Un centro público para que los jóvenes con problemas de adicción a las nuevas tecnologías puedan tratarse. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha anunciado este martes que la región abrirá un espacio de estas características en enero de 2018.
El Consejo de Gobierno ha aprobado una inversión de 330.323 euros para la puesta en marcha de este centro, que estará dirigido a jóvenes de entre 12 y 17 años y a sus familias y que contará, en inicio, con seis terapeutas y un coordinador. “Viene a significar que desde la Comunidad de Madrid apostamos por las nuevas tecnologías pero también trabajamos para evitar los efectos negativos y el efecto que un uso inadecuado pueda tener en los adolescentes”, ha explicado Cifuentes.
El objetivo es que preste un servicio especializado de asesoramiento, prevención e intervención psicopedagógica a través de técnicas de terapia grupal combinada, con sesiones individuales de evaluación y atención específica y actividades formativas y divulgativas.
Las nuevas tecnologías, ha recordado la presidenta, tienen un gran potencial educativo y comunicativo, pero su uso inadecuado o abusivo puede acarrear consecuencias negativas para los adolescentes, entre ellas, aislamiento social, bajo rendimiento escolar, relaciones sociales insatisfactorias, acceso a contenidos inapropiados, contacto de riesgo con desconocidos, suplantación y/o pérdida de identidad, o problemas como ciberbulling, sexting y grooming.
Este servicio está dirigido a adolescentes que tengan su residencia en uno de los municipios de la Comunidad de Madrid y cuenten con la activa implicación de sus familias durante todo el procedimiento de intervención.
En el centro se trabajará mediante el desarrollo de procedimientos de terapia grupal con un mínimo de cinco miembros y un máximo de quince, con una periodicidad mínima semanal, acompañada por el seguimiento individualizado de la intervención con cada adolescente y complementada con la celebración de sesiones con la familia al objeto de devolver la intervención a las familias facilitándoles una orientación y el fortalecimiento del vínculo para lograr una mejor integración familiar y social que facilite la superación de los problemas presentes y futuros.
En la terapia grupal se trabajará el área comportamental (horarios, sueño, afectivo/emocional, miedos o complejos) el área cognitiva (toma de decisiones, conflictos o valores) y el área social (identidad social, grupos de referencia, estereotipos o prejuicios). Durante todo el proceso se contará con la activa participación de las familias.
El centro estará en la Plaza de Santa Cristina, en un edificio ya existente, contará con un coordinador, seis terapeutas (al menos dos con jornada completa) y un auxiliar administrativo a media jornada. La inversión de 330.000 euros se destinará a los gastos de personal y generales del centro, durante dos años.