Cristina Cifuentes se ha presentado este lunes ante sus compañeros de partido como la víctima de una “cacería” de origen difuso que pretende destruirla “políticamente y personalmente”. La presidenta ha recurrido desde el plasma a esta “operación” como estrategia de defensa ante las irregularidades de su máster desveladas por eldiario.es. en su particular huida hacia delante. En este camino ha anunciado una querella contra eldiario.es mientras continúa sin aportar nuevas pruebas que despejen las contradicciones y las lagunas en los hechos, señaladas en quórum por la oposición.
No es la primera vez que Cifuentes o alguien de su partido echa mano de este tipo de argumentos. Mariano Rajoy describió en 2009 la trama Gürtel como una “trama contra el PP” que formaba parte de una estrategia del Gobierno para debilitarles. Ignacio González, imputado en el caso Lezo y señalado por la justicia como presunto cabecilla de una trama corrupta, denunciaba en 2015 una “cacería informativa” para que ni él ni Aguirre fueran candidatos. Y el grupo popular en la Asamblea de Madrid abandonó la comisión parlamentaria que investiga la corrupción con el argumento de que busca hacer “una causa general contra el PP”.
En esta ocasión, la presidenta ha mezclado en su discurso del “linchamiento” las informaciones de este medio con las acusaciones sin pruebas de Francisco Granados que la vinculan, por conocedora, con la financiación irregular del PP.
“Nada importa a quienes nos quieren debilitar a toda costa. Estamos viviendo el mundo al revés. Quienes intentamos combatir las malas artes, nos vemos señalados, perseguidos y calumniados”, ha dicho ante el comité ejecutivo regional este lunes, donde ha vuelto a erigirse en regeneradora de la vida política y víctima del “alto precio” que conlleva “abrir ventanas”.
Cifuentes no ha querido atribuir ese supuesto ataque, ni en su comparecencia Génova ni en las entrevistas en Onda Cero y Trece en las que se mostró también como objetivo. La misma estela discursiva ha seguido el número dos de Cifuentes en el Gobierno regional y portavoz, Ángel Garrido: “Sabemos que si nos atacan es porque somos las mejores”, señaló en declaraciones a la prensa el pasado jueves.
El vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado, ha descartado el “fuego amigo” en este caso frente a un discurso mucho más ambiguo de la presidenta autonómica. Cuando restan pocos meses para las elecciones, se complica la emergencia y escenificación de posturas discrepantes. Los cargos institucionales para 2019 están en juego.
El Gobierno madrileño se enroca en este discurso mientras pone en marcha el procedimiento judicial, convertido ahora en excusa para aportar más información sobre el caso que se llevará a los tribunales. Fuentes de su equipo aseguran que lo hacen por “recomendación” de su letrada.
Buscó “alternativas” para sacarse el máster
Las mismas fuentes han precisado este lunes que Cifuentes tuvo conversaciones con los profesores de la universidad cuando fue nombrada delegada del Gobierno en enero de 2012 para buscar “alternativas” a cómo seguir cursando el máster presencial. No precisan, sin embargo, en qué consistía esta flexibilidad: si podía ausentarse de las clases y presentarse solo a los exámenes, si había posibilidad de hacer las pruebas otros días... Una explicación que choca con la negación que hace la presidenta de haber recibido “trato de favor”.
Su equipo asegura, en este sentido, que demostrará que tuvo vínculos con la universidad con “varias citas” pese a que los alumnos confirman que nunca la vieron en clase y el profesor de la asignatura cuya nota se modificó extrañamente en 2014 , Pablo de Chico, dice que no la recordaba.
Mientras, el trabajo fin de máster continúa sin aparecer. La universidad dijo el viernes que lo estaba buscando. Los pasos que se siguen en las entregas de este tipo están protocolizados e incluyen varias copias y la subida a una plataforma informática. Sobre esta cuestión, el equipo de Cifuentes ha informado este lunes de que han trasladado a la URJC el permiso para publicar el trabajo.
La oposición reprocha el “victimismo”
La oposición ha forzado la comparecencia de la presidenta en pleno extraordinario el próximo 4 de abril, una iniciativa que ha intentado vetar por segunda vez el PP porque, a su juicio, que Cifuentes dé explicaciones en este formato en la Asamblea “no se ajusta a reglamento”.
A ninguno de los partidos, ni siquiera a su socio de investidura, les ha convencido este nuevo giro de los acontecimientos. “Con la presentación de la querella no se nos han aclarado las dudas. Lo que tengo a primera vista que es que es una información motivada, argumentada y seria la que se ha presentado hasta este momento”, ha expresado el portavoz del PSOE Ángel Gabilondo.
El líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado, ha criticado la “postura victimista de la presidenta, que suena al discurso de la cacería de Soria, Granados, Aguirre, González o el dimitido presidente de Murcia”. “Algo huele muy mal cuando Cifuentes se esconde y sigue sin dar explicaciones judicializando el asunto, denunciando al mensajero”, ha remachado.