“Escabechina” en las oposiciones a profesor de la Comunidad de Madrid. Salvo que se produzca un cambio de notas masivo de última hora, las oposiciones al cuerpo de docentes de Secundaria se cerrarán, al menos, con plazas sin cubrir. Y no será por falta de candidatos: más de 20.000 personas aspiraban a alguno de los 1.774 puestos de docente que se ofertaban.
En varios de los tribunales de la oposicíon, los aprobados no alcanzan el 15% de los presentados y en algunas especialidades, denuncian los opositores, el número de aprobados es inferior al de plazas convocadas. Los aspirantes denuncian falta de tiempo para hacer los exámenes y unos criterios de corrección desconocidos y, en cualquier caso, ultraexigentes, a tenor de las notas. Y todo esto en la primera fase, ya que ni siquiera ha concluido la oposición.
La Comunidad de Madrid no ha respondido a la petición de información realizada por este diario. El vicepresidente del Gobierno, Pedro Rollán, sí ha respondido sobre la cuestión este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Rollán asegura que el Ejecutivo lanzará “una nueva convocatoria si no se cubren todas las plazas” y justifica que “corresponde al tribunal examinador, y no al Gobierno, la conformación de los exámenes”.
Los opositores se van a reunir para tratar de acordar un plan de acción conjunto: de momento quieren que los exámenes y los baremos de corrección, ahora secretos, se hagan públicos. En función de la respuesta que reciban impugnarán la convocatoria, anuncian.
Los sindicatos estudian también sus opciones: UGT explica que, aunque feo y quizá no muy ético, es posible que no haya nada ilegal; CC OO anuncia que ya recurrió la convocatoria en su día, pero por otras cuestiones: el concurso fue publicado por fases, lo cual no garantiza su adecuación a la normativa.
“Es vergonzoso”
“Es vergonzoso lo que han hecho, no se corresponde con el nivel real de los opositores”, asegura Teresa Jusdado, secretaria de Educación de UGT Madrid. Varios aspirantes confirman este extremo. María (nombre ficticio) explica su caso personal. “Uno de los ejercicios de mi oposición lo habían cogido del libro”, cuenta. “Lo cotejé al salir y sabía que estaba bien. No para un 10, pero un 7 o 7,5 sí podía sacar. Cuando saqué las notas tenía un 5,5”, cuenta.
En los dos tribunales que examinaban de su especialidad aprobaron en primera instancia 16 personas. Tras las revisiones se sumaron algunos más. Esta situación se repite en los tribunales de Lengua, de Geografía o de Filosofía entre otros, según explican los opositores y ha podido comprobar en algunos casos este diario.
En un tribunal de Lengua, de 98 opositores superaron el cinco en la primera fase 21 personas. En otro de Geografía, tras la revisión de notas los aprobados han sido 15 de 89.
Con todo, para muchos opositores la sorpresa es mayor cuando se baja al detalle de las calificaciones obtenidas: tribunales donde la mitad de los aspirantes tenían un 1 o un 0. Y no eran los típicos que se presentan por presentarse, aseguran. “Muchos de ellos llevan años trabajando”, asegura Fran. “En mi tribunal, 30 o 35 habíamos estudiado muchísimo”, asegura María. “Han suspendido a verdaderos sabios, expertos en Freud que han sacado un 1”, lamenta Luisa (nombre ficticio por petición expresa).
Descartes hasta en la tesis... para un 2,2
Ella no se incluye en ese saco. Es profesora interina y lleva algún que otro año dando clases de Filosofía. Se presentó a la oposición en su especialidad. “Respondí a preguntas sobre Espinoza y Descartes. Este último forma parte de mi tesis. Escribí 18 folios en este tema. Como tenemos copia del examen, otros profesores que se dedican a esto nos dicen que está para un 9”, relata. Sacó un 2,2 una vez ponderada la nota media.
Los opositores denuncian que las condiciones en las que hicieron el examen, el pasado mes de junio, eran inadecuadas desde el principio. “Te enteras de cuándo tienes los exámenes el mismo día que llegas”, explica María. La primera fase de la oposición consta de una parte teórica y otra práctica, y hasta el mismo día del examen no se sabe si serán el mismo día ambas o no.
“Nos metieron en un edificio sin aire acondicionado y en mesas pensadas para estudiantes. Acabé con una contractura por la postura”, comenta en alusión al tamaño de los pupitres.
La queja principal de los opositores viene por los baremos de corrección utilizados. “Fui a la reclamación y me dijeron que tienen criterios privados que no te pueden explicar y no te enseñan el examen”, se extraña Luisa. “No eran criterios ortográficos ni de sintaxis, como tenemos el examen sabemos que están bien por ahí. Nos llegaron a decir que estábamos escribiendo mucho, pero no sabemos si eso nos ha penalizado porque no nos dicen nada”, se lamenta.
A María, como a Fran, le sorprende lo oscuro del proceso de reclamación. “Presentas un 'expone-solicita', en mi caso muy detallado, explicando lo que había puesto en las preguntas, etc. Pero no puedes ver el examen, no sabes qué te han puesto en cada pregunta. Simplemente, te ponen otra nota... o no”, comenta. “Y lo normal sería que te revisara otro tribunal, no el mismo que te ha puesto la nota”, añade.
Desde UGT, Jusdado explica que muchos miembros de tribunales les han explicado que se han pasado hasta 12 horas diarias corrigiendo exámenes desde el día de la convocatoria. “Nos decían que no han tenido tiempo material y que no podían permitir que les pasara lo mismo en la segunda fase”, explica.
Isabel Galvín, responsable regional de CC OO, añade que “ha sido un proceso a ciegas. Ya denunciamos previamente la falta de criterios de evaluación previa. No saben lo que buscan y es común encontrarse con pruebas prácticas que no son de la especialidad que impartirán [los aspirantes]. Estamos esperando los datos definitivos, pero son muy preocupantes e indignantes, la gente está destrozada”.
Algo debe estar calando, sin embargo, porque algunos opositores relatan que se están cambiando algunas notas en las reclamaciones. Este martes deberían estar resueltas todas y los opositores sabrán ya a qué atenerse definitivamente.
“Nuestro problema no es que se cubran las plazas o no. Queremos la nota que tenemos, con o sin plaza. No es lo mismo haber aprobado que suspendido, aunque luego pongan la nota de corte donde quieran. Nos han humillado. ¿Cómo me presento yo ahora ante mis alumnos?”, se pregunta Luisa.
Una situación parecida a la de Madrid se ha dado en Murcia y Extremadura en las mismas oposiciones de este año. También en Castilla La Mancha, denuncia UGT. Extremadura ha reaccionado pidiendo a los tribunales que haga públicos los exámenes, según informa el diario Hoy.