Los directores de instituto de Madrid denuncian que cada centro tiene cuatro profesores de baja por COVID a diario que no se cubren
“Estamos solos”. Esteban Álvarez, presidente de Adimad, la asociación de directores de instituto de Madrid, ha cargado duramente este miércoles contra la gestión educativa de la Comunidad de Madrid durante la pandemia y ha dibujado un panorama preocupante –según su descripción– en los centros, que se sienten abandonados por una Consejería que nunca les ha consultado para tomar medidas sino que las ha impuesto, que no está al otro lado del teléfono cuando hace falta, donde los protocolos cambian y no responden a las necesidades de los centros y no llegan los medios tecnológicos ni sanitarios prometidos ni se sustituyen las bajas de profesores, según ha denunciado.
Álvarez ha desglosado una serie de problemas acuciantes que sufren a diario para los que no encuentran solución. El quizá más grave, ha explicado, es que cada instituto está teniendo de media 4-5 profesores de baja por COVID cada día que no se sustituyen (sean positivos o sospechosos de serlo, mientras esperan el resultado de las PCR), a los que hay que sumar las bajas habituales por otras razones, que en otoño suelen ser relativamente altas. “Esto iba a requerir una agilidad en las sustituciones tremenda, había que tenerlo muy preparado. No es fácil conseguir profesores para tantos centros”, admite Álvarez. “Había que priorizar para que no se pierdan más horas lectivas”. No se hizo.
A estas bajas y los problemas académicos que conlleva la falta de docentes se suman las de los alumnos, otras tres o cuatro al día, que conforman un problema sanitario en los centros. “Esto implica un número de casos al día que obliga a ese miembro del equipo directivo nombrado como responsable COVID a estar todo el día no haciendo su función principal, sino a ejercer prácticamente de rastreador”, explica Esteban. Sin embargo, estas bajas no se traducen en cierres de aulas porque el protocolo no lo contempla así: como en Secundaria no hay “grupos estables de convivencia” y los alumnos tienen que llevar mascarilla, no se consideran contacto estrecho de un posible caso positivo.
El problema se agrava, ha explicado Álvarez, con una Consejería de Educación ausente. “Queremos que el contacto con la Dirección General de Salud Pública funcione”, ha pedido en alusión a esa línea telefónica a la que deben llamar los colegios pero que comunica sin parar porque cuenta con tres profesionales para atender a más de 4.000 centros. “Necesitamos una respuesta en tiempo y forma a los problemas de los centros, que son muchos. Y no nos vale personal administrativo, necesitamos personal sanitario”, ha añadido.
La contratación de este personal sanitario para los centros (solo han llegado 30 de las 300 enfermeras previstas) y que les permitan utilizar las plataformas tecnológicas que consideren (la Comunidad de Madrid ha vetado el uso de las herramientas de Google en los centros públicos) son otras de las reivindicaciones de Adimad. “Tenemos la sensación, con casos como estos, de que no nos están dejando trabajar”, lamenta Álvarez.
Adimad sostiene que la Comunidad tampoco ha distribuido los medios que había prometido, a excepción del profesorado (aunque este llegara a última hora). “A nivel académico se ha establecido la semipresencialidad a partir de 3º de la ESO, lo que requiere una serie de medios que no disponen los centros. Se habló de 70.000 dispositivos y 6.000 cámaras. No han llegado ni uno. Se habló de la mejora de las redes de los centros. No se ha producido. Estamos compitiendo entre nosotros por los geles, las alfombrillas sanitarias, teniendo que ir a polígonos a comprarlas”, ha descrito.
La falta de medios informáticos está afectando a la docencia, que se estableció semipresencial a partir de 3º de Secundaria. “Estamos teniendo los mismos problemas que en junio, pero con un problema añadido: hay que atender a los alumnos en casa y clase. No hay instalación ni medios para mantener la activiad lectiva con los alumnos en el aula y su casa. No hay redes e infraestructuras. Estamos prestando nuestro material informático [de los centros], pero como tenemos alumnos en el instituto también los necesitamos nosotros”, explica el representante de los directores madrileños.
Álvarez ha dibujado un panorama en el que la Consejería va a la suya desde la primavera, sin consultar las medidas con los afectados, como se ha hecho en regiones como la Comunidad Valenciana, y que va cambiando de opinión según van pasando los días. En el que todo llega tarde y mal. Una consejería que en primavera les comunicó (no negoció) unos criterios para la vuelta al cole, que el 28 de agosto cambió los escenarios para crear otro nuevo, echando por tierra el trabajo en los centros de todo el verano, y que este cambio de criterio viniera sin aviso ni agradecimiento. “La sorpresa fue –además del cambio en sí– que nos dijeran que no había cambios, que estaba previsto así. Habría sido de agradecer, a la vista del trabajo que hicimos, que reconocieran al menos un cambio de opinión”, ha valorado Álvarez.
El presidente de Adimad ha cerrado realizando una llamada a la responsabilidad de cada uno: “Exigimos que todas las medidas se pongan en marcha de forma inmediata y que cada uno asuma la responsabilidad y las consecuencias de las medidas adoptadas, lo que suele ocurrir pocas veces”, ha afirmado Álvarez, aunque también ha matizado que no les corresponde a ellos pedir la dimisión de nadie. “Hace unos días el consejero nos envió una carta agradeciéndonos nuestro trabajo y colaboración. Nosotros lamentamos mucho no tener nada que agradecer”, ha cerrado.
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