El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, ha comparecido en la Asamblea de Madrid para dar cuenta de qué medidas iba a tomar su Gobierno para recuperar el prestigio de la Universidad Rey Juan Carlos tras el escándalo del máster de Cifuentes. Ningún consejero se ha quedado a escucharle y tampoco la presidenta regional, que cuya sillón ha estado vacío durante toda la intervención.
Van Grieken, que fue exvicerrector de esta universidad, ha resuelto la comparecencia repasando el proyecto de ley de universidades del Gobierno como vía para mejorar ese prestigio y ha acusado a la oposición de “utilizar la universidad como carnaza para cobrarse una cabeza política”. “Aquí todo vale cuando el premio es tan codiciado para hacerse con la presidencia de la Comunidad de Madrid sin pasar por las urnas”, ha afirmado el consejero, que señala a PSOE, Podemos y Ciudadanos por “montar una caricatura” de la Universidad Rey Juan Carlos.
El consejero se ha desvinculado de su responsabilidad de procurar el prestigio de las universidades públicas aludiendo a la autonomía. “En lo que concierne al prestigio, de nuevo, corresponde a las propias universidades, en su conjunto y sobre todo de manera individual, labrarse el mismo”, ha afirmado, ante las caras de incredulidad de los diputados de la oposición. “El Gobierno solo puede contribuir a crear un marco en el que ésta pueda ejercer sus distintas misiones de manera más eficaz”, ha justificado.
“Está diciendo que no es responsabilidad suya aumentar el prestigio de las universidades. Usted como consejero tiene que aplicar una serie de medidas que permita prestigiar la universidad”, le ha respondido una diputada de Ciudadanos.
La oposición ha criticado a Van Grieken por emplear la comparecencia para “contar su ley”. “Ha sido vergonzoso”, le han espetado los socialistas. “La manera de proteger el prestigio es no provocar el desprestigio”, han resumido.
En la misma línea, desde Podemos le han afeado que “no ha dado ni una sola explicación de qué va a hacer para proteger el prestigio y la independencia de la URJC”. “Ustedes no pueden esconder el pasado de esa universidad. Es la universidad de los escándalos”, ha dicho el diputado Eduardo Fernández Rubiño, cuyo grupo ha solicitado la comparecencia.
Van Grieken ha dedicado su turno de réplica a defender a los trabajadores, enumerar la posición de la URJC en rankings internacionales, destacar su elevado número de alumnos y recordar algunos proyectos que, a su juicio, hacen de ella una universidad que se ha “creado un lugar propio y diferencial” en Madrid pese a ser “la más joven”.