Guerra en La Moraleja: imputado el consejo de su Club de Golf por un supuesto “pucherazo” con votos de muertos
No todo es golf y lujo en el Real Club de La Moraleja. En el último año este exclusivo club social, ubicado en el código postal con mayor renta per cápita de España, se ha visto envuelto en una guerra encarnizada entre sus miembros, con acusaciones de “pucherazo” por parte de algunos socios y accionistas al consejo de administración. Los 14 miembros de la directiva del Club, según ha sabido elDiario.es, tendrán que declarar como querellados en un juzgado entre abril y junio para aclarar, entre otras cosas, si la construcción millonaria de una casa club salió adelante con los votos de socios que ya habían fallecido. Por el momento, el Real Club de Golf La Moraleja no ha contestado a las preguntas de este periódico.
El Real Club de Golf La Moraleja fue inaugurado en 1976 y cuenta, en la actualidad, con cuatro campos de 18 hoyos diseñados por el estadouindense Jack Nicklaus, considerado uno de los mejores golfistas de la historia. “Un ambiente distinguido en un enclave único”, afirma su página web para describir sus pistas de pádel, tenis, croquet, su “chalet social” y su spa. Para convertirse en socio hay que pagar una cuota mensual, pero el primer peaje es comprar unas acciones que, según diversos medios de comunicación, cuestan varios miles de euros cada una.
La convivencia entre los socios del Club, presidido por Juan Pablo Ridruejo desde hace una década, se ha resquebrajado en el último año, hasta llegar a los tribunales. Una de las socias ha formado una asociación 'Pro Defensa Socios del Club La Moraleja' y se ha querellado contra el Consejo de Administración, acusándoles de un rosario de irregularidades que incluyen sacar adelante votaciones clave con firmas falsificadas o, incluso, usando el voto de personas fallecidas para alcanzar las mayorías necesarias.
La querella de esta socia, que acaba de ser admitida a trámite por un juzgado de Alcobendas, acusa a los miembros del consejo de administración de conseguir “mayorías ficticias” a través de “delegaciones fraudulentas” de votos, a través del “abuso de firma en blanco, de falsificaciones de la firma” o, incluso, de la delegación de “votos de fallecidos”. Esta socia también denuncia que fue sancionada sin poder utilizar las instalaciones durante tres años como represalia por sus peticiones de información.
Según la querella, que ha podido examinar elDiario.es, esas mayorías supuestamente irregulares se usaron para sacar adelante votaciones clave como las relativas a la construcción de una casa club por un valor de cinco millones de euros. El documento pone encima de la mesa delitos societarios de vulneración del derecho de información y al control de la actividad social, así como otro de imposición de acuerdos lesivos y, de forma subsidiaria, un tercer delito de falsedad documental.
El caso ha caído en manos de un juzgado de instrucción de Alcobendas, que en los últimos días ha decidido admitir a trámite la querella, incoar diligencias previas, poner la apertura del caso en conocimiento de la Fiscalía y llamar a declarar a todos los querellados. Un total de 14 miembros del consejo de administración de Golf La Moraleja S.A que tendrán que comparecer en varias tandas entre abril y junio de este año. Esa decisión todavía es recurrible.
“Al menos” 15 votos de socios muertos
La querella explica que esta socia y otros solicitaron, sin éxito, conocer la relación exacta de las delegaciones de voto, tardando varios años en obtener algunas de ellas y solo a través de un notario. Denuncia también “ciertas vinculaciones empresariales” entre los miembros del consejo y apunta a diversas informaciones periodísticas de El Independiente y El Mundo sobre el conflicto abierto en el Real Club de Golf para solicitar la apertura de una causa.
Estas irregularidades, afirma, arrancaron en una Junta de 2016, aunque esos votos sospechosos no fueron clave para sacar adelante los acuerdos, lo que según reconoce la propia querella le quita relevancia penal a los hechos. No pasa lo mismo con las votaciones de 2019 en las que el Club aprobó la construcción de una casa club nueva por cinco millones de euros.
Afirma tener constancia de “al menos” 15 votos de personas que, para entonces, ya habían fallecidos, y asegura estar en disposición de aportar hasta 40 testigos. Personas que afirmarán que “o bien no han efectuado ninguna delegación de voto a favor de los miembros del Consejo, o bien se ha abusado de su firma en blanco pues no se ha autorizado expresamente a votar a favor en este punto del orden del día de la construcción de la casa club”.
“De no contar con los votos delegados fraudulentos la propuesta no habría salido adelante y no se habría perjudicado a los socios con el endeudamiento y aumento de cuotas”, subraya la querella. “En unos casos o la delegación está en blanco solo con la firma, o la letra del texto no es del socio autorizando el voto favorable a este acuerdo”.
En su auto, la magistrada Lidia María Paloma afirma que esta exposición de hechos “presenta características que hacen presumir la posible existencia de delitos societarios” y abre diligencias para llamar a declarar al consejo de administración, aunque especifica que lo hace “no estando determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido”.
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