Con la manifestación por el derecho de la vivienda de este domingo en el horizonte, era natural que las dificultades crecientes para pagar un piso saliesen a colación en el debate plenario de esta mañana en la Asamblea de Madrid. Para abordar el asunto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, volvió a sortear el debate de fondo para recurrir a su habitual discurso incendiario. “Qué le voy a pedir a unos partidos que son capaces de pactar la ley de vivienda de todos los españoles con los expertos en zulos que son los etarras de Bildu”, dijo, como colofón a su intervención.
La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, trata habitualmente de comparar la situación habitacional de la propia Ayuso con la del común de los vecinos. Hoy volvió a afearle que viva “en un ático de un millón pagado por un amigo empresario” mientras el ciudadano de a pie apenas llega a cubrir el alquiler. Pidió limitar los precios de la vivienda y dejar de utilizar la ley estatal como pretexto para explicar la carestía cuando al tiempo se niega a aplicarla en la región. “El rentismo es un cáncer para la economía”, dijo, quejándose de que el Gobierno del PP ponga “alfombra roja” para quien compra inmuebles “de cinco en cinco” al tiempo de que lance al resto al “sálvese quien pueda”.
Ayuso acusa a la oposición de copiar “las recetas comunistas”
Con su particular lógica, Ayuso replicó que si ella misma no paga hipoteca ni alquiler es porque no tiene “nada”. Acusó a la izquierda de querer “acabar con la oferta” y defendió que restringir los precios del alquiler tendría el efecto contrario. Después volvió a advertir del apocalipsis comunista que desencadenarían quienes dicen que hay que intervenir el mercado “para hundirnos a todos”, con ideas “que no tiene ni un niño de 14 años”, por mucho que se lleven aplicando con éxito desde hace un siglo en Europa central.
Ayuso entiende que poner controles es copiar “las recetas comunistas que aplican en Venezuela” y se lo echa en cara a la oposición como si la propia Bergerot tuviese mando en plaza en Caracas. Explicaciones algo más comedidas había dado antes a la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, que le preguntaba por lo mismo. Ayuso aludió a la “explosión demográfica” en la Comunidad de Madrid y defendió que entregará otras 2.000 viviendas de su plan de alquiler asequible hasta final de año, por mucho que las que lleva de momento apenas difieran del precio de mercado.
En su intento de atacar al Gobierno central, la presidenta madrileña ha vuelto a cargar contra la mujer del presidente, Begoña Gómez. La lideresa regional considera que los socialistas “llevan varios años degradando la universidad, especialmente la Complutense”. “Viven desde los público para destrozarlo desde dentro, con sus amigos sindicalistas, colocándose entre ustedes, creando una zozobra que está hundiendo las universidades más importantes”, ha replicado al secretario general del PSOE-M, Juan Lobato.
A diferencia del PP nacional, la dirección regional del partido sí que ha optado por llamar Gómez, en la primera sesión de la comisión de la Asamblea de Madrid que busca averiguar si hubo nepotismo con ella por parte de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ha adelantado que también se planteará hacer lo propio con el presidente del Gobierno en base a lo que se conozca en el transcurso de la misma. Se prevé que la mujer del Sánchez asista al parlamento regional en noviembre.
Ayuso le ha preguntado a Lobato “¿cómo van a recibir a la jefa?”. “A portagayola”, se ha contestado a sí misma la presidenta autonómica. Durante meses los populares mantuvieron la incógnita de si convocarían a Gómez, finalmente esta semana resolvieron la cuestión. El PP madrileño aseguró que este movimiento está “coordinado” con la dirección nacional del partido y con las “personas que tienen que estar informadas y al tanto de lo que ocurre también en la Asamblea”, aseguró el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache.
Lobato le ha reprochado a la presidenta madrileña tener “un plan pensado para desmantelar la educación pública”. Y asegura que “tener que endeudarse para estudiar” no “es libertad”. El PP, señalado durante el Caso Máster que salpicó y mermó la reputación de la Universidad Rey Juan Carlos, ha acusado hoy al PSOE de degradar la Complutense y de “urdir chiringuitos” para beneficiar a empresas. Esta sentencia la ha hecho Ayuso, obviando que su antecesora en el cargo, Cristina Cifuentes, tuvo que dimitir por obtener un título regalado cuando era delegada del Gobierno.