La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El Gobierno de Almeida suspende los Foros Locales y comienza una batalla contra los movimientos vecinales

El Ayuntamiento de Madrid formado por PP y Ciudadanos, a la espera de que se defina el papel de Vox en el Gobierno municipal, ha empezado a desmantelar las iniciativas culturales impulsadas por los espacios vecinales que se habían consolidado durante la etapa de Manuela Carmena al frente del Consistorio.

En la última semana, varias actividades llevadas a cabo por vecinos de distintos barrios de Madrid han sido suspendidas in extremis por el nuevo Ejecutivo en el Ayuntamiento. Se trata de colectivos que llevan años trabajando en proyectos autogestionados, también antes de la llegada de Ahora Madrid a la Alcaldía, y que en los últimos años habían recibido un impulso del anterior Gobierno municipal. A esto se le suma también la suspensión en los últimos días de las actividades de los Foros Locales, impulsados por Ahora Madrid durante el anterior mandato, y que suponían un espacio en el que se le otorgaba poder a los vecinos en los diferentes distritos.

“Tenemos cosas dentro y no hemos podido pasar a buscarlas”, afea Paula, vecina de La Guindalera (Salamanca) e integrante de La Gasolinera, un centro cogestionado entre colectivos del barrio y la Junta Municipal de Distrito. Se trata de un espacio al aire libre, situado en la parte trasera del Centro Cultural Buenavista, en el que se repartían las actividades organizadas por las instituciones y las vecinales, donde se han desarrollado desde huertos urbanos hasta un cine de verano, pasando por torneos de ajedrez.

Allí se iban a celebrar unas jornadas solidarias con SOS Refugiados -con actividades como conciertos-, pero desde el Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida les dijeron que no se podrían llevar a cabo. Lo siguiente que se encontraron fueron, según denuncian, un cambio de cerradura en las verjas. Los integrantes de La Gasolinera perdieron toda posibilidad de acceso. También se encontraron que el mural del centro había sido pintado. Se trataba de una pared sobre la que artistas del barrio o vinculados con él, plasmaban alguna de sus pinturas, “e iban cambiando cada ciertos meses”.

“Fuimos a la Junta y nos recibieron los técnicos, a los que se había dado órdenes de paralizar la actividades”, continúa Paula, que apunta que están “a la espera de una reunión”. Una de las razones que creen que está detrás de esto es la ampliación de la biblioteca del centro cultural. “Estaba en el programa del PP, y es un proyecto ambicioso, con niveles de subsuelo hacia abajo, cosa que no sabemos si van a poder hacer”, explica esta vecina que, no obstante, apunta que “no podrán conseguir todos los permisos en menos de un año” y lamenta que no hayan tenido “ninguna comunicación” con el consistorio.

Para La Gasolinera, lo ocurrido solo puede verse como “una lucha entre partidos que nada tiene que ver con la ciudadanía, pero esto es un movimiento vecinal y queremos seguir estando ahí”. “Ha sido toda una experiencia de participación ciudadana, pero supongo que hay gente que prefiere que sigamos siendo consumidores pasivos de cultura, sentados y sin movernos”, espeta.

En la plaza de Ópera tampoco se pudo bailar tango al atardecer del pasado sábado. Dos días antes, el Ayuntamiento comunicaba al colectivo Tango Patio que no podría celebrar la actividad prevista para ese día, al no haberlo anticipado con cuarenta días de antelación que estipula la normativa municipal. Lo hicieron con diez días, pero matizan que “se puede reducir el plazo en lo que se estime conveniente si es un acto simple”, defendiendo que es uno de esos casos, pues llevan “un altavoz que dejamos en el suelo y nos ponemos a bailar, ahí acaba el montaje”. Eso sí, aclara que “están bien que lo pidan, pero no es un evento para el que se necesite un escenario, vallado y demás”.

“Hacemos actividades de este tipo desde hace diez años. Con Gallardón y Botella no hacía falta ni siquiera el permiso, pero con Carmena hubo que empezar a pedirlos, aunque apoyaran la iniciativa”, comenta Domingo, uno de sus integrantes. Estos vecinos del barrio de Malasaña se mueven por distintas zonas del centro para promover su propuesta de “tango autogestionado” a fin de que “la ciudadanía se genere su propio ocio más allá de la oferta cultural privada o de los poderes públicos”. Han desarrollado su actividad en centros autogestionados, como el extinto Patio Maravillas, además de en distintos espacios públicos. Los miércoles de todo el año ofrecen clases de iniciación en La Ingobernable, y algunos fines de semana salen a las calles. “Seguro que también han venido votantes del PP”, comentan sobre estas últimas actividades.

“La intención de llevar a los espacios públicos algo al estilo de verbena, con un componente social y abierto, pero también visibilizar que existen este tipo de iniciativas”, desarrollan desde Tango Patio, donde subrayan que no piden autorizaciones “por pedir”, sino que lo hacen “a cambio de dar clases gratuitas para quien pase por allí o quien se quiera acercar”. “Es un formato muy amable, llevamos un amplificador para que se escuche lo justo y no moleste”, añaden.

Tenían previsto realizar la siguiente actuación callejera a mitad de julio, pero prefieren mostrarse cautos tras lo ocurrido este fin de semana. De hecho, valoran que la situación se ha podido dar “o porque esa cultura autogestionada no la ven con buenos ojos, o porque ha sido un error puntual de alguien nuevo que no conozca bien los protocolos al entrar; ya lo veremos”. Por ahora, han preferido atrasar la fecha para cumplir con los plazos estipulados.

Mientras, en el Centro Social Seco, en la zona sur del barrio de Retiro, no pudieron prender la hoguera de San Juan este domingo. “Es una cuestión un poco diferente, es un motivo técnico”, avisan desde este colectivo, enfatizando que “las fiestas se han desarrollado con total normalidad, excepto por eso”. El motivo de que se cancelara la actividad, que se lleva celebrando sin inconvenientes desde hace tres años, fue un informe de Bomberos, “en el que dicen que no está permitido hacer hogueras en la vía pública”. “Hasta ahora lo habíamos hecho, no sabemos qué ha cambiado”, lamentan.

Suspensión de los Foros Locales

Han pasado menos de diez días desde la toma de posesión del bastón de mando de la ciudad y el Ejecutivo que lidera José Luis Martínez-Almeida también ha suspendido sine die los Foros locales, espacios de participación en los que todas las vecinas y vecinos y las entidades sin ánimo de lucro se pueden reunir para debatir y trabajar en iniciativas para mejorar la ciudad desde la perspectiva de sus barrios y distritos. Hay 21 Foros locales, uno en cada distrito, y era una de las apuestas fuertes del Gobierno de Carmena para empoderar a los vecinos.

Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos aprobaron en el Pleno de diciembre de 2016 el reglamento para el funcionamiento de los Foros Locales, con la vocación de ser la voz de los vecinos en cada distrito. Las decisiones que toman los vecinos en cada foro son vinculantes para los concejales presidentes de cada distrito. Se trata de una versión revisada de los consejos territoriales que Ana Botella eliminó cuando sucedió en el cargo a Alberto Ruiz Gallardón. Ahora Madrid quiso a su llegada, y así figuraba en su programa electoral, dotar a estas estructuras político-vecinales de poder, pues podrán pedir cuentas a los ediles y elevar propuestas al pleno.

Este proceso de participación vecinal se configuró para que los ciudadanos definan propuestas que los concejales están “obligados” a remitir a la administración local. Pese a que Ciudadanos la apoyó, ha sido este grupo municipal el que ha dado la orden de suspensión ya que el área de participación ciudadana y coordinación territorial depende de la concejala de Ciudadanos, Silvia Saavedra.

“Ciudadanos ya pidió la extinción de los foros locales durante los días previos a la campaña electoral como si se fueran a utilizar de forma partidista”, recuerda Enrique Villalobos, portavoz de la Federación regional de asociaciones vecinales de Madrid (FRAVM) que desmiente que haya carnet político entre los centenares de participantes en estos espacios de participación ciudadana.

Villalobos, que reconoce que no les gusta “lo que está sucediendo”, pero quiere ser “cauto”, espera que la carta remitida desde las presidencias de distrito que ostentan PP y Ciudadanos para ordenar el cese de las actividades en los foros supongan “una mera formalidad” y que a la vuelta de las vacaciones, como fecha límite, se vuelvan a convocar. “La ciudad necesita órganos de participación ciudadana”, defiende el portavoz de la FRAVM.