La información oculta de la Comunidad de Madrid sobre las muertes de mayores en residencias en los primeros compases de la epidemia de COVID ha vuelto a ocupar las críticas de la oposición a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en el pleno de la Asamblea de Madrid. Si el PSOE ha aprovechado el trámite para anunciar que llevará la ley que lamina el Consejo de Transparencia de la Comunidad de Madrid y otros mecanismos regionales de fiscalización, Más Madrid ya ironiza con que si los tribunales acaban obligando a Ayuso a publicar las actas de inspecciones a residencias, estas desaparecerán en un “incendio” o por otra causa “misteriosa”. La líder madrileña ha vuelto a optar por el despeje largo a las críticas. No es el PP quien oculta, sino Pedro Sánchez, y las críticas buscan un “circo” sin base. De paso, ha vuelto a achacar veladamente a Catalunya la crisis del agua.
El PP ha eliminado la capacidad sancionadora del Consejo de Transparencia, pero se refugia en que es de aplicación la ley estatal sobre la materia, menos exigente de lo que era la madrileña hasta su rebaja. A partir de esto, Ayuso se ha revuelto: quien verdaderamente oculta es Pedro Sánchez, de cuyo libro no se conoce el coste ni, genéricamente, “se sabe lo que ha negociado con nadie”. Ayuso asegura que el PSOE madrileño tuvo acceso a las actas policiales sobre inspecciones a residencias que niega a un particular, pero fuente socialistas alegan que no pudieron consultarlas todas. “¿Le teme al escarnio público o a la responsabilidad penal?”, se peguntó la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot. La diputada María Pastor, del mismo grupo, ironizó después con que los documentos puedan desparecer “en un incendio” o de forma “misteriosa” si la Justicia obliga a publicarlos.
Ayuso volvió a defender su gestión, aprovechando para criticar veladamente a Catalunya. Si el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, tachó de “absolutamente indecente” vincular la sequía con los toros, como hizo Ayuso la semana pasada, la presidenta madrileña insistió en la crítica: “Hemos destinado años de trabajo a gestionar el agua para que no se perdiera una gota y no hemos estado a hacer política para arremeter contra el resto del país”.
Protesta por la sanidad y la educación a las puertas de la asamblea
Madrid destina menos inversión por habitante a la atención sanitaria primaria que las demás comunidades autónomas, según el cálculo de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. El malestar derivado de esto, sumado a la polémica por el cobro a estudiantes de Formación Profesional sanitaria para realizar prácticas en hospitales concertados, llevó a decenas de personas a protestar ante las puertas del legislativo regional. Bergerot se lo echó en cara a Ayuso, pero la presidenta lo achacó a un discurso “apocalíptico”. “Vamos a seguir trabajando para que todos los alumnos de FP tengan sus prácticas”, concedió. Sobre sanidad, prefirió centrarse en el récord de mamografías —200.000, el año pasado— y evitó referirse a la atención primaria.
Los fondos destinados a publicidad institucional también ocuparon brevemente a Ayuso, a raíz de una pregunta de Rocío Monasterio, de Vox, que la acusaba de tener “comprados” a los medios de comunicación, a los que dedica, según dijo, cuatro veces más, proporcionalmente, que el Gobierno estatal, e incluso reciben periódicos de fuera de Madrid. Son campañas “normales, no políticas”, replicó la presidenta, que acusó a Vox de “victimismo” y de incluirla en el pelotón de los “progres”.