La gerencia asistencial de Atención Primaria de Ayuso se deshace en plena crisis por la reorganización de las urgencias extrahospitalarias. Si la semana pasada tuvo que sustituir a la máxima responsable, este jueves ha dimitido la segunda de su organigrama. La gerente adjunta de asistencia sanitaria, Nuria Fernández de Cano, ha renunciado a su cargo en pleno caos por la reapertura de los servicios de urgencias cerrados por la pandemia y que la Consejería de Sanidad ha intentado poner en marcha con el personal de los Servicios de Atención Rural (SAR) y voluntarios, según ha confirmado la administración.
Precisamente, bajo la batuta de Fernández de Cano estaban hasta ahora las direcciones asistenciales, que son las encargadas de gestionar los centros de salud y los consultorios de la Comunidad de Madrid. Estas fueron las responsables, la semana pasada, de trasladar al personal de los ambulatorios la solicitud de voluntarios para las jornadas complementarias con las que Ayuso pretendía cubrir las plantillas. Un plan que, desde la reapertura de estos centros el pasado 27 de octubre, ha dejado al descubierto sus fisuras, con servicios sin médico o enfermera en los que no se ha podido prestar la atención prometida, con equipos completos.
El vicepresidente de la Comunidad, Enrique Ossorio, aseguró este miércoles que “más del 90% de los centros han contado con el personal sanitario, es decir, médico y/o enfermera”. Pero el segundo de Ayuso en el Gobierno no ha especificado cuántos han funcionado con personal de medicina y enfermería. Una información que tampoco han facilitado desde la Consejería de Sanidad ante las preguntas de este medio.
La presidenta había reconocido este mismo jueves que “el 60% de bajas sobrevenidas [de sanitarios] no han ayudado los primeros días” y ha acusado a la izquierda de “boicotear una y otra vez” la sanidad pública madrileña. Sin embargo, las bajas sobrevenidas le llegan a Ayuso también de entre su personal de confianza. Porque la dimisión de Fernández Cano se suma a la de la gerente asistencial de Atención Primaria, Sonia Martínez Machuca, que presentó su dimisión a mediados de octubre “por motivos médicos y personales”, según informó entonces la propia Consejería.
“La nefasta gestión sanitaria de Ayuso es insoportable hasta para los suyos”, escribía en su cuenta de twitter la coportavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto. La líder de la oposición, Mónica García, también se ha pronunciado: “Mientras Ayuso dice que las urgencias ”funcionan a pleno rendimiento“, dimite la Gerente Adjunta de Atención Primaria. Un nuevo alto cargo que salta del barco. Pleno rendimiento de chapuzas y dimisiones”.
Más Madrid ha presentado este jueves una denuncia contra las gerencias de los Servicios de Urgencias Extrahospitalarias y del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ante la dirección general de Inspección, ordenación y estrategia sanitaria por un “presunto incumplimiento de la normativa reguladora sobre funcionamiento y autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios” por el caos organizativo de los últimos días.
“Desde el inicio de su funcionamiento, y no por incidencias sobrevenidas, han sido numerosas las deficiencias organizativas (comunicaciones sobre el servicio a horas intempestivas, modificaciones de plantillas) y de dotación de efectos personales (falta generalizada de médicos, personal de enfermería y celadores)”, indica el escrito.