El consenso deseado que quería Más Madrid como principal grupo de la oposición no fue al final posible y los grupos del Ayuntamiento de Madrid mostraron sus diferencias y su división a la hora de pactar un documento final con las conclusiones de la comisión de investigación sobre el supuesto espionaje a la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, que ha quedado definitivamente cerrada este martes. Sin embargo, Más Madrid y PSOE lograban llegar a un acuerdo transaccionado con Ciudadanos, socios del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida, para aprobar unas conclusiones comunes que recogen parte de las que previamente habían presentado por separado los tres grupos sobre lo que consideran que ha ocurrido en el Ayuntamiento de Madrid. Entre ellas, que Almeida obstaculizó con su actitud los trabajos de la comisión al no apoyar muchas de las comparecencias solicitadas, especialmente la de Ayuso.
Pero Ciudadanos se ha sumado también a la teoría de que dos de las personas de la máxima confianza de Almeida, miembros de su propio Gobierno, no actuaron correctamente: el concejal delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, que “se extralimitó claramente en sus funciones y competencias, participando personalmente en la reunión en la sede de la EMVS, dependiente del Área Delegada de Desarrollo Urbano, y participando en el interrogatorio a un empleado de esta empresa pública”; y el delegado del área de Vivienda, y presidente de la EMVS, Álvaro González, que “incumplió el Código Ético” de la empresa.
El documento dice que “ha quedado fuera de toda duda que la comisión de investigación tenía causa más que suficiente para su creación, al existir dudas razonables sobre si había habido un uso indebido de medios públicos para espiar a familiares de Díaz Ayuso o bien un intento”, como dejaron entrever algunos de los cargos que testificaron. No obstante, las responsabilidades políticas que se deriven de este este asunto “quedan pendiente de respuesta definitiva” dado que hay “muchas cosas sin aclarar”, según han destacado Más Madrid y PSOE.
En el texto transaccionado con Ciudadanos también se señala que “ha quedado acreditado por el propio alcalde, en su comparecencia de 9 de mayo de 2022, que la investigación interna existió, ordenada por él, y que se utilizaron medios materiales y humanos del Ayuntamiento de Madrid”.
El Grupo Mixto se abstuvo en la votación mientras el PP y Vox votaban en contra. Los de Marta Higueras y el PP mantuvieron sus propias conclusiones pero vieron derrotados sendos documentos, aunque anunciaron que los mantendrán vivos para su defensa en el Pleno del mes de junio. En lo único que se han puesto todos los grupos de acuerdo ha sido en las recomendaciones que han sido aprobadas “por unanimidad”. En ellas se propone que sean obligatorias las comparecencias ante las comisiones de investigación municipales por parte de los cargos públicos. En caso de ausencia se sugiere “el cese inmediato si se trata de personal eventual, ya sea un asesor o un directivo, y la apertura de expediente disciplinario si hablamos de personal laboral o funcionario”.
Villacís no se plantea una moción de censura
El desmarque de Begoña Villacís de Almeida no va a suponer que la vicealcaldesa se vaya a plantear, como le pide insistentemente el Grupo Mixto, la presentación de una moción de censura contra el alcalde, como corroboran fuentes cercanas a la propia dirigente de Ciudadanos. Pero políticamente supone todo un varapalo para el alcalde al que sus propios socios dejan prácticamente en soledad en estos momentos. Se da la casualidad de que el día anterior el alcalde se deshizo en halagos para Villacís durante un desayuno informativo al que asistió Ayuso y la vicealcaldesa de Madrid. Almeida o solo le agradeció el trabajo conjunto en estos tres años “turbulentos” y “muy difíciles” sino que le dijo que se siente “muy cómodo con Ciudadanos”. Incluso bromeó sobre su relación. “Tengo el matrimonio que no he tenido en mi vida real, aunque eso no signifique que no vaya a casarme”.
A su juicio, en ese tándem con Villacís ambos han puesto por encima de todo “el interés ciudadano frente al partidista” para impulsar a Madrid como la “mejor capital” de todas, una gestión de la que no paró de presumir a lo largo del desayuno destacando los numerosos logros que en su opinión ha conseguido su Gobierno para la ciudad.
Pese a la división que han demostrado los grupos, el debate final de la comisión ha transcurrido sin tensión. Miguel Montejo, portavoz de Más Madrid, en su intervención, ha destacado que hay motivos para la depuración de responsabilidades políticas que quedan abiertas ante los “indicios” de que hubo numerosas irregularidades y ha destacado la “falta de colaboración del alcalde Almeida, que se ha quedado solo”.
Desde el PSOE, Mar Espinar, ha comenzado reconociendo que “hemos fracasado y no hemos sido capaces de arrojar toda la luz que era necesaria” para esclarecer los hechos. “Ha sido una comisión complicada con muchas trabas donde han destacado más las ausencias”. Pero sobre todo ha insistido en que “ha quedado demostrado que el PP utilizó recursos públicos para sus intereses partidistas”. “El alcalde ha faltado a su palabra, ha habido muchos ataques personales y mucho nerviosismo”, ha destacado también.
El portavoz adjunto del Grupo Mixto, José Manuel Calvo, ha mantenido que la dimisión de Ángel Carromero, “no fue transparente” y que el regidor “mintió” sobre la supuesta investigación interna realizada en la EMVS. “Todos los miembros de la EMVS que han comparecido han negado la existencia de la investigación interna que Almeida aseguró haber iniciado. Es una nueva mentira del alcalde”, lamentan en Recupera Madrid.
Vox ni siquiera ha presentado su dictamen con su veredicto. El concejal del grupo de extrema derecha, Pedro Fernández, ha insistido en que la investigación “sobraba” y se podía haber hecho “a través de una iniciativa en el Pleno”. Por eso creen que es la “Comisión de la Nada” en la que los grupos de izquierda han “maquillado” los resultados dado que “no ha quedado acreditado que se haya realizado ningún tipo de espionaje con recursos municipales, ni siquiera que se haya contratado a ningún detective para una labor de espionaje”.
Los populares se han revuelto contra los demás grupos. Su portavoz, José Fernández, ha intervenido en el debate para lamentar que los grupos no hayan respetado las investigaciones de dos organismos que han realizado sus propias conclusiones: La Comisión de Ética de la EMVS, y la Oficina contra el Fraude y la Corrupción del Ayuntamiento de Madrid. El portavoz del PP ha acusado a la oposición de querer “montar un circo” y de “tener las conclusiones ya escritas”. A su juicio, la investigación se puso en marcha “solo para hacer daño al alcalde Almeida y al Grupo Popular”.
Horas antes de que se votaran los documentos, el propio alcalde de Madrid volvía a cargar contra la oposición a la que pedía que hiciera “un ejercicio de honradez” para decir “claramente que ni se produjo un intento de espionaje, ni hubo encargo y que no hubo uso de dinero público”.