Encuentran pulgones en el menú escolar de un colegio en Villanueva de la Cañada
Las familias del colegio Padre Garralda, de Villanueva de la Cañada, están “indignadas” después de que ayer aparecieran bichos –resultaron ser pulgones, según la empresa que ofrece el servicio– en uno de los platos del menú escolar del centro. Fuentes del centro explican que sucedió en un plato de coliflor y que afectó al alumnado de Infantil, Primaria y Secundaria.
Las familias, cuenta una de ellas a este diario, están hartas del servicio de comedor. Esta es la primera vez que documentan un problema (un alumno del centro tomó la foto del menú con bichos), pero las quejas se han venido sucediendo ante la indiferencia de la dirección del centro, aseguran. El colegio no ha contestado a la llamada de este periódico, pero hizo llegar un comunicado a las familias respecto al incidente con los bichos del jueves.
En el texto el centro admite el problema y explica a las familias que en función del protocolo “se ofrece la opción de brócoli como sustituto del primer plato de los lotes afectados elaborado para el alumnado de Ed. Secundaria y los alumnos del coro”. Continúa el texto informando de que el proveedor les ha explicado que “el pulgón se puede encontrar de vez en cuando alrededor de la cosecha de la coliflor. Hemos estado revisando los registros del lote 3360 y no pudimos encontrar ningún comentario sobre la materia prima que indicando que contuviera insectos, ni rechazos en el equipo Sortex, por lo que estamos seguros de que su presencia debe ser totalmente puntual”.
Secoe es la empresa responsable del menú escolar de este centro y admite el incidente. Fuentes de la compañía explican a este diario que han activado los protocolos de calidad y puesto en marcha analíticas para detectar dónde está el error en la cadena de distribución de las materias primas que se utilizan para elaborar las comidas, con el fin de averiguar si el problema es de un lote o está más extendido. Este colegio tiene comedor propio y el menú se elabora in situ (no es un catéring), dice la empresa, que aseguró en un primer momento que era un incidente aislado.
Sin embargo, este periódico ha podido comprobar que también sucedió este jueves en otro centro de Madrid, el José Echegaray del Ensanche de Vallecas. Era el mismo día, mismo plato y la misma empresa responsable, que más tarde admitió el incidente.
La Consejería de Educación es “consciente” de lo ocurrido, cuentan fuentes del Gobierno, “y el Servicio de Inspección se ocupa ya de investigar el caso”. Las fuentes sostienen que es el primer incidente de esta empresa y que “en cuanto se detectó se retiró la comida afectada y se tomaron las muestras testigo para averiguar qué ha podido ocurrir”. La Comunidad no refirió nada del segundo centro afectado, aunque también admitió el incidente pasado el fin de semana.
Se acumulan incidentes en los comedores escolares
En los últimos meses los incidentes de este tipo en los comedores escolares se reproducen por todo el país. En La Rioja el principio de curso fue agitado con la aparición de larvas en los menús de ocho colegios. En cuatro de ellos servían cátering, pero en los otros cuatro se cocinaba en el propio centro y no llegaron a servirse. La empresa responsable en este caso fue Serunión, que adjudicataria del servicio de comedores en la comunidad autónoma y que tuvo exactamente el mismo problema en Euskadi. En la comunidad vasca, la compañía recibió quejas por la presencia de lombrices en la comida de la ikastola Ikasbidea, en Durana, exactamente el mismo día que en La Rioja. El Gobierno vasco le abrió expediente por “infracción grave”, aunque no ha notificado el resultado de esa actuación.
La Comunidad de Madrid tampoco ha sido ajena a los problemas con las adjudicatarias de los comedores, en este caso de las residencias. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso le ha prorrogado el contrato que tenía para servir la comida de cinco residencias a la empresa Plataforma Femar S.L., pese a que había recibido numerosas protestas por la calidad de los menús. El sindicato CSIT Unión Profesional denunció que habían servido 600 kilos de patas podridas y que la comida era “incomible” y estaba “en mal estado”. Unos meses más tarde la misma empresa fue agraciada con el suministro de 22 residencias infantiles públicas, según denunció el sindicato CCOO.
El principio de curso también fue agitado en la región con la gestión de las solicitudes de becas comedor. El Ejecutivo regional cambió el sistema de adjudicación y el resultado fue el caos. Ante la imposibilidad de gestionarlo adecuadamente, la Comunidad tiró por la calle del medio: becas para todos, cumplieran los requisitos exigidos o no, anunciaron. Pero luego resultó no ser tan así y unos meses después, cuando fueron capaces de tramitar las solicitudes, la Consejería empezó a reclamar a algunas familias los pagos pendientes. Así, padres y madres en situación vulnerable, se vieron repentinamente obligados a pagar entre 90 y 330 euros –en función de que les hubieran concedido una ayuda parcial o les hubieran rechazado– pese al anuncio previo del Gobierno.
El Ejecutivo regional subió los precios de los comedores escolares el pasado mayo, medida que fue anunciada menos de dos días después de las elecciones autonómicas, y que ha elevado el precio de los menús de 4,88 euros por día a los 5,5, una subida del 12,7%.
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