El exconsejero madrileño Francisco Granados y el empresario Javier López Madrid han negado en la Audiencia Nacional que compartiesen una comida en la que el exdirigente del PP de Madrid le pidiese un millón de euros por la adjudicación a OHL del tren de Navalcarnero (Madrid), obra que no se realizó.
Fue el empresario David Marjaliza, imputado en Púnica, quien habló ante el juez del caso Lezo sobre esa supuesta comida a la que presuntamente él también asistió y donde, explicó, Granados le pidió un millón de euros a López Madrid y este le contestó que él no había intervenido en esa adjudicación, sino que había sido el expresidente madrileño Ignacio González.
Pero tanto Granados como López Madrid, exconsejero de OHL, han negado este jueves ante el juez que investiga dicha adjudicación que ese encuentro se produjese, ni tampoco la conversación a la que aludió Marjaliza, que lleva años colaborando con la Justicia en Púnica.
“Yo no he cenado con el señor López Madrid jamás”, ha indicado Granados a los medios de comunicación a la salida de la declaración que ha prestado como testigo ante el magistrado del caso Lezo.
En la misma línea, López Madrid, investigado en esta causa y que ha declarado a petición propia, ha señalado en un comunicado que comparece ante el juez “para desmontar las falsas acusaciones” de Marjaliza con la “plena confianza” de que su testimonio, en el que ha negado que se produjese dicho encuentro, sirva para “dejar probada la falsedad de las declaraciones que le involucran”.
Granados carga contra Marjaliza
Granados, que está imputado en el caso Púnica, ha cargado contra Marjaliza, a quien se ha referido como “sujeto absolutamente abyecto” que “baila al son que le van tocando” y que tiene “mareada a la administración de Justicia”, y ha dicho haber confirmado que sus declaraciones son “una invención más” en busca de beneficios judiciales.
Y más allá de esta causa, ha querido dejar una cosa clara: “Lo que hasta hace poco se llamaba 'la casta' estamos aquí dando la cara en la Audiencia Nacional, colaborando con la administración de Justicia, mientras los parias de la tierra se esconden debajo del escaño para no asumir sus responsabilidades judiciales”.
En esta pieza del caso Lezo se investiga la adjudicación a OHL en 2007 de un tren entre las localidades madrileñas de Navalcarnero y Móstoles, una obra que no se llegó a realizar y por la que supuestamente se pagó una comisión de 1,4 millones de euros en la que supuestamente estaría involucrado Ignacio González, imputado en esta causa.
López Madrid, yerno del expresidente de OHL Juan Villar Mir, ya negó en su día estar relacionado con esa supuesta comisión y también haber comido con Marjaliza.