La campaña del PP en Madrid: una cruzada contra los atascos de Carmena y los okupas si te vas dos días de casa
La campaña madrileña empieza a calentarse. El éxito o el fracaso de la próxima cita electoral se medirá en gran medida por lo que ocurra en la capital. Sobre todo para el PP, al que solo le queda una alternativa para resistir a la debacle del 28A: mantener la Comunidad y recuperar la ciudad. El líder, Pablo Casado, no quita ojo estos días a los mítines madrileños, que comienzan a subir de tono según avanza la campaña. Quedan aún diez días.
Los discursos de los candidatos, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, transitan por la misma línea de puntos desde hace días: el pánico frente a la ocupación ilegal “si te vas dos días de casa”, la vinculación de los que cometen estos delitos con el equipo de Manuela Carmena que los “alienta” y la vuelta de los atascos a la ciudad –inmortalizados en vídeo y lanzados a las redes– una vez que Madrid Central está totalmente implantado. El tándem ha olvidado, al menos en estos primeros días, los ataques a sus adversarios de derechas y se concentra en batir a Más Madrid a toda costa mientras les acusa de moverse “en el barro” y emplear la “estrategia del miedo” para movilizar el voto.
Pese a que la Fiscalía constata con datos que la usurpación de viviendas está en remisión, el asunto ha dado alas al PP para trazar una ofensiva múltiple contra sus adversarios políticos que empieza por señalar a la alcaldesa y a su concejal de Seguridad, Javier Barbero, por “alentar” los delitos de ocupación ilegal y termina por vincular el apuñalamiento de un chico en las fiestas locales de San Isidro con la eliminación por parte del equipo de Carmena de las unidades de antidisturbios de la Policía Municipal, pasando por alarmar, entre medias, a la población por la llegada de okupas sin control a sus hogares.
La cuestión de la “seguridad”, pilar del discurso conservador, ha atravesado los primeros días de campaña del PP, que ha reivindicado la “función represiva” de los agentes de la ciudad. El fulgor de la precampaña ya dejó imágenes curiosas como un Almeida acudiendo a hacer campaña contra la ocupación ilegal a las puertas del centro autogestionado La Ingobernable, que el Gobierno municipal ha intentado desalojar en varias ocasiones sin éxito.
El edificio estaba vacío tras ser cedido por la alcaldesa Ana Botella por 75 años a una fundación que prometió un museo pero no hizo nada en años. “No es casualidad que Manuela Carmena haya pagado un millón de euros de los madrileños para que La Ingobernable siga en un edificio de titularidad municipal okupado ilegalmente”, ha dicho este lunes Almeida, en referencia al presupuesto que tuvo que desembolsar el Ayuntamiento para deshacer el acuerdo que heredó de los anteriores gestores del PP.
En la excitación de los mítines también ha habido tiempo para retratar a la candidata de Podemos, Isabel Serra, como una aficionada a “quemar cajeros”. Una acusación que Serra ha devuelto esta mañana, afirmando que Ayuso “era el contacto del conseguidor de la Púnica”. “No es el mejor bagaje político para alguien que aspira a presidir una comunidad”, se ha reafirmado Díaz Ayuso este lunes en un acto en Alcorcón, donde ha prometido “datos” para apoyar su discurso de alarma sobre la ocupación ilegal de viviendas.
Los vídeos de Almeida
Los atascos, en otra tesitura pero con la misma intensidad, nunca se fueron del argumentario del PP. Almeida ha mantenido una batalla constante contra las medidas de movilidad de Carmena, pero ahora en campaña intenta mostrar los embotellamientos en directo. Ya sea caminando por la calle Mayor o subido a su moto.
El último vídeo, lanzado este domingo a las redes sociales y dirigido a los “odiadores profesionales”, mostraba un atasco de taxis y autobuses en las inmediaciones de la Puerta del Sol. El vídeo se colgó en Twitter a las 12.42 del mediodía mientras permanecía cortado a pocos metros, como cada domingo, el eje Prado Recoletos; y se estaba terminando de restablecer el tráfico tras restringirse por la Carrera de la Mujer.
Hace una semana, el candidato grababa otro vídeo en moto que terminaba con un pitido de alguien que le advertía de que, con la grabación, estaba ralentizando el tráfico. Solo unos días antes, su compañera y candidata, Isabel Díaz Ayuso, aseguraba que añoraba los atascos de los sábados por la noche porque hacían “especial la ciudad”.
