Las negociaciones entre Podemos e IU para integrarse en las listas de la Comunidad de Madrid están atascadas. Hay, según fuentes cercanas a la negociación, dos escollos principales que están retrasando el acuerdo: el número dos de la lista y los acuerdos entre formaciones en los municipios para concurrir juntos en mayo.
En la última reunión, mantenida este lunes, la dirección nacional de Podemos ha ofrecido a Izquierda Unida ceder el segundo puesto de la lista a la exdiputada de IU Sol Sánchez. Fuentes autonómicas y nacionales del partido dan por cerrado un “preacuerdo” que incluye el “compromiso” de dar el número dos a Sánchez y otros cinco puestos de la lista de 27 nombres. Pero el entorno del candidato, Iñigo Errejón, e Izquierda Unida niegan tal extremo y aseguran que aún “no hay nada cerrado”. “No se ha firmado nada”, añaden fuentes de IU.
En estas horas claves, el equipo de Errejón apuesta de momento por mantener en el número dos a Clara Serra, la portavoz parlamentaria en la Asamblea de Madrid y “una persona de confianza” del candidato, aunque da por hecho que este puesto es parte de las conversaciones y que, de confirmarse finalmente que pasa a IU, “va a tener un precio”. “También es una cuestión de imagen y no puede pasar como con Manuela”, aseguran fuentes cercanas a la negociación que se niegan a desbancar a Serra.
“Una independiente” de número dos
Desde la dirección autonómica indican que el equipo de Errejón, como vía alternativa a Sánchez, ha abierto la posibilidad de que el segundo puesto de la lista lo ocupe “una independiente”. Fuentes cercanas al candidato confirman que se han mostrado dispuestos a “escuchar propuestas de personas independientes por si hubiera alguna con la que estuviéramos de acuerdo”.
Izquierda Unida tenía que haber ratificado en sus órganos el acuerdo el lunes por la tarde pero, ante las discrepancias, ha dado una prórroga de 72 horas para cerrar estos flecos pendientes, de manera que en tres días las partes volverán a reunirse. “Quedan 72 horas fundamentales”, asegura el secretario de convergencia de IU Madrid, Álvaro Aguilera.
IU ha vuelto a poner la cuenta atrás en marcha, después del ultimátum de este lunes, y trata de desbloquear también como prioridad la situación en el resto de municipios. No solo en la candidatura regional. Para la formación, este punto es fundamental y no firmará un acuerdo sin incluirlo. Su objetivo pasa por llegar a un acuerdo global que vaya más allá del puntual para la lista de Errejón con la propuesta, además, de que en aquellos municipios donde se hayan atascado las negociaciones o no existan posibilidades de acuerdo entre las formaciones se celebren “primarias proporcionales”.
La candidatura de Manuela Carmena sigue empantanada aunque la dirección autonómica espera, según fuentes próximas a Ramón Espinar, desencallar el conflicto en los “próximos días”. Para la dirección autonómica, encargada de capitanear el encaje con IU también en los municipios, la prioridad es la lista regional y la de Madrid capital. Después, aseguran estas fuentes, harán lo mismo con el resto de municipios susceptibles de crear una apuesta conjunta.
“En estas negociaciones municipales se está avanzando. Se trata ahora de acordar en qué localidades los cabezas de lista serían de Podemos y en cuáles de IU. Una vez se cierre el acuerdo de Madrid ciudad, se entrará al detalle de los municipios”, dicen fuentes de la dirección autonómica que no concretan en cuántas localidades ya hay garantías de acuerdo para presentarse junto a IU en mayo.
En todo caso, el acuerdo que resulte tras estas 72 horas de impass tendrá que someterse a los órganos de cada formación. Es decir, pasar por el consejo ciudadano autonómico y el comité de dirección de IU regional. Además, una vez superados estos trámites, la dirección autonómica de Podemos convocará una consulta abierta a las bases para aprobarlo.
Este último episodio de desencuentros en la negociación evidencia que se mantiene la distancia entre el partido regional, encabezado por Ramón Espinar, y el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid. Las hostilidades continúan después del intento de coser las heridas que culminó con una candidatura conjunta entre ambos.