La oposición redobla su ofensiva contra la concejala de Cultura por los titiriteros, tras la Cabalgata y la Memoria Histórica
![La concejal de Cultura y Deportes, Celia Mayer, en su despacho del Ayuntamiento de Madrid.](https://static.eldiario.es/clip/b4a4e7f9-63f5-4fd0-9541-82f54693f73e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
El inicio del 2016 está siendo convulso para el Ayuntamiento de Madrid, y en especial para la concejalía de Cultura, dirigida por Celia Mayer. Tras la polémica por la cabalgata de Reyes Magos y el error en la retirada de una placa considerada franquista, la concejala se enfrenta ahora a un investigación por parte del Consistorio por la actuación de una compañía de títeres en el Carnaval de Tetuán que ha acabado con dos de los artistas en prisión preventiva por enaltecimiento del terrorismo.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha sido la encargada de anunciar este lunes que el Ayuntamiento va a llevar a cabo una “profunda investigación” para determinar quién o quiénes son los responsables de que no se controlase el contenido de la obra de títeres. Carmena ha abierto la puerta a que esa investigación acabe con la destitución de la concejala de Cultura –o de cualquier persona de su equipo–, y no ha descartado que sea la propia Mayer quien presente su dimisión.
El PP ha ido más allá. Su portavoz adjunto en el Ayuntamiento, Íñigo Henríquez de Luna, ha presentado una denuncia en la que piden al juzgado que investigue los hechos y la posible “existencia de responsabilidad” de Celia Mayer “como responsable de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Madrid y presidenta de la empresa municipal Madrid Destino en la comisión del delito de enaltecimiento del terrorismo en calidad de cooperador necesario ya que sin su intervención el delito no podría llevarse a cabo”.
Celia Mayer se enfrenta así a su momento más complicado como edil del Ayuntamiento. La polémica con los titiriteros ha sucedido a la de la cabalgata de Reyes Magos.
Esa cabalgata estuvo rodeada de polémica desde el principio por la presencia de mujeres como reinas magas en algunos desfiles y la ausencia de animales. Pero fue la vestimenta de los Reyes Magos en la cabalgata principal lo que motivó una ofensiva del PP contra el Consistorio, ejemplificada en un tuit de la exdiputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo.
Mi hija de 6 años: "Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad."
No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás. #cabalgatatve
— Cayetana Alvarez Tol (@cayetanaAT) enero 5, 2016
Mayer restó importancia a la polémica y se mostró sorprendida de que los trajes de los Reyes Magos se hubiesen convertido "en una cuestión de Estado", por la que se llegó a preguntar a la vicepresidenta del Gobierno en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En aquella ocasión, Carmena salió en defensa de la concejal y aseguró que la cabalgata había respetado "la raíz cristiana" de la tradición.
Pero la polémica que más ha dañado la imagen de Mayer al frente del área de Cultura ha sido la generada a raíz del cambio de calles franquistas y, en especial, de la retirada de símbolos de la dictadura. El primer vestigio que se retiró por su vinculación con la dictadura, una placa en honor de unos monjes carmelitas fusilados, tuvo que ser colocado de nuevo.
El Ayuntamiento admitió su error al quitar la placa y, en consecuencia, paralizó la retirada de símbolos franquistas hasta la elaboración de un marco normativo que desarrollase la Ley de Memoria Histórica. En esta ocasión fue Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento, quien defendió en público a Mayer y rechazó que fuese a abandonar su puesto: "Los seres humanos cometemos errores".
El PP ha pedido insistentemente el cese de Mayer por este asunto, aunque sin el respaldo del resto de grupos municipales. La concejal de Cultura tiene previsto comparecer este viernes para dar explicaciones sobre este asunto y sobre el Plan Integral de Memoria de Madrid, encargado a la Cátedra de Memoria Histórica de la Universidad Complutense, y que también ha sido objeto de polémica.
Los populares han criticado que se encargue a esa Cátedra la confección del Plan, que recogerá los cambios en el callejero, y han denunciado la existencia de diversos errores tanto en la lista del callejero franquista como en los monumentos relacionados con la dictadura que el Ayuntamiento quiere retirar.
Esa presión sobre la concejal para que abandone su puesto ha aumentado considerablemente tras la actuación de los titiriteros en el Carnaval del barrio de Tetuán. La oposición, antes dividida sobre su continuidad, es ahora un bloque: PP, PSOE y Ciudadanos reclaman su destitución. Los populares han dado hoy un paso más y han pedido a los socialistas que retiren a Ahora Madrid el apoyo que les permite gobernar la capital.
Además, por primera vez, la alcaldesa ha dejado abierta la posibilidad de que la concejal abandone su puesto, por iniciativa propia o como consecuencia de la investigación abierta por el Ayuntamiento. Aunque ha mostrado su apoyo a Mayer, ha recalcado en varias ocasiones que no es seguro que vaya a continuar. "Es muy importante que veamos si ella puede seguir, si desea seguir o si es lo mejor que siga en este equipo", ha añadido.
La distancia entre las dos ediles de Ahora Madrid se ha evidenciado a cuenta de la denuncia presentada por el Ayuntamiento contra los titiriteros. Mientras Mayer abogaba por su retirada, Carmena lo ha rechazado argumentando que el contenido de la querella se centra en el incumplimiento del contrato por parte de la compañía Títeres desde Abajo.
La investigación abierta ahora determinará en qué punto falló el control, quién es el responsable de no haber advertido que el contenido de la obra no era apropiado para representarla delante de unos niños. Carmena ha aclarado que se depurarán responsabilidades tanto en el área de cultura como en el distrito, a cuyo frente se sitúa la concejal Montserrat Galcerán.
Si Mayer finalmente abandona su puesto, será la segunda concejal de Cultura que lo hace desde que el pasado mes de mayo Ahora Madrid se hizo con el bastón de mando de la capital. Guillermo Zapata, designado en un primer momento para ese puesto, abandonó tan solo unos días después de ser nombrado a causa de sus chistes en Twitter.