Isabel Díaz Ayuso ha logrado este jueves la que ya es la primera ley de su nuevo mandato: una reforma de la ley de Telemadrid para tumbar a la actual dirección y tomar el control de la televisión pública. El nuevo proyecto legislativo supone la salida de su director, José Pablo López, desde la entrada en vigor de la norma. El Gobierno regional podrá nombrar entonces a un administrador provisional sin límite de tiempo y que solo bastará ser ratificado por la mitad de los diputados, y no por una mayoría reforzada de dos tercios.
La modificación de la ley de Radio Televisión Madrid ha salido adelante durante el Pleno de la Asamblea de Madrid con el voto favorable del PP y la abstención de Vox. La izquierda ha votado en contra en bloque y denuncia que la norma busca volver a la “época oscura” de Esperanza Aguirre. Ayuso se ha ausentado durante todo el debate parlamentario y solo ha aparecido para votar. A primera hora de la mañana, no obstante, ha defendido una norma que supone tomar el control del ente público en tiempo récord, solo dos semanas después de su toma de posesión.
–¿Qué opinión que tiene de Telemadrid y Onda Madrid como servicio de utilidad pública?
– Un servicio público sin público no es un servicio sino un negocio de cuatro.
La pregunta era de la diputada de Unidas Podemos, Carolina Alonso, y Ayuso lanzaba una respuesta que los datos desmienten. Con la llegada de la nueva cúpula, la televisión madrileña ha aumentado en un 25% su audiencia, después de años de hundimiento de los telespectadores por el control que ejercieron los gobiernos de Esperanza Aguirre sobre el ente. La presidenta de la Comunidad de Madrid también ha asegurado Telemadrid “cuesta casi dos Zendales por legislatura” y por ello está obligada “a asegurar su viabilidad”, a pesar de que la empresa pública ha cerrado las cuentas con superávit.
Este era el preludio de lo que sería después el debate de la ley, que se ha votado a última hora de la tarde después de que el PP haya decidido mantener las votaciones al final del Pleno como ocurría durante la pandemia cuando solo podían estar presentes la mitad de los diputados, algo que ahora no ocurre. De esta forma, Ayuso puede ausentarse durante toda la sesión plenaria y volver solo para emitir su voto. Es por eso que la presidenta madrileña no ha estado durante el debate de esta ley –ni de ninguna–, que será la primera que apruebe su nuevo gobierno, después de que en la pasada legislatura solo lograra aprobar la reforma de la ley del Suelo.
Antes del debate de la ley, Ayuso se enfrentaba a las acusaciones de la portavoz de Unidas Podemos, que lamentaba precisamente que la primera ley que el PP lleva a la Asamblea en la nueva legislatura sea esta “para poder contratar”, ha asegurado, “a tertulianos y productores amigas y hacer un chiringuito, 'teleayuso', 'Aló presidenta'”. “Quiere una televisión títere que legitime sus mentiras”, lanzaba Carolina Alonso.
En su turno, Ayuso tomaba la palabra para seguir cargando contra la televisión madrileña y se refería así a la aprobación del contrato programa que puso en jaque al ente público por parte del consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, que se negó a dar luz verde al presupuesto antes de los comicios. “Si no llega a ser por el trabajo del gobierno de la Comunidad de Madrid” los trabajadores se hubieran quedado “sin cobrar sus nóminas”, ha defendido Ayuso. “Para ello, se adelantaron 10 millones de euros en febrero”, ha insistido.
Sobre su intención de tumbar a la actual dirección, Ayuso ha defendido que han pasado seis años desde la aprobación de la última ley y ha defendido que las normativas se reforman en los parlamentos. “La actual no representa la voluntad de los ciudadanos en las urnas, que es una representación distinta en ese Consejo de Administración que ahora mismo no se ve”, ha lanzado.
Una reforma para tomar el control
La ley de modificación de Telemadrid será la primera ley de la nueva era de Ayuso que se apruebe en el Parlamento regional. La presentaba hace tres semanas el Partido Popular y como tenían previsto –gozan en solitario de la mayoría en la Mesa de la Asamblea– ha llegado este jueves al primer pleno de la legislatura. Para ahorrarse trámites, los populares presentaron la norma por lectura única lo que les ha permitido saltarse su presentación en comisión y las enmiendas de la oposición. El director actual del ente, José Pablo López, saldrá de Telemadrid previsiblemente el próximo lunes, según confirman a este diario fuentes del PP.
Tumbar a la actual cúpula del ente público es el objetivo principal de la reforma impulsada por Ayuso, a juzgar por su redacción. La proposición de ley establece la limitación del mandato a cuatro años, frente a los seis actuales, por lo que el cambio de López será inminente al haberse cumplido ya ese plazo. Además, el texto presentado por el PP permite nombrar a una nueva dirección de forma “provisional” con la mayoría absoluta de PP y Vox, hasta que haya consenso entre los grupos de la Cámara para elegir a una nueva. Si nunca llega ese acuerdo, continuaría la dirección nombrada por la derecha, algo similar a lo que ocurre con la renovación del Consejo General del Poder Judicial o del Defensor del Pueblo, que el partido de Pablo Casado sigue bloqueando en el Congreso de los diputados.
La norma registrada por el PP introduce además otra modificación para la elección del Consejo de Administración del ente. Hasta ahora era elegido por la Asamblea de Madrid y por profesionales del sector. Estos últimos elegían a cinco de los nueve que lo componen. Con la reforma presentada por el PP quedará en manos exclusivamente de los grupos parlamentarios la elección del consejo, para lo que PP y Vox suman una amplia mayoría con 78 de los 136 diputados que forman el arco parlamentario. El control de la derecha también aquí será absoluto.
La presidenta madrileña mantenía un duro enfrentamiento con el ente desde antes de su investidura en agosto de 2019. Pocos meses después de llegar a la Puerta del Sol –sede del Gobierno regional– llegó a declarar que era “la única presidenta” que tenía “una televisión que le es crítica”. También dijo que ya no ers “un servicio público”.
La oposición critica la ley
La oposición ha tomado la palabra a mediodía para criticar la reforma legislativa del PP. La primera en intervenir ha sido Vanessa Lillo, de Unidas Podemos, para asegurar que la intención de los populares es retrotraer la cadena pública la época “oscura” de Esperanza Aguirre. “Esta ley representa la nostalgia de los reaccionarios”, ha lanzado Lillo desde la tribuna de oradores. La diputada de IU también ha defendido que se pretende hacer “propaganda política de cara a 2023.
El diputado de Vox, José Luis Ruiz Bartolomé, tomaba la palabra para anunciar la abstención de su grupo que ha permitido sacar así adelante la reforma de ley. Bartolomé reconocía, sin embargo, que se trata de una ley que lo único que busca es que el PP se haga con el “control” de la cadena pública. El parlamentario de extrema derecha ha asegurado no obstante que peor sería posicionarse a favor de la izquierda y ha seguido abogando por el cierre de la cadena pública. “En una cosa sí que coincidimos, es urgente expulsar a los comisarios políticos de Telemadrid, eso sí pero de todos, pero tan urgente como ello es proceder a su cierre”, zanjaba
En el PSOE, la diputada Isabel Aymerich también ha cargado contra la norma. “No denominen a esto un nuevo liderazgo adaptado a nuevas necesidades, no hay razones objetivas para los cambios que planten: las audiencias están bien, hay equilibrio presupuestario y los servicios son legítimos y funcionan”, lamentaba la socialista. También Hugo Martínez Abarca, de Más Madrid, ha lamentado la aprobación de la ley y ha cargado contra Vox: “En España tenemos la única extrema derecha pagafantas de Europa, que le entregan con un lacito Telemadrid a Ayuso, que la usará para destruir a Vox y a Casado”, ha asegurado Abarca.
La votación de la ley para tomar el control de Telemadrid se produce solo una semana después de que el Tribunal Constitucional tumbase el nombramiento en RTVE de Rosa María Mateo como administradora única provisional, por un recurso del PP. “Están cavando su propia tumba”, decía sobre esta cuestión el diputado de Vox.