El consejero delegado de la EMVS dice en la comisión de investigación que no se contrató a nadie para espiar a Ayuso

Carmen Moraga

28 de marzo de 2022 18:37 h

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La comisión de investigación sobre el supuesto espionaje a Isabel Díaz Ayuso ha comenzado este lunes sus trabajos en el Ayuntamiento de Madrid con la única comparecencia de Diego Lozano, consejero delegado de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), desde donde diversas informaciones publicadas en los medios de comunicación apuntan a que se intentó contratar a una agencia de detectives para que buscara pruebas de posibles irregularidades de los contratos sanitarios cerrados por la presidenta de la Comunidad de Madrid en plena pandemia y saber si favoreció a su hermano Tomás.

Lozano ha negado uno a uno a todos los portavoces de los grupos de la oposición, Más Madrid, PSOE, Vox y Grupo Mixto, y también al del PP y Ciudadanos -que preside este órgano de investigación- que desde esa empresa pública haya habido “ni un solo contrato”, ni siquiera “de carácter menor” para llevar a cabo ese encargo. “Si se hubiera intentado no habría pasado ni el primer control”, ha afirmado tajante.

A la comisión también estaban citados este lunes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el aún presidente del PP, Pablo Casado; el ministro de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, Félix Bolaños; y los exministros del PP, Rafael Catalá y Alberto Ruíz Gallardón, que fue además alcalde de Madrid. Pero todos han rehusado acudir a declarar, con lo cual la primera sesión ha durado poco más de una hora en la que los portavoces uno a uno, y de menor a mayor, han ido preguntando al consejero delegado de la EMVS.

Lozano ha empezado su intervención relatando que supo por primera vez de esa trama el pasado 12 de enero, después de asistir a una reunión con los integrantes del área de Vivienda, tras la cual, el presidente de la EMVS, Álvaro González, le pidió que se quedara junto con el jefe de Comunicación, David Fernández, que dejó su cargo poco después de que saltara el escándalo. A ellos se unió luego sorpresivamente el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. Y los cuatro se quedaron a solas. Allí fue informado de “los rumores” que había sobre ese supuesto encargo para espiar a Ayuso, “probablemente por el departamento de comunicación”.

A partir de mediados de febrero, en torno al día 18, es cuando comienzan las pesquisas internas para comprobar si todo eso era cierto, algo que ha negado una y otra vez Lozano, argumentando que no se hubiera podido contratar a una agencia de detectives “porque no está en el objeto social” de la empresa. Desde entonces, ha insistido: “Nos hemos abierto en canal, nos hemos desnudado enteros dando todo tipo de documentación y de informes después de conocer esos rumores”.

El número dos de la EMVS ha relatado que esos contratos “no existen”, negando su participación directa o indirecta en la trama. “Ese encargo lo podría haber hecho yo, pero no lo he hecho ni lo haría”, ha dicho. Además, ha rpetido en varias ocasiones que es “imposible” porque hay numerosos controles interno en la EMVS que tiene que cumplimentarse hasta que a esos contratos se les da el visto bueno. No obstante, ha dejado caer que pudiera ser que “alguien a título particular” podría haber acudido a la agencia de detectives Mira, pero “pagándola de su bolsillo”, algo que desconoce. “La EMVS no tiene nada que ver con esto”, ha zanjado.

La oposición destaca algunas de sus contradicciones

En nombre de Más Madrid, el concejal Francisco Pérez Ramos ha ironizado sobre el hecho de que la trama se destapara por “un rumor infundado. ”Sí, un rumor infundado que ha provocado la caída de Casado, de García Egea, de Carromero...“, entre otros, lo que para su grupo solo demuestra que hay ”un bando dentro del PP“. ”Somos nosotros los que estamos sorprendido de la virulencia que ejercen dentro del PP unos contra otros“.

La portavoz del PSOE, Mar Espinar, ha hecho hincapié en que Lozano no dio la misma versión ante el Comité de Ética de la propia empresa municipal en donde las fechas que aportó de cuando se enteró y de cuándo indagó el caso no coinciden.

Espinar le ha preguntado en otro momento si las visitas que acuden a la EMSV se registran. “Si vienen en compañía mía o de algún consejeros, no”, ha reconocido el consejero delegado.

También le ha preguntado por qué no dio cuentas y explicó a todo el Consejo de Administración de la EMVS la reunión que mantuvo con el presidente y Carabante. Lozano se ha justificado diciendo que fue “una conversación que forma parte en el marco de confianza y confidencialidad”. Y aunque ha dicho que tampoco habló con nadie de aquella reunion, hay constancia de un WhatsApp que envió a una directora general.

También Mariano Fuentes, de Ciudadanos, grupo que preside la comisión,  ha destacado algunas contradicciones de fechas que ha aportado Lozano en su declaración  “Almeida dijo que estuvieron dos meses investigando” desde que se saltó el caso “y usted uno”, ha observado.  

A preguntas del portavoz del Grupo Mixto, José Manuel Calvo, Lozano ha señalado también que el jefe de comunicación del área de Vivienda, David Fernández, le anunció que dejaba su trabajo porque tenía “una tentadora  oferta laboral” que suponía algo mejor “para él y su familia”, pero que le negó que él tuviera algo que ver en la trama. 'No me voy por este escándalo pero no me voy a quedar por este escándalo“, le dijo. Sin embargo, él le advirtió de que si dimitía se incrementarían las sospechas ya que sabía que era el principal sospechoso del espionaje. Por eso ha aconsejado al periodista que acuda a declarar a la comisión, para disipar dudas.

Tanto el portavoz del PP,  como el de Vox han sido muy poco beligerantes durante el interrogatorio y se han limitado a dejar que Lozano expusiera sus argumentos exculpatorios.

El próximo día 4 de abril está citado a declarar Ángel Carromero, brazo derecho de Almeida, que dimitió de su cargo al día siguiente de la comparecencia del alcalde en la que el regidro dijo que había hablado con él y este le aseguró no estaba involcurado en las supuesta trama de espionaje. La oposición se pregunta “por qué dimitió entonces” y espera que no haga como los otros citados y se niegue a acudir.