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El juez de la Púnica imputa a Aguirre y Cifuentes por la financiación irregular del PP de Madrid
Cristina Cifuentes ha reaparecido este lunes ante los focos dieciséis meses después de su dimisión por el escándalo de su máster fraudulento. “Llevo un año y medio callada escuchando las mentiras que se han dicho y creo que es el momento de contar algunas cosas”, comenzaba su entrevista en Telecinco la expresidenta regional. Cifuentes ha hablado del máster, del vídeo de las cremas que impulsa su salida del Gobierno regional y de su imputación en el caso Púnica, el macrosumario de corrupción que investiga la financiación irregular del PP de Madrid. Un “calvario judicial”, ha dicho, que ha achacado a las “cloacas del Estado”.
“Mantengo que he dicho la verdad en todo momento, está pendiente de juicio y no voy a entrar en detalles”, ha asegurado la exregidora madrileña respecto a su máster, destapado por eldiario.es en marzo de 2018. Tras 35 días de informaciones sobre su máster, la estocada se produjo por un vídeo en el que se veía a la entonces vicepresidenta de la Asamblea pillada con cremas en su bolso, que ha defendido, “fue algo planificado en un despacho y ejecutado de una manera matemática. Cifuentes ha culpado al ”fuego amigo“ (su partido) y a un empresario con ”un interés económico que quería recibir un dinero de la Comunidad de Madrid“ de su difusión en los medios de comunicación.
Para Cifuentes su caída se fraguó por “ser implacable contra la corrupción”, al llevar el caso Lezo ante la Fiscalía Anticorrupción, una trama de corrupción en la que uno de sus principales imputados es su antecesor Ignacio González: “Había personas que me la tenían jurada”. “Enfrentarme a las irregularidades del Canal y del caso Lezo han sido el origen de muchos problemas que he tenido”. “¿Hubo fuego amigo del PP? Sí, hubo fuego amigo del PP”.
La exregidora de Madrid también lo achaca a que en el PP se le veía “como una sucesora de Rajoy”. “Cómo es posible que se grabe el vídeo de manera ilegal y se guarde de manera ilegal. Se han valido de las cloacas del estado”, ha defendido.
Cifuentes ha lanzado críticas veladas contra el presidente de su partido, Pablo Casado, del que ha dicho que nunca la llamó tras su salida del PP. La expresidenta regional ha dicho, en clara alusión al máster de Casado, que su “calvario judicial” lo podría haber evitado “si no hubiera renunciado a mi aforamiento”. “La causa del máster habría recalado en el Supremo que lo habría archivado”, ha afirmado en alusión al mismo título que también posee el presidente del PP y que fue archivado por el alto tribunal.
Cifuentes ha señalado que tomó la decisión de marcharse porque creía que era “lo mejor para el proyecto político” que ella defendía en ese momento. “Yo no me voy por el famoso vídeo de las cremas. Ya tenía la decisión tomada de renunciar varios días antes”, ha reiterado.
La expresidenta regional ha defendido que los dirigentes de su partido “con carácter general” no se portaron bien con ella después de su salida de la política. “En el momento en el que una persona queda señalada, se la aparta como si fuera poco menos que la peste. Es una cosa muy curiosa, incluso por parte de personas que me lo deben todo políticamente y es si no te visto no me acuerdo”, ha desgranado.
Cifuentes concede esta entrevista una semana después de su imputación en la trama Púnica, de la que ha dicho “ha sido un mazazo”. “Creía que no se iba a producir, con Púnica no tengo nada que ver. Mi imputación en la causa me disgustó enormemente, me sorprendió porque durante esos años en el PP no tuve nada que ver ni con la gestión económica y con la gestión de sus campañas electorales”, se ha defendido Cifuentes.
La expresidenta madrileña declarará el próximo 1 de octubre por el contrato de la cafetería de la Asamblea de Madrid al empresario Arturo Fernando, que se realizó cuando ella era vicepresidenta de la Cámara y responsable de la adjudicación. Cifuentes ha defendido que en todas las mesas de contratación en las que estuvo se atendió “al cien por cien de los requisitos técnicos”, que no modificó “ni una sola coma ”ni participó en “la elaboración de los pliegos”.
Los informes de la Guardia Civil acusan la expresidenta de haberse saltado los trámites en la adjudicación de la cafetería de la Asamblea de Madrid al grupo Cantoblanco, propiedad del empresario madrileño Arturo Fernández. Los agentes de la UCO sembraron dudas sobre la puntuación que se dio a la oferta del empresario, íntimo amigo de Aguirre desde que ambos eran alumnos del Colegio Británico, y apuntó a irregularidades en la composición de los órganos de contratación.
Por ese contrato, Fernández habría entregado dinero a Fundescam (fundación creada por el PP de Madrid en el año 2000) que fue utilizado para financiar campañas electorales del PP. Los informes policiales destacan que la entonces vicepresidenta de la Asamblea de Madrid era también miembro del comité de campaña del Partido Popular y patrona de Fundescam.
El juez de la Púnica imputa a Aguirre y Cifuentes por la financiación irregular del PP de Madrid