Vox solo reúne a un centenar de personas para intentar boicotear en Madrid el estreno de ‘Altsasu’ en el Teatro La Abadía

Víctor Honorato

18 de enero de 2024 20:45 h

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En torno a un centenar de personas han intentado esta tarde frustrar el estreno en Madrid de la obra de teatro ‘Altsasu’, que trata sobre el proceso en el que se condenó a ocho jóvenes por diferentes delitos de agresiones a agentes de Guardia Civil en 2018 tras una pelea en un bar de la localidad que da nombre a la pieza. Convocados por Vox, los manifestantes, la mayoría de edad avanzada, corearon consignas contra los “podemitas terroristas”, que deberían ir “a prisión” y otras gruesas descalificaciones contra el Gobierno a una veintena de metros de la puerta del recinto, acordonados por la policía nacional.

La Audiencia Nacional descartó el terrorismo en la sentencia a los acusados en Alsasua, pese a lo cual las penas impuestas finalmente por el Tribunal Supremo rozaron en algún caso los 10 años de cárcel. Representar una obra de teatro sobre aquel suceso no es legítimo para Vox, más aún si el foro que la alberga, el Teatro de La Abadía, en el barrio de Chamberí, recibe subvenciones del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Esto provocó que los gritos contra el gobierno no fuesen solo contra el estatal, como es habitual en las concentraciones de la extrema derecha, sino también contra el regional y el municipal. “Ayuso, Almeida, están en la comedia”, afeaban. Algunos portaban banderas de España y de la Guardia Civil.

Entre los concentrados había veteranos de las manifestaciones de Ferraz de los últimos meses contra el PSOE, como se destilaba de la conversación entre un agente del perímetro y un grupo de personas que pretendían protestar fuera de la zona considerada de seguridad, en una esquina entre la calle Fernández de los Rios y Vallehermoso. “Yo no sé lo que pasa en Ferraz. ”A mí no me achaque... ¿Usted me ha visto en Ferraz? Se lo digo de buena voluntad. Si quieren pasear, paseen“, se desesperaba el funcionario.

La manifestación se desarrolló sin incidentes salvo algún insulto cruzado entre paseantes, además de la aparición de una decena de personas portando pancartas a favor de la libertad de expresión. “No a la censura”, gritaban, en la esquina de enfrente a los convocados por Vox, hasta que la policía los acompañó a la esquina de la calle paralela. Enfrente del teatro está la residencia infantil Chamberí, cuyo personal se asomó por la ventana para contemplar la escena. El tráfico, abierto en principio, acabó interrumpido durante varios minutos.

“Menudo día llevamos”

Pasadas las 19.00 aparecieron los dirigentes de Vox Rocío Monasterio y Javier Ortega-Smith, representantes del partido en la Asamblea regional y en el Ayuntamiento. Monasterio adujo ante los medios que “la dignidad de las víctimas del terrorismo siempre estará por encima de la libertad”, mientras de fondo se oía “Otegi, cabrón, al paredón”. Ortega-Smith comparó la temática de Alsasua con hipotéticas obras que celebrasen “la apología del nacionalsocialismo”, aunque no dio ejemplos. “Aplaudimos el hecho de que no las haya”, dijo. Las entradas para el espectáculo estaban agotadas y los espectadores pudieron acceder al recinto sin mayores complicaciones. “Menudo día llevamos”, se encogía uno de los trabajadores que recibía a los asistentes en la puerta.