¿Es posible trabajar cuatro días, librar tres, cobrar lo mismo, y que la empresa siga siendo igual o más productiva? En Más País-Equo creen que una jornada laboral de 32 horas es el futuro y que permitirá mejores resultados para las empresas. Con esta premisa, la formación que lidera Íñigo Errejón en el Congreso ha planteado una enmienda a los presupuestos generales del Estado encaminada en esa dirección, que ya fue polémica cuando la propuso en su programa electoral. Un proyecto piloto de 50 millones de euros para experimentar con una jornada laboral que los sindicatos ven con buenos ojos y que los empresarios miran aún con reticencias.
El partido de Íñigo Errejón con apenas tres diputados –si se cuenta el de Compromís– se colaba así en el debate presupuestario celebrado en la Cámara Baja en una situación imposible, en la que Más País no puede desmarcarse ni poner en riesgo la mayoría de la coalición de izquierdas, pero tampoco asumir sin más sus postulados, puesto que eso mandaría el mensaje a sus electores de que es mejor apoyar directamente a los partidos de la coalición.
Esta situación hace que la realidad de la coalición entre Más País y Equo sea endiablada en el Congreso. Como síntoma de esa debilidad está haber tragado con el acuerdo entre el Gobierno y el PNV para eliminar de las cuentas un impuesto al diésel cuando la formación ha centrado su campaña en que es un partido verde. Errejón tildó de “grave error” la marcha atrás sobre este gravamen fiscal y defendió que revela “tacticismo de política pequeña” que pagará la sociedad durante “décadas” en materia de medioambiente y salud, pero sin embargo no pudo retirar el apoyo a unas cuentas que suponen acabar con años de prórrogas de los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy.
Finalmente, la enmienda para reducir la jornada laboral tampoco ha sido aceptada por la mayoría que sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, ha permitido a Más País marcar perfil propio y generar debate sobre una cuestión que Compromís, su aliado en el Congreso, sí ha logrado que PSOE y Podemos acepten para las cuentas valencianas. La propuesta empezará a aplicarse el próximo año en la Comunitat Valenciana y podrá servir al partido para testar la ideoneidad de la medida.
“Repartir el trabajo para generar empleo”
Durante el debate presupuestario del martes, Errejón aprovechó sus minutos en la tribuna para defender su propuesta: “Puede que haya quien ahora nos diga, con buena fe, que no es el momento. Bien, nosotros pensamos al contrario: precisamente este, en la reconstrucción, es el momento de cambiar el modelo, de apostar por la innovación y de repartir el trabajo para generar empleo”, manifestó un día después de confirmar que apoyaría las primeras cuentas que el Gobierno de coalición logró sacar adelante el jueves con una holgada mayoría. El diputado también defendió que es una medida “verde” que además ayuda a la “conciliación”.
Para Errejón, “hay que abandonar la mentalidad obsoleta que se fija solo en el número de horas trabajadas” porque “la clave para la generación de riqueza es la productividad”. El diputado de Más País, remontándose a 1850, recordó que entonces en España se trabajaban 11 horas de media diarias mientras que en 2015, la media era de 8 horas “y hoy la riqueza es ocho veces mayor”. “Más riqueza, trabajando menos. La clave es la productividad”, insistió desde la tribuna de oradores.
La idea de una jornada laboral de cuatro días semanales sin reducción de salario planea desde hace tiempo sobre la agenda pública. El proyecto que plantean Más País y Compromís –que ahora la formación llevará al Senado en el siguiente trámite presupuestario– consiste en dedicar 50 millones para subvencionar a las empresas que apuesten por rebajar un día la jornada laboral. La formación se abre a que puedan ser 32 horas repartidas en los cinco días actuales, explican desde la formación, debido a las críticas de algunos sectores feministas que consideran que jornadas más cortas favorecen más la conciliación.
Al principio, la estructura de estas ayudas iría dirigida a compensar el incremento del coste salarial por hora que supondría para las empresas poner en marcha esta medida hasta que genere un aumento de la productividad. Las empresas se comprometerían a elaborar un informe que mediría no solo la productividad, sino también el grado de satisfacción de la plantilla, además de otros parámetros, explica el diputado de Más Madrid Héctor Tejero, el encargado de desarrollar la enmienda, a elDiario.es.
Más País tiene identificados qué sectores tendrían más fácil la implantación de la medida. Tejero explica que los más creativos –diseño, informática, consultoría...– experimentarían “más rápido” una mejora en estos parámetros que el resto. “Está muy comprobado que estas empresas se benefician de forma casi inmediata y no necesitarían casi ajustes de organización”, expone. Otras empresas, reconoce el diputado autonómico, lo tendrían más complicado: “Habría que estudiarlo y trabajar en un cambio organizativo”. La idea de Más País pasa por que el aumento de la productividad permita ir eliminando las ayudas que sufragarían ocho horas semanales del salario, cuando las empresas vieran incrementados sus ingresos.
Diferentes organismos internacionales abogan por avanzar en esa dirección. La OCDE concluyó en 2015 que los cinco países más productivos en función de las horas trabajadas fueron Luxemburgo, Noruega, Holanda, Francia y Alemania, todos ellos con una jornada laboral inferior a la media. Los holandeses, por ejemplo, se sitúan en torno a las 29 horas semanales.
Nueva Zelanda también avanza en la misma línea, según manifestó el pasado mes de mayo su primera ministra, Jacinda Ardern, quien señaló que trabajaba ya en establecer una jornada laboral de cuatro días con el objetivo de promover el turismo doméstico y como medida para estimular la economía del país. “Es un acuerdo que deben tomar entre empleador y empleado. Pero hemos aprendido mucho durante la Covid-19 sobre la flexibilidad de las personas que trabajan desde casa y la productividad que ha tenido como resultado”, expuso.
Grandes multinacionales en el mundo ya han implantado la medida con buenos resultados. Fue el caso de Microsoft Japón, la primera en aplicar la jornada laboral de cuatro días, y sus resultados no pudieron ser más exitosos. Según manifestó la compañía, la productividad mejoró un 40% en los 2.300 empleados en los que se aplicó y las ventas conseguidas aumentaron un 39% en comparación con el mes anterior.
El Gobierno “lo estudia”, según Iglesias
Más País no ha logrado sacar adelante la enmienda pero sí generar debate y perfil propio en el Parlamento más fragmentado de la democracia con 19 partidos diferentes.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aseguró este jueves pasado en una entrevista en TVE antes de la votación de las cuentas “que el Ministerio de Trabajo y Yolanda Díaz” ya “está estudiando” la medida. “Se va a trabajar por explorar la reducción del tiempo de trabajo”, manifestó Iglesias aunque evitó hablar de plazos.
La ministra de Trabajo salió después a matizar las palabras del vicepresidente segundo. “El tiempo de trabajo exige una nueva concepción, que atraviese, como ya estamos haciendo, leyes y usos laborales. La reducción de jornada, el control de horas extraordinarias, el derecho a la desconexión o la conciliación son elementos que deben dialogar en este necesario debate”, defendió Díaz tras las palabras de Iglesias.
En España, los sindicatos ven con buenos ojos las medida: “Estamos de acuerdo en abrir el debate de la reducción de la jornada de trabajo. Creemos que llevamos muchos años con las 40 horas como jornada ordinaria y estamos en condiciones de avanzar en esa vía”, defiende Carlos Gutiérrez, secretario de Juventud y Nuevas realidades del trabajo de Comisiones Obreras (CCOO).
“En España respecto a los países de su entorno se trabaja mucho y la tecnología permite abordar la cuestión”, añade Gutiérrez. También en la Unión General de Trabajadores (UGT) consideran que “hay que avanzar en esa línea porque se dan las condiciones” para ello. Desde la patronal CEOE, sin embargo, prefieren no valorar la medida. “Es una propuesta que no está muy detallada y además no está en discusión a día de hoy de la mesa sectorial con sindicatos y Gobierno”, explica un portavoz para declinar hacer valoraciones.
Desde Más País, el diputado y promotor de la iniciativa, Íñigo Errejón, ya ha anunciado que llevarán la enmienda al siguiente trámite presupuestario en el Senado. La formación no tira la toalla y continuará tratando de marcar perfil propio en un contexto muy complicado, donde cualquier desmarque del Gobierno podría pasar factura a un partido pendiente todavía de consolidarse con una estructura estable.