Un colegio de élite dentro de otro colegio público. La Comunidad de Madrid va a instalar una Escuela Europea Acreditada (EEA) –unos centros destinados preferentemente a los hijos de funcionarios europeos– dentro de las instalaciones del Ramiro de Maeztu, en el distrito de Chamartín. Este nuevo centro tendrá, como el Ramiro, Primaria y Secundaria.
La EEA empezará a funcionar este mes de septiembre de manera progresiva. La idea es que sea línea dos (dos clases por curso), de manera que cuando esté a pleno rendimiento supondrá que el Ramiro tendrá 12 grupos más en cada etapa (Primaria y Secundaria), 24 en total. Este primer año de funcionamiento se abrirán los niveles equivalentes a 1º y 2º de Primaria y 1º de la ESO para un total de 100 nuevos alumnos. Cada grupo de Primaria tendrá 15 alumnos y los de Secundaria 20, según ha informado la propia Comunidad de Madrid –la mitad de la ratio máxima legal y de la que tiene el centro, que cada año tiene más demanda que oferta–.
La Consejería asegura que la creación de un centro segregado dentro del Ramiro no le afectará: “Se reorganizarán espacios de la última planta del pabellón A y se crearán aulas polivalentes, que serán de uso común”, según la nota en la que el colegio traslada a las familias las explicaciones de la Consejería. Según Educación, la EAA aporta “una nueva tipología de enseñanza pública, que hasta el momento la enseñanza madrileña no tenía, atendiendo a las necesidades educativas que los hijos de funcionarios de instituciones europeas precisen para poder acceder o continuar su formación en otros países”.
Este centro será el primero de su tipo en España (acreditado, esto es, insertado dentro de un colegio), que sí cuenta con una Escuela Europea propia en Alicante. Estos colegios son centros educativos creados conjuntamente por los gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea. Están pensadas para hijos de funcionarios europeos, que tienen prioridad en la admisión junto a otros colectivos, como las familias de la OTAN, etc. Para todos ellos es gratis. Después, si quedan plazas libres, se puede apuntar cualquiera “que cumpla un perfil determinado”, según ha explicado la Comunidad de Madrid, que les ha dicho a las familias que el centro será público para todo el mundo.
Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Educación de CCOO, denuncia que “el proceso se está haciendo sin transparencia. No se ha informado al profesorado ni a las familias con claridad y no se están siguiendo los procesos de trámite que marca la ley ni en materia de negociación colectiva ni de procedimiento”. CCOO, asegura, está siguiendo el proceso y su equipo legal estudia el trámite que ha seguido la Comunidad por si hubiera alguna irregularidad.
Este periódico ha trasladado varias dudas respecto al futuro funcionamiento de la escuela a la Consejería de Educación, como el gasto que supondrá, si le costará dinero a la población normal (si en algún momento quedan plazas libres) o quién va a dar clase, cuestiones que la Consejería no ha contestado.
“La realidad es que no caben”
La comunidad educativa del Ramiro de Maeztu está inquieta, según han trasladado algunos docentes a este diario. El centro ya está saturado, explican fuentes del claustro, tanto el colegio como el instituto. El profesorado no sabe dónde se van a meter esos nuevos grupos y teme que acabe siendo a costa de la oferta pública. Una oferta pública que, recuerdan, es limitada en el distrito: solo hay dos IES públicos, el Ramiro y el Santamarca. “La realidad es que no caben”, sostiene un profesor del centro y han insistido las familias durante una reunión informativa en la tarde del jueves. “Si no construyen nada nuevo –y conocemos el modus operandi de la Comunidad, que nunca invierte en Educación– por mucho que saquen espacio de donde sea acabarán quitando líneas [de lo público] antes o después”, han explicado.
La Consejería ha tratado de tranquilizar a familias y profesorado del centro. David Cervera Olivares, director general de Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza, había explicado por la mañana del mismo jueves en una reunión extraordinaria del Consejo Escolar del Ramiro que el colegio del Ramiro seguirá siendo línea 3 (tres clases por curso). Nada ha dicho de la Secundaria (o nada refleja el documento de preguntas y respuestas que ha pasado la Comunidad y al que ha tenido acceso este diario), que es línea 6 en Secundaria y línea 13 en Bachillerato, que incluye
Respecto a la ubicación del nuevo alumnado, la Comunidad tiene “prevista una inversión importante para todo el complejo educativo” para adecuar el espacio, que según sostienen las familias será de un millón de euros. Isabel Galvín recuerda que una inversión de este tipo “deben ir en una memoria económica y se deben tramitar, gestionar y ejecutar según las normas”. En cualquier caso, ha añadido Cervera este jueves, las obras empezarán este mismo verano para dar comienzo a las clases en septiembre. Cervera ha añadido que “las reformas permitirán que otros espacios sean más versátiles para todo el alumnado del centro, no solo para los pertenecientes a la EEA. Se modernizarán las infraestructuras del centro creando espacios multifuncionales, que repercutirán en el beneficio general de todo el alumnado”. Esta afirmación incluye la biblioteca. CCOO advierte: “La biblioteca es obligatoria, según el Real Decreto de requisitos mínimos de centro. Esto de 'sacrificar' la biblioteca es una fantasía”.
El profesorado se ha tomado el anuncio de una inversión “importante” entre el escepticismo y la indignación, explica un docente. Por un lado dudan de que la Comunidad vaya a invertir. Por otro, si lo acaban haciendo, les parece un agravio comparativo que sí haya dinero para una escuela de élite, pero no lo haya habido en los últimos tres años y medio para reparar La Nevera, como se conoce en el centro el gimnasio escolar que se cayó durante el temporal Filomena y que nunca volvió a ser levantado. Pero la Consejería sí cuenta con este espacio ahora, según ha explicado Cervera a las familias y profesores.
Otra de las preocupaciones en el Ramiro es el efecto que puede tener la instalación de un centro de élite (hijos de funcionarios europeos) dentro de un colegio público. La Comunidad sostiene que no será un problema porque el Ramiro no es un centro público cualquiera. “El CEIP Ramiro de Maeztu ya es una escuela de élite, gestionada por la administración pública”, ha explicado Cervera en el Consejo Escolar.
Otro punto de fricción, en este caso quizá más con el profesorado, es qué profesores van a impartir las clases en la escuela dentro de la escuela. La Comunidad ha resuelto la duda: “Habrá una previsión de plazas por Comisión de Servicios en función de idioma y especialidades, previa convocatoria pública, en la que se especificarán los requisitos necesarios para acceder a ella. Habrá un total de 6 o 7 docentes que cubrirán, en un principio, tanto la sección de la EEA como el colegio”.
La Comunidad de Madrid ya emplea esta fórmula, las comisiones de servicio, en el IES San Mateo, donde implantó su programa de Bachillerato de excelencia. Y no le ha ido muy bien. En este modelo se designa al profesorado con un cierto grado de discrecionalidad, más como una empresa privada que una pública. En el caso del San Mateo le costó una reprimenda del Defensor del Pueblo por utilizar este modelo de contratación a dedo.