La vuelta al cole en la Comunidad de Madrid se está convirtiendo en un camino de obstáculos para familias, profesorado y directores de los centros educativos. Casi dos semanas después de que echase a andar el curso 2023-2024 en la región, el “caos” está reinando el inicio de de las clases por la falta de docentes, una incidencia generalizada en las becas comedor y por las obras inacabadas en numerosos de los centros públicos. “El cabreo es generalizado entre todas las direcciones de los centros de primaria y secundaria, nunca había habido tanta unanimidad en que este inicio de curso está siendo un desastre generalizado por muchos motivos”, asegura el director de un colegio público de Madrid que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.
Directores de centros de toda la Comunidad de Madrid, según ha podido saber elDiario.es, se plantean enviar un escrito de queja con remitente a la Consejería de Educación exponiendo los motivos de ese malestar generalizado que ha provocado la vuelta al cole. “Mediante el presente escrito queremos dejar constancia de las numerosas incidencias y disfunciones que están haciendo de este inicio de curso una tarea inabarcable para los equipos directivos de los centros que están asfixiados con toda la tarea administrativa que se les ha impuesto a principio de curso”, comienza el borrador del escrito al que ha tenido acceso esta redacción y que circula ya por los canales internos de comunicación de los directores. En el comunicado también reclaman “responsabilidades” por todos los problemas en este arranque escolar.
Una de esas tareas administrativas que denuncian está siendo la de gestionar la enorme incidencia que ha provocado el cambio en el sistema para la solicitud de la beca comedor. El Gobierno regional, en manos de Isabel Díaz Ayuso, decidió para este curso externalizar el servicio –hasta ahora gestionado por la propia consejería– a través de una concesión directa a una empresa privada. El resultado ha sido que cientos de familias han recibido la comunicación de que su beca había sido denegada por un defecto de forma.
El nuevo consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, reconoció este miércoles que el nuevo sistema implementado requiere “completar una serie de pasos administrativos y formalidades” que han provocado que muchas solicitudes se hayan tramitado con defectos de forma, como la falta del DNI o de la firma de los progenitores, por lo que se está contactando con las familias para subsanar estos errores.
María es una de esas madres que a principios de semana recibió con “enorme preocupación” la comunicación de que una de las becas –la de su hijo menor– había sido inadmitida. “Me dijeron que había sido un defecto de forma que había que subsanar, algo que me sorprendió porque la de mi hijo mayor había sido admitida y yo había presentado los mismos papeles”, señala. Para María, recibir la beca comedor “es muy importante” puesto que de ello depende “llegar o no a fin de mes” y lamenta “las dificultades” que desde la administración se ponen al acceso de este tipo de ayudas.
Desde CCOO Madrid, la portavoz del Área de Educación, Isabel Galvín, calcula que se han visto afectadas el 80% de las familias que han solicitado una beca. “Hay centros educativos donde el porcentaje asciende al 85% de los solicitantes”, lamenta, mientras explica que son los profesionales de los centros los que están teniendo que atender a las familias pese a la falta de recursos humanos para ello. “El curso pasado se dijo que se contrataría a más de 400 personas de personal administrativo pero ese refuerzo no ha llegado y los centros están gestionando las incidencias con muchas carencias”, señala.
También la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado (FAPA) de la Comunidad de Madrid Francisco Giner de los Ríos lamentaba este jueves el “elevado” porcentaje de exclusiones que se están produciendo en las solicitudes de becas comedor en la región. “Las familias están muy preocupadas porque muchas de ellas están notificadas como excluidas del proceso”, explica su presidenta Mari Carmen Morillas, quien añade que ahora se abre un periodo de subsanación en el que deben remitir la documentación que se les solicita, pero advierte de que “alguna es complicada”, como puede ser la de demostrar monoparentalidad mediante la sentencia de un juez. “Hay una casuística enorme”, añade.
Falta generalizada de docentes
El pasado lunes el consejero de Educación anunció que la Comunidad de Madrid adelantaría el coste del comedor para que todas las familias que han solicitado beca para este curso puedan hacer uso de este servicio hasta que se resuelva su expediente. La consejería espera que las incidencias se resuelvan hacia el 31 de octubre y explicó que si alguna de las familias solicitantes no cumple con los requisitos y no resulta beneficiaria, no tendrá que devolver el dinero adelantado por la Comunidad. “Se está dando instrucciones a los centros educativos sostenidos con fondos públicos para que ningún niño que lo necesite se quede sin este servicio y para que ayuden a completar los trámites burocráticos a las familias que lo precisen”, indicó la consejería en una nota de prensa.
Pero la incidencia con las becas comedor no es la única cuestión que tiene cabreados a los directores de los centros en el inicio del curso escolar. La falta de profesorado en los centros públicos de primaria y secundaria también está siendo generalizada, en esta ocasión, por un fallo informático que impide cubrir las vacantes, según explicó el propio consejero este jueves durante el pleno en la Asamblea de Madrid. “Hay una media de dos a cuatro profesores que faltan por centro y aunque hay que reconocer que el año pasado este sistema funcionó bien, este curso está siendo un drama”, explica el director de un centro del sur de Madrid.
Isabel Galvín, de CCOO, cifra las vacantes en “miles” y apunta a las prisas por empezar “antes que ninguna región” las clases “pasan factura”. “Está muy bien presumir de que eres la primera comunidad que empiezas las clases, el problema es que luego no tienen resueltos todos los recursos necesarios”, lamenta. “Se vende a la opinión pública que eres el primero en empezar pero la realidad es que todo son problemas”, añade.
Almudena, nombre ficticio de esta profesora de secundaria que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias, es una de las interinas afectadas por el fallo. El pasado curso escolar fue docente en un centro del este de la ciudad y su contrato se dio de baja el 31 de julio. Ahora esperaba poder empezar con el arranque de curso pero el error en la plataforma AReS, la que utiliza la Consejería para informar a los interinos de las bajas disponibles, la mantiene en paro. “Deberíamos estar trabajando ya y por el contrario estamos en casa sin poder hacer nada”, lamenta.
Otra de las novedades más anunciadas por el Gobierno regional es la bajada de ratios en el segundo curso de Educación Infantil 3-6 y en el primer curso de la ESO, que en los centros sostenidos con fondos públicos debía bajar de 30 a 25 alumnos. Aunque el consejero de Educación sacaba este jueves pecho de esta medida en la Asamblea de Madrid, desde CCOO desmienten que la iniciativa se haya llevado a cabo de manera generalizada en todos los centros de la Comunidad. “La falta de espacios, el exceso de alumnado por la escolarización tardía o la falta de docentes” lo ha impedido, apunta Galvín.
Obras sin terminar
A los problemas por las becas de comedor o la del profesorado aún sin cubrir, se suma la de los centros que a día de hoy tienen obras sin terminar. Es el caso del CEIP Doctor Federico Rubio, situado en Tetuán en la capital, donde las aulas de infantil y las clases comenzaron con seis días de retraso en un aula provisional y solo unos biombos separan a los niños de distintos cursos entre los 0 y los 2 años.
La extensión de la enseñanza infantil a la franja de 0 a 3 años dentro de centros de infantil y primaria fue una de las apuestas educativas de Ayuso para este curso, pero en muchos sitios la falta de espacio ha impedido que comiencen estas clases con normalidad. El cambio de modelo dejó también algún damnificado, pues ha supuesto el final de las Escuelas Infantiles que abarcaban los dos ciclos de infantil, entre los 0 y los 6 años, una minoría dentro de la red pública cuyo modelo tenía muchos valedores entre la comunidad educativa.
Este es solo un centro más con obras sin terminar. CCOO cifra el número en 35 centros. Otro de los casos más sonados se está produciendo en Valdemoro donde un centro de educación especial tampoco ha podido iniciar las clases con normalidad porque las obras están inacabadas.
La oposición lamentaba este jueves durante el pleno todas estas carencias. PSOE y Más Madrid hablaban de “caos” y de la “angustia” de las familias ante un “desastroso” inicio de curso. Las numerosas incidencias no han impedido que el jueves la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prefiriera hablar durante la sesión de control al Gobierno de Catalunya.