La tumba de Franco en El Pardo: en el sótano de un panteón familiar y con su nombre ya inscrito

EFE

El Tribunal Supremo ha dictaminado que los restos de Francisco Franco sean exhumados del Valle de los Caídos y trasladados a la cripta del cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid). Construida para albergar el panteón de la familia del dictador, en ella hay ya una sepultura con su nombre que lleva lustros vacía.

Su sepulcro está en el sótano de la cripta, con capacidad para una decena de sepulturas, una de las cuales tiene inscrito desde hace muchos años el nombre de Francisco Franco, según explicó en una entrevista con Efe Gabino Abánades, director de los servicios funerarios de Madrid durante dieciocho años y el hombre que dirigió el enterramiento de Franco en el valle de Cuelgamuros. En Mingorrubio sólo descansan los restos de la esposa del dictador, Carmen Polo Martínez-Valdés, desde 1988.

Abánades, una de las pocas personas ajenas a la familia Franco que ha podido pisar la cripta, cuenta que su interior es “austero”, sin rastro de símbolos franquistas (“no hay águilas ni yugos ni flechas”). Solo hay en el techo la expresión 'Yo soy el Alfa y la Omega' que aparece en la Biblia.

El camposanto, situado sobre terrenos de Patrimonio Nacional cedidos a la empresa municipal de servicios funerarios, fue un regalo del alcalde Carlos Arias Navarro a Francisco Franco y su familia en los años 60 del siglo XX.

Al cementerio, que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, se llega por una carretera angosta que tras dejar a una lado un complejo deportivo, La Zarzuela -residencia de los Reyes- y la colonia militar de Mingorrubio, construida para alojar a los miembros de la escolta de Franco, acaba en un una rotonda con un pino de grandes dimensiones.

Nada más entrar al camposanto, a mano izquierda, se erige una edificación de granito con apariencia de chalé y techo de pizarra. Solo dos campanas coronadas por sendas cruces y unas vidrieras protegidas por una reja de hierro forjado delatan que no se trata de un caserón. En el exterior de la cripta nada indica que allí esté enterrada Carmen Polo, ni que haya una tumba “gemela”, según Abánades, para el dictador.

La cripta fue construida en 1969 debido a “circunstancias imprevisibles y de urgencia”, de acuerdo con el expediente del pequeño mausoleo que guarda el Archivo de la Villa. La cristalera de la puerta deja entrever una capilla con una docena de bancos y unas escaleras con “unos quince peldaños” que bajan hasta la cripta, “de unos treinta metros cuadrados con dos sepulturas (la de Polo y la de Franco), otra capilla y unos servicios”. La lápida de Carmen Polo (1900-1988) menciona a su marido y su título de señora de Meirás.

En el cementerio de Mingorrubio hay enterrados estrechos colaboradores del dictador como el propio Carlos Arias Navarro o Luis Carrero Blanco, aunque también las hay de ideología muy distinta como Francisco Tomás y Valiente o algún ministro del Felipe González.