Las 14 familias que viven en el número 10 de la Calle Peironcely, la casa que Robert Capa fotografió durante la Guerra Civil en Puente de Vallecas, serán realojadas en junio de este año, según han confirmado fuentes del área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento. El delegado Mariano Fuentes (Ciudadanos) se ha reunido este miércoles con la concejala socialista Mar Espinar, un representante de la plataforma SalvaPeironcely10 y el dueño de la vivienda, que ha mostrado “sensibilidad” para “estudiar” dar marcha atrás con las notificaciones de cese de alquiler y desahucio enviadas a algunas de las familias en diciembre, según uno de los presentes.
El calendario, ahora, parece más claro. Tras esta primera reunión, las partes empezarán a trabajar para “resolver la situación lo antes posible”, según han indicado fuentes del área de Desarrollo Urbano. El Ayuntamiento prevé abrir el expediente de expropiación en abril y “paralelamente” los servicios sociales trabajarán en las condiciones de realojo, según ha asegurado una portavoz del área. El expediente se cerrará previsiblemente en junio y, en ese momento, empezarán a reubicar a las familias.
“Estamos al final de un camino que ha sido muy largo y empezamos a ver la luz al final del túnel”, ha expresado Espinar tras salir de la reunión, en la que asegura que ha habido “buen clima”. La concejala fue quien presentó el proyecto para convertir el inmueble en un museo dedicado a la interpretación de los bombardeos aéreos en Madrid en el Ayuntamiento en 2018. La casa, que figura en el Catálogo de Elementos Protegidos del Consistorio, fue fotografiada por Capa (seudónimo de Endre Friedmann, pero también empleado por Gerda Taro) en 1936. La imagen, en la que aparecen niños sonriendo delante de una fachada con impactos de metralla, fue portada de la revista francesa Regards ese año.
Hoy los agujeros de aquella época están tapados con masilla y la vivienda ha sido subdividida en espacios de entre 20 y 28 metros cuadrados en los que que viven 21 adultos y 16 menores en condiciones de insalubridad. Madrid Salud instó al propietario mayoritario, Luis Santiago Barrena, a mejorar las condiciones de las viviendas el pasado noviembre, pero el empresario se ha negado hasta ahora a hacerlo. En diciembre, envió notificaciones de cese de alquiler y de desahucio a algunos de los propietarios porque “la expropiación se estaba alargando demasiado” y para él “no tiene sentido” que le exijan esas reformas.
José María Uría, coordinador de la plataforma SalvaPeironcely10, que promueve la Fundación Anastasio de Gracia desde 2017 y reúne a entidades nacionales y extranjeras, ha indicado que en la reunión el dueño mayoritario del conjunto de casas ha mostrado “sensibilidad” para “estudiar” dar marcha atrás con esas notificaciones. “Nos interesa es que se frene el desalojo, que quebrantaría su derecho [de los vecinos] a poder ser realojados en condiciones dignas”, ha dicho. Por ley, los inquilinos deben ser realojados tras la expropiación, pero si se producen los desahucios, perderían ese derecho.
“Esto comenzó en el mandato anterior y nadie se había reunido con el propietario, que tenía derecho de información”, ha criticado Espinar. La concejal también ha destacado que el delegado de área de Desarrollo Urbano ha sido “atento” y ha mostrado “ánimo de agilizar todo el proceso y realojar a los vecinos a la mayor brevedad”. “Creo que es importante que garanticemos que ese realojo sea posible”, ha señalado la concejal. Además, la socialista se ha comprometido a “evaluar la viabilidad” de mejorar las condiciones de las viviendas si el dueño no lo hace y ha aventurado que “lo podría hacer el Ayuntamiento”.
Las familias que viven en el conjunto de Vallecas, que fue construido en 1927 al amparo de la ley de casas baratas, son personas que pagan entre 350 y 400 euros de alquiler al mes por casas no llegan a los 30 metros cuadrados. Son jubilados, madres divorciadas con niños, matrimonios o familias con todos los integrantes en paro; algunos vecinos viven allí desde hace más de una década y han visto el continuo deterioro de las viviendas, que están comidas por la humedad y el moho e invadidas por ratas y cucarachas en verano, según cuentan.
El inmueble iba a ser demolido, pero el equipo de Gobierno anterior, dirigido por la alcaldesa Manuela Carmena (Ahora Madrid) paralizó la destrucción. La plataforma SalvaPeironcely10 presentó entonces un proyecto para rehabilitar el espacio como un museo dedicado a la interpretación de los bombardeos aéreos en Madrid y garantizar las condiciones de vida de los inquilinos. Hasta ahora, los vecinos no han sido realojados porque la expropiación no se ha ejecutado. Además, en la anterior legislatura, la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo de Ahora Madrid, Marta Higueras, descartó que los habitantes de esas casas bajas de Entrevías estuvieran en una situación de emergencia social, según informó entonces la agencia Europa Press. Ahora que la expropiación parece más cercana, las partes esperan que las familias “pasen las próximas Navidades en mejores condiciones”.