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Un conflicto laboral enquistado lleva a la UCI pediátrica de La Paz a un “cierre técnico” y amenaza el programa de trasplantes infantiles

Víctor Honorato

17 de enero de 2024 15:45 h

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Un conflicto laboral enquistado ha puesto en jaque la unidad de cuidados intensivos (UCI) pediátricos del hospital materno-infantil de La Paz de Madrid, reduciendo al mínimo su funcionamiento y poniendo en riesgo el programa de trasplantes infantiles, uno de los más importantes del país. De un lado está el jefe del servicio, el doctor Pedro de la Oliva; del otro, la práctica totalidad de facultativos y demás personal sanitario del centro, además de la dirección, que hasta en dos ocasiones ha relevado de su puesto a De la Oliva tras los constantes enfrentamientos con los médicos del servicio, que lo acusan de “trato vejatorio” reiterado. La situación ha llevado hoy miércoles, según otros jefes de servicio del centro, a una situación de “cierre técnico” de la unidad por falta de médicos —de baja o que han renunciado a sus contratos—pero que la Consejería de Sanidad niega que sea tal. Varias decenas de sanitarios se han concentrado ante las puertas del hospital esta mañana para reclamar soluciones. 

El conflicto entre el doctor De la Oliva, con una larga trayectoria en el centro, y los médicos de su servicio explotó en 2020, cuando tras una investigación interna de los conflictos internos la dirección de La Paz decidió su cese. Un recurso judicial entendió injustificada la medida y mandó reincorporar en su puesto al médico, que retomó sus funciones el pasado septiembre. Desde entonces, la situación ha vuelto a deteriorarse, con más de la mitad de los 10 médicos del servicio de baja psiquiátrica y la imposibilidad efectiva de sustituirlos por otro personal. “Nadie quiere venir a la UCI pediátrica de La Paz”, asegura otra responsable de servicio.

Con este mar de fondo, la dirección del centro volvió a destituir el pasado diciembre a De la Oliva, en esta ocasión por su incapacidad en la gestión de los recursos humanos, pero de nuevo un juez ha suspendido el cese, de forma cautelar. El médico se reincorporó efectivamente ayer martes, y hoy miércoles por la mañana el servicio, que se había venido recuperando paulatinamente desde su marcha y había sorteado el periodo navideño sin incidentes graves, ha vuelto a venirse abajo y quedarse sin facultativos. 

Un “estrés insuperable” por culpa de un “talante personal”

Los sindicatos apoyan a los médicos disconformes, pero también los jefes del servicio del hospital. “Crea un estrés insuperable”, dice Ángel Aroca, jefe de servicio de Cirugía Cardíaca Infantil y representante de los médicos en la Junta Técnica Asistencial del Hospital de la Paz, que califica la situación de la UCI de “cierre técnico”. Se trata de “un jefe autoritario, que falta al respeto y vulnera la salud mental de los trabajadores”, considera Antonio Pérez Martínez, jefe de Oncología Infantil. Así hasta una decena de jefes de servicio —Nefrología infantil, Urgencias pediátricas, trasplante intestinal, neonatología, hepatología pediátrica o anestesiología, entre otros— coinciden en señalar los conflictos reiterados con el doctor. “Todos hemos tenido problemas con él. Es una cuestión de talante personal”, dice uno de ellos y corroboran los demás, asintiendo.

Que el conflicto esté judicializado dificulta la intervención automática de la Consejería de Sanidad, que además niega que la UCI pediátrica se vaya a cerrar “pese a la tensa situación laboral” y asegura que se están llevando a cabo “todas las acciones legales a su alcance para solucionar este conflicto”. Fuentes de la Consejería han añadido que el hospital “dispone de una UCI con muchas áreas que en ningún momento se ha cerrado”, en referencia a las unidades de adultos o neonatos, “y que garantizan la atención de los pacientes las 24 horas del día”.

La Consejería de Sanidad señala también que los ocho pacientes ingresados hasta esta mañana se están derivando a otros servicios, como la unidad de reanimación pediátrica o una unidad de recuperación posanestésica abierta a acoger pacientes en caso de necesidad. Pero los facultativos insisten en que no se están autorizando nuevos ingresos. 

La UCI Pediátrica atiende cada año a más de 900 niños en estado crítico de todo el territorio nacional y con una gran complejidad médico-quirúrgica, según datos de la Consejería. Trata diferentes enfermedades infantiles graves de muy elevada complejidad como trasplantes, cardiopatías congénitas, politraumatismos, accidentes, oncología, patologías metabólicas, enfermedades raras y graves, entre otras.