Monteros logra legalizar la vivienda. El informe final aún no está redactado, según aseguran fuentes municipales, pero la decisión está tomada ya. Tras varios años de irregularidades, la mansión que los dirigentes de Vox ocuparon durante varios años sin licencia será legal.