El Gobierno de Ayuso busca voluntarios entre los MIR para suplir la falta de médicos en el Zendal
La Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso busca voluntarios entre los Médicos Internos Residentes (MIR) –médicos que aún no han terminado la especialidad– para suplir la falta de sanitarios en el hospital Enfermera Isabel Zendal. La Consejería de Sanidad confirma a elDiario.es que está “ultimando una regulación” para que haya “rotaciones voluntarias” de residentes que quieran ir al nuevo centro de emergencias. El polémico hospital, que según la presidenta madrileña iba a “asombrar al mundo”, ha encontrado desde antes incluso de su inauguración grandes dificultades para dotarse de personal por la negativa de la mayoría del personal sanitario de la región a ser trasladado al hospital de pandemias. “Los residentes lo harían de una manera programada dentro de su ciclo formativo”, explican desde el departamento que dirige el consejero Enrique Ruiz Escudero sobre el proyecto para tratar de suplir el déficit de plantilla con médicos MIR. “Vamos a regularlo a través de las comisiones de Docencia, aunque todavía no está activado”, añaden estas mismas fuentes.
Pero aunque desde la Consejería aseguran que el proceso todavía no está activado, varios hospitales de la región ya están enviando a sus residentes comunicaciones para que puedan acceder a esta posibilidad. Esta redacción ha tenido acceso al email enviado por el jefe de estudios MIR del hospital de la Princesa, Fernando Ramasco Rueda, en el que comunica a los médicos en formación que desde la Comunidad de Madrid “solicitan la posibilidad” de realizar esa rotación para el Zendal que sería, dice, siempre “voluntaria” por un periodo máximo de tiempo de “uno a dos meses”. “Puede ser una oportunidad enriquecedora dentro de vuestra formación tanto en varios aspectos clínicos relacionados con numerosas especialidades, como así puede ser una experiencia vital como médico”, explica.
La Comunidad de Madrid incide en la voluntariedad de estos traslados que tendrían una duración de unos dos meses, pero los residentes consultados por elDiario.es tienen muy presente la orden que la Consejería de Sanidad envió a todos los hospitales de la región para que no contraten a ningún sanitario del refuerzo por la COVID que hubiese renunciado a ser derivado al nuevo centro. “Si decimos que no, eso puede ser contraproducente para poder acceder a futuros trabajos, es evidente”, lamenta una residente que prefiere guardar el anonimato.
El hospital que el Gobierno madrileño exhibe como un logro de su capacidad de gestión, al ser construido en medio año, se levantó sin tener en cuenta el personal que necesita y la propia presidenta ha tratado de despejar siempre las preguntas sobre de dónde iban a salir los profesionales sanitarios para trabajar en un centro que por su tamaño precisaría de 6.000 trabajadores, según los cálculos de los sindicatos, si un día se abriesen las 1.000 camas programadas. El plan de esta semana era abrir 350 hasta completar 590. La fórmula elegida por la Consejería de Sanidad hasta ahora pasaba por recolocar a profesionales de otros centros pese a que muchos están ya saturados por las necesidades extraordinarias para hacer frente a la pandemia. Y la legión de médicos voluntarios que según Ayuso iban a ofrecerse para trabajar en el nuevo hospital no ha aparecido.
La presidenta denunciaba este lunes una “campaña de desprestigio” de periodistas y “activistas políticos” después de que se hubiese publicado la orden interna de la Consejería de Sanidad para que no se renovasen los contratos a los sanitarios de otros centros que no quieran trabajar en el Zendal. La orden ha sido criticada de forma conjunta por todos los sindicatos médicos. “Las redes sociales tienen que dejar de machacar a los pacientes y los sanitarios que vienen aquí”, dijo la presidenta madrileña en una visita improvisada al nuevo centro de emergencias.
Lo cierto es el Gobierno regional ha encontrado muchas resistencias por parte del personal de la Comunidad de Madrid para ser trasladado al nuevo centro que se levantó en tiempo récord y que no cuenta con quirófanos y carece de infraestructuras básicas con las que sí cuenta la red de hospitales de la región. La presidenta madrileña declaró unas semanas antes de su inauguración el 1 de diciembre que “cualquier sanitario estaría encantado de trabajar en el Zendal”, pero la realidad pronto desmintió a Ayuso cuando la Consejería de Sanidad lanzó un proceso para que los propios profesionales se apuntasen de forma voluntaria. Solo logró que lo hicieran 106. Ante el fracaso de la convocatoria, el Gobierno regional comunicó entonces que haría traslados forzosos tirando del personal de refuerzo contratado por la COVID. Actualmente, ya hay más de mil sanitarios que trabajan en el centro, la gran mayoría –el 90%– sin haberlo elegido.
El Gobierno regional abría este fin de semana un nuevo pabellón que cuenta con 360 camas, que se suman a las 240 que se habilitaron en su inauguración. Los contagios están disparados en la región y los hospitales se asoman al colapso tanto en planta como en las UCI. Ante este escenario que el Gobierno regional reconoce que crecerá en los próximos días, la Consejería informó de que abriría más camas en el hospital de emergencias y para ello también necesita más personal, que sacan del resto de hospitales aunque desde la Consejería insistan en que el Zendal supone un apoyo para el resto de la red.
Desde el Ejecutivo de Ayuso se han negando en redondo desde el primer momento a hacer nuevas contrataciones para dotar de personal a este centro. Los llamados “voluntarios” saldrán del grupo de los residentes que sin una formación todavía concluida, tendrán que decidir si quieren ser trasladados al Zendal. Su elección podrá condicionar futuras contrataciones por parte de la Comunidad de Madrid según la orden interna que ha mandado al resto de hospitales la Consejería de Sanidad esta misma semana.
55