Esto es lo que ha hecho Cristina Cifuentes durante su verano sin vacaciones
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, informó el 18 de julio de que este año tampoco se iría de vacaciones, como ya hizo los dos últimos años. Cifuentes aseguró entonces que las vacaciones no tenían que ser “una obligación”, sino “una opción voluntaria”, lo que provocó revuelo en el seno político y sindical.
Entre otras críticas, el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, aseguró que cuestionar, “aunque sea de esta forma indirecta”, un derecho laboral como este “contribuye a deteriorarlo”. El secretario general de Comisiones Obreras criticó también que Cifuentes hiciera “apología” del “no disfrute” de las vacaciones, “un derecho conquistado por los trabajadores”.
Desde el gabinete de comunicación no han querido concretar cuántas personas han trabajado este verano con Cristina Cifuentes, aunque han asegurado que la gente “se las coge –las vacaciones– cuando estima oportuno”. “Aquí entran 1.500 cartas al día, no se puede cerrar un gobierno por vacaciones”, han asegurado desde la oficina de la presidenta regional.
Cifuentes ha informado a través de Twitter de prácticamente todas las actividades que recoge su agenda de Gobierno: la entrega de llaves de 140 viviendas públicas en Alcorcón o las reuniones con la cúpula del Colegio Oficial de Farmacéuticos y con seis alcaldes de la Comunidad.
También acudió a la manifestación en contra del miedo y del terrorismo convocada en Barcelona por el Ayuntamiento y la Generalitat después de recular, puesto que había asegurado que no iría al no haber sido “invitada”.
El Ejecutivo regional ha celebrado tres consejos de Gobierno durante el mes de agosto, dos menos de las que se deberían haber realizado si se tratara de cualquier otro mes, puesto que el martes es el día en el que se celebran estos consejos.
En la segunda quincena de agosto, normalmente la menos ajetreada para la presidenta, Cifuentes se ha reunido con varios alcaldes de la Comunidad y ha acudido a fiestas como las de El Escorial, la Virgen de la Paloma y Leganés. También ha ofrecido múltiples entrevistas en medios de comunicación radiofónicos, televisivos y digitales.
Así mismo, mostró su apoyo y firmó la petición de los vecinos que pedían la marcha atrás del plan propuesto por el Ayuntamiento para peatonalizar la Calle Galileo, ubicada en el distrito de Chamberí. Allí, Cifuentes criticó el “experimento ideológico” del Consistorio madrileño que “decide de manera aleatoria cortar calles y aquí está causando un perjuicio bastante grande”.
La presidenta también visitó las obras del nuevo estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano, y aseguró que la construcción supondrá “grandes activos turísticos y deportivos”, pese a las dudas de que las obras estén terminadas para el primer partido del Atleti en casa, el 16 de septiembre.
La presidenta de Madrid también ha dedicado estos días para rechazar, por segunda vez, el proyecto Cordish. Se trata de un complejo hotelero y de ocio que una empresa estadounidense quiere construir en Torres de Alameda al este de la provincia. El gobierno autonómico ha vuelto a tumbarlo porque piensa que podría “generar cargas y riesgos importantes en la región”. A pesar de ello, el grupo Cordish ha anunciado que acudirá a los tribunales para defender sus intereses.
La Comunidad también aprobó la eliminación del papel para la firma de los contratos públicos. Se impulsa así el uso de las tecnologías informáticas y digitales.
Su verano sin vacaciones y los ataques contra Manuela Carmena y Ahora Madrid han provocado numerosas críticas hacia la presidenta del Ejecutivo regional. Cifuentes iniciará el nuevo curso político con la mesa de negociaciones de la Operación Chamartín, que pretende prolongar La Castellana, remodelar la estación de Chamartín y crear un nuevo barrio financiero.