La ampliación de aceras de Gran Vía, el plan de aparcamientos disuasorios, la remodelación de un tramo de la calle Alcalá, el polideportivo de la Cebada y muchas otras obras públicas son algunas de las inversiones que el Ayuntamiento de Madrid ha recortado de su presupuesto de este año para hacer frente al control de sus cuentas por parte del Ministerio de Cristóbal Montoro.
Como anunció la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, este miércoles en rueda de prensa, el Ayuntamiento de Madrid ha retenido ya 173,6 millones de euros del presupuesto que afectan a un total de 1206 partidas. Y la ampliación de las aceras de Gran Vía es una de ellas, aunque desde el Consistorio se trata de una partida que, junto a otras, se habían aplazado ya al 2018 porque los plazos de licitación y ejecución de las obras se habían retrasado. “No tiene nada que ver con esta retención, son partidas que ya se había previsto que no se iban a realizar y se dejaban para la bolsa de imprevistos”, aseguran fuentes municipales.
A estos recortes, hay que sumarle otro escollo más al plan urbanístico del Gobierno de Ahora Madrid. La justicia ha paralizado cautelarmente parte de la inversión pública que el Ayuntamiento está financiando con remanente de tesorería de 2016 y que afecta a un total de 577 proyectos de obras. Un total de 302 millones de euros con los que Madrid estaba asfaltando calles, reparando colegios, cementerios parques y obras similares. El Ayuntamiento ha asegurado que recurrirá la decisión y buscará “medidas alternativas” para finalizar los proyectos que quedan, ya que en un gran porcentaje ya están acabadas “y no se van a revertir”, aseguran fuentes municipales.
Hasta que esas soluciones lleguen, la inversión en infraestructuras está congelada en la capital, al menos para lo que queda de año. El Gobierno de Manuela Carmena ha hecho un esfuerzo recortando los 173 millones de euros de su presupuesto, pero no son suficientes para cumplir con Montoro. Todavía tiene que reducir las cuentas este año en 191,4 millones más, que tiene que seguir sacando de estas partidas. En total, el montante de los recortes sumará 365 millones en 2017.
La Gran Vía, la promesa de 2018
El Ayuntamiento licitó las obras para ampliar las aceras de su calle más emblemática hace algo más de un mes y estimó un coste total de 9 millones de euros. Para lo que queda de este año, el Gobierno de Carmena había presupuestado 800.000 euros para estas obras, que ya sufrieron una reducción de 300.000 euros a mediados de año. El Ayuntamiento ha reducido otros 400.000 euros destinados a este proyecto. Solo quedarán 100.000 euros en 2017, uno de los proyectos estrella del Ayuntamiento. Es la octava parte de lo previsto para este año, aunque desde el equipo municipal aseguran que las obras empezarán en los plazos previstos, en enero o febrero de 2018.
Al compromiso de reducir la contaminación se suma el de devolver la ciudad a los peatones. Es el objetivo del cambio que experimentará Gran Vía el próximo año, unas obras que no son las únicas que el equipo municipal había previsto para ampliar las aceras.
Otra de las inversiones que la delegada de Movilidad y Medio Ambiente, Inés Sabanés, y el de Urbanismo, José Manuel Calvo, anunciaron a bombo y platillo fue la remodelación de un gran tramo de la Calle Alcalá: desde Ventas hasta Arturo Soria. Para este trozo de la vía urbana más larga de España, el Consistorio tiene previsto ampliar aceras. De momento, ese presupuesto también se cae.
Aparcamientos disuasorios
Otra de las inversiones previstas que sufren por la intervención del Ministerio de Hacienda es el plan de aparcamientos disuasorios. En su presupuesto de 2017, el Ayuntamiento había reservado 3 millones de euros para esta inversión, destinada a reducir el uso del coche y la contaminación en Madrid. El equipo de Gobierno tenía pensado construir 12 aparcamientos disuasorios este año en diferentes distritos de la ciudad para conectar los coches que llegan de fuera de la capital al transporte público colectivo (cercanías, metro y autobuses). Con los recortes, el presupuesto se ha quedado en solo 100.000 euros.
Estos aparcamientos son fundamentales para el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que busca reducir drásticamente el tráfico en la almendra central de la ciudad para combatir la contaminación atmosférica, mejorar la calidad del aire, la salud pública y fomentar el uso del transporte público. Se trata de una apuesta del gobierno municipal, pero también es una exigencia de la Unión Europea.
Otras obras afectadas
Pero aunque muchas obras se están financiando con el remanente de tesorería mientras la Justicia se pronuncia; otras como escuelas infantiles, polideportivos o bibliotecas se van a ver afectadas por los últimos recortes a los que obliga el Ministerio de Hacienda.
Uno de estos equipamientos municipales que el Ayuntamiento tenía previsto poner en marcha este año es el polideportivo que se iba a levantar en La Cebada, en el emblemático barrio de la Latina del centro de Madrid. En ese solar, se levantaba otro polideportivo con unas populares piscinas cubiertas municipales que derribó el alcalde Gallardón dentro de una gran operación inmobiliaria que nunca se hizo.
El Consistorio tenía previsto recuperar el polideportivo y la piscina cubierta e iba a licitar las obras para este año. El plan es que estuviera construido en 2019, unos plazos que peligran con este recorte.
Hay muchos más ejemplos de obras menos emblemáticas que también sufren con los recortes, estos son solo algunos ejemplos: un centro de mayores en Moratalaz, un centro de servicios sociales en Ensanche de Vallecas, una biblioteca en Villaverde o un centro integrado de Alzehimer también se caen del presupuesto de este año.
Las otras partidas que no son obra pública
Las inversiones en obras no son las únicas que menguan en el presupuesto municipal. Las empresas públicas que pertenecen al Ayuntamiento de Madrid –como son la Empresa municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), la Empresa municipal de Transportes (EMT) o Madrid Destino– también se recortan. En concreto, 20,1 millones, aunque en este caso no se determina con detalle a qué proyectos puede afectar.
Las partidas que han sufrido recortes, explican desde el Ayuntamiento a eldiario.es, han sido puestas a disposición por los gestores en los últimos meses por diferentes motivos: “bajas de adjudicación en las licitaciones, retrasos en la realización de proyectos, desistimientos de actuaciones o programas o presupuesto inicial suficientemente dotado o sobredimensionado con respecto a las necesidades”. “Un ejemplo interesante a reseñar es lo correspondiente a las bajas obtenidas en las licitaciones que han ascendido a 8,2 millones de euros”, señalan.
436 millones más en recortes
La alcaldesa de Madrid aseguró este miércoles que hay proyectos de obra pública previstos para este año que “pasarán a 2018”, es decir, a los presupuestos del año que viene. Sin embargo, las exigencias de Hacienda sobre las cuentas municipales también trascienden a ese ejercicio. El Ministerio de Montoro obliga al Ayuntamiento a recortar otros 245 millones de sus previsiones de gasto en 2018, lo que supone que el Ayuntamiento de Madrid recortará en un año y dos meses 608 millones de euros de unos presupuestos en los que el 60% del dinero está comprometido al pago de nóminas y los gastos corrientes.
Uno de los proyectos comprometidos para 2018 es la remodelación de la Plaza España, unas obras con un elevado coste de cerca de 50 millones de euros. A esto hay que sumar la Gran Vía (9 millones), y el compromiso de ampliar Bicimad con 42 nuevas estaciones.