Víctimas invisibles: los centenares de ancianos que mueren con coronavirus en residencias no cuentan en las cifras oficiales de Madrid
En un mes sin coronavirus, en las residencias de mayores de Madrid suelen morir en torno al millar de personas, según el Gobierno regional que dirige Isabel Díaz Ayuso. En el último mes de marzo, sin embargo, el número de ancianos fallecidos en los geriátricos madrileños ascendió a 3.055 personas (3.383 hasta el 2 de abril, la última cifra disponible). Más del triple. La emergencia sanitaria causada por la COVID-19 ha golpeado estos centros en todo el territorio español, pero especialmente en la Comunidad de Madrid, donde se han convertido en uno de los principales focos de contagios y de víctimas mortales de la enfermedad. Aunque no se sabe cuántos tenían COVID-19, son 2.000 muertes más que no figuran, en su mayoría, en las estadísticas oficiales de muertes con coronavirus que diariamente reporta el Ministerio de Sanidad.
El grueso de estos decesos en las residencias de mayores de Madrid se produjeron en la última semana del mes. La Comunidad de Madrid pasó de registrar 1.065 ancianos fallecidos en las residencias de mayores entre el 1 y el 25 de marzo a sumar 3.383 muertes hasta el 2 de abril. 2.318 fallecidos más en solo ocho días. Para comprender la magnitud de esta cifra, cabe compararla con la de fallecidos que se reportaron en Madrid esos días al Ministerio de Sanidad: en esos ocho días los muertos con coronavirus en toda la región fueron prácticamente los mismos: 2.323.
El Ministerio de Sanidad –en su informe diario– recoge que 5.371 personas que han fallecido en Madrid en las últimas semanas tenían coronavirus. El dato es casi idéntico al que contabilizan en una tabla de excel 76 hospitales de Madrid, que se organizan por su cuenta para tener datos actualizados y gestionar recursos. Según las cifras que manejan la mayoría de estos centros sanitarios (en total hay 102 en toda la región), 5.261 personas murieron en los hospitales madrileños con la COVID-19.
Atendiendo a esta contabilidad, la Consejería de Sanidad solo estaría reportando al Ministerio los fallecimientos de coronavirus que se dieron en los hospitales madrileños. Ni rastro de los fallecidos en las residencias de ancianos: 2.756 hasta el 2 de abril. Desde la Consejería de Sanidad no han querido responder sobre este tema a las preguntas de eldiario.es.
Solo 627 ancianos de las residencias de Madrid murieron en hospitales hasta esa fecha. El resto lo hicieron en las residencias, según informó la Consejería de Políticas Sociales. Hasta el inicio de la crisis vivían en los 475 geriátricos madrileños –entre públicos y privados– unos 52.031 ancianos, por lo que han perecido el 6,5%.
Según admitía este martes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, las cifras sobre el número de fallecidos con coronavirus que hace públicas cada día su Ministerio incluyen a las personas “testadas positivamente” y dejan fuera, por tanto, a quienes han perdido la vida por causas que son sospechosas de ser compatibles con la Covid-19 pero a las que nunca se les realizó un test diagnóstico.
La alta presión asistencial que soportan los hospitales en España dejó como principales damnificados a los mayores de las residencias de ancianos. La saturación redujo al mínimo los traslados de las personas mayores con síntomas de coronavirus que enfermaban gravemente en estos centros en Madrid. En esta situación, las residencias se estaban enfrentando a tratar a pacientes sin los medios de un centro sanitario.
Desde la Consejería advirtieron de que las muertes de los ancianos en las residencias no pueden atribuirse exclusivamente al coronavirus debido a la falta de test para determinar el diagnóstico. Pero debido a esa falta de control, precisamente, se les está excluyendo de las estadísticas oficiales que elevarían el porcentaje de fallecidos en Madrid. Según los propios datos del Gobierno regional han fallecido 2.000 ancianos más durante la pandemia que un mes habitual.
El dato actualizado de muertes en las residencias madrileñas a 7 de abril no lo han querido facilitar a este periódico desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, encargada de la gestión de estos centros. La cifra, sin embargo, la deberán reportar ahora todos los Gobiernos regionales al Ministerio de Sanidad por orden del ministro Salvador Illa.
La pandemia ha golpeado a las residencias de todo el país pero nada comparado con lo que está ocurriendo en Madrid. Según los últimos datos facilitados por Catalunya, hasta este lunes, 909 mayores habían muerto por coronavirus en residencias y se habían registrado 1.736 casos positivos. Otros 393 mayores tuvieron que ser hospitalizados. En conjunto en Catalunya viven 64.093 mayores en residencias públicas y privadas. El dato podría ser peor porque la Generalitat ha admitido este martes que no tiene datos sobre el coronavirus del 20% de las residencias catalanas.
En el caso de la Comunidad Valenciana, hasta el momento se han detectado 837 positivos entre residentes, mientras que han fallecido 191 con coronavirus desde el inicio de la pandemia.
El Ministerio de Justicia ya está trabajando en subsanar esos posibles desajustes y trata de reunir la información sobre defunciones causadas por la COVID-19 que se inscriben y registran en todos los registros civiles de España, tanto los que informatizan los datos en la plataforma 'Inforeg', como los que no, con el objetivo de ofrecer una información con “mayor grado de exactitud posible y con la inmediatez que exige la realidad”.
Los registros civiles están constatando un incremento de fallecimientos en comparación con la media de los últimos años, con especial incidencia entre los mayores de 75. Los expertos advierten sin embargo de que es pronto para saber qué parte del aumento de la mortalidad en España es achacable a la pandemia.
Díaz Ayuso decidía hace 12 días retirarle las competencias de las residencias de ancianos al consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Ciudadanos), para dárselas a al consejero de Sanidad, del Partido Popular. La presidenta lo hacía después de que el departamento de Reyero informase de que habían fallecido 1.065 ancianos en Madrid. En el entorno de la presidenta lo achacaron al “descontento” por su gestión. Desde que asumió el control la Consejería de Sanidad fallecieron 2.300 ancianos más en ocho días en las residencias de Madrid sin que se informase de ello a la opinión pública.
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