“Vox es una respuesta a la ultraizquierda y al poder absoluto de la izquierda, pero también fruto de que nosotros muchas batallas no las hemos dado”. La candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho autocrítica en relación a su partido sobre cómo ha atendido en estos años “a las corrientes con principios más conservadores”. “Ha habido veces que no se han sentido atendidas y eso ha hecho que parte de nuestro electorado se sintiera alejado”, ha afirmado en un desayuno informativo organizado por Vanity Fair, en el que ha subrayado que el partido se había “relajado” en este sentido.
Díaz Ayuso asume que “parte” del electorado del PP “está sopesando votar a Vox” y pide analizar “en qué nos hemos podido equivocar para que esto suceda”. “Nos hemos centrado en la gestión económica y hay debates que hemos dejado de dar y eso se nos ha vuelto en contra. No hemos explicado las cosas y hemos dejado batallas arrinconadas. Quiero que ese electorado vuelva a casa”, ha remachado sin concretar cuáles son los temas concretos que han dejado de lado por la “urgencia” de tomar medidas contra la crisis económica.
La candidata también ha valorado la fuga de compañeros de partido hacia Vox. El último, conocido este martes, un concejal de su número dos de la lista, Ignacio González Velayos, que dimitió la semana pasada de su cargo en el Ayuntamiento de Alcorcen y ocupa el puesto 21 de la lista de Vox a la Comunidad de Madrid.
“Vox no puede hablar de principios cuando incluye en sus filas a personas que vienen del partido a quien tanto están criticando. Si se van en momentos difíciles, entiendo que sea cuestión de principios; si te pasas a Vox porque después de 35 años no estás en política, la respuesta es otra. Hay muchos egos y nadie es eterno en política”, ha señalado, sin nombrar a un exconcejal popular, Fernando Martínez Vidal, que ha estado más de dos décadas como edil en el Ayuntamiento y ahora se presenta por la formación de Abascal.
Díaz Ayuso se ha distanciado de la extrema derecha de Vox porque a, su juicio, “no se puede hacer guerra santa de la política”. “Si gobernara Vox, vivíamos sin autonomías, sin parlamentos, cosa que yo no comparto”, ha dicho. En este sentido, ha insistido en que no cree “en las revoluciones” ni que “todo haya sido un error” en la gestión de su partido y ha defendido que “hay futuros votantes de Vox” que no reconoce en el PP. “Nunca hemos defendido el tema de las armas, por ejemplo. Creemos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, ha señalado.